Razones con baños de humanidad

Juan Tomás Frutos

 

Hagamos los deberes cada día que podamos. Sintamos ese pálpito que nos debe encauzar hacia ese camino donde el corazón reequilibra los raciocinios de los diversos sectores sociales. Aclaremos los eventos tan pronto sea posible. Tildemos las razones con baños de humanidad. Sintonicemos con la señal más maravillosa. Seamos en la sensatez más cordial y querida. Podemos adecuar los discursos. Es cuestión de esperar, de ponderar, de ser, de vivir. Siempre hay una ocasión más que optimizar. Saquemos adelante los proyectos e iniciativas que no parecen tener futuro. Puede que, en tales casos, sean los más viables.  La tranquilidad viene de emprender el suficiente esfuerzo desde el equilibrio bien formulado. Hagamos caso a todo el corazón que nos lleva y que debe tener presente una serie de opiniones y de pareceres antes de buscar valores absolutos.

Vivamos esa fiesta a la que tenemos derecho con unas razones de figuradas reposiciones de esos afanes que van y que vienen con virtudes de cambio. Todo debe ser tenido en consideración para dar con las claves de unos momentos en los que llenaremos los compartimentos estancos con más sensaciones de existencias con flores con las que hemos de compartir quehaceres y anhelos de libertad.

Secuenciemos las experiencias con unos postulados que nos han de portar a las caricias más sinceras y simpáticas. Nos hemos hablado con el corazón, y con él hemos de continuar esas tareas de aprendizajes compartidos y sin forzar los modos, las maneras y los resultados en los que hemos de sentirnos libres.

Cojamos el cajón de la experiencia sincera que nos consiente y que nos hace comulgar con las empatías y con los sonidos de una libertad eternamente ganada, siempre defendida, con valientes intenciones que han de fructificar hasta el momento más osado. Las relaciones diarias nos conducen por razones, sentimientos e interpretaciones que se han de ver realmente y con lecturas practicadas con análisis entrelíneas. No olvidemos que todos los pronósticos no se producen, y no olvidemos que todo está por conseguirse. La comunicación puede ser la llave para decantarnos hacia un lado u otro. Es posible que aún quede algo que hacer. La humanidad es parte del gozo de vivir. No escondamos, ni aminoremos, ni dejemos de lado lo que puede ser la justificación de cada día.

Campus digital: un millar de amigos en Facebook

un millar de amigosCuando aún no se ha cumplido medio año desde su entrada en Facebook, la revista electrónica de la Universidad de Murcia Campus Digital ha alcanzado sus primeros mil amigos, una ocasión para decir mil veces gracias a quienes nos acompañan en esta apasionante trayectoria informativa.

    La procedencia de los mil seguidores a través de la extendida red social es muy diversa. Los amigos proceden de un total de 20 países, siendo Argentina, México, Chile, Venezuela, Italia, Colombia y Portugal los países con mayor número de seguidores. Aunque Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Francia y Alemania, también cuentan con un nutrido grupo.

Sigue leyendo Campus digital: un millar de amigos en Facebook

Recopilan en un libro-dvd las conferencias de la Poesía y la Mística de la Región de Murcia

presentación Libro DVD

El Aula de Cultura de Cajamurcia acogió ayer la presentación del libro-dvd que recoge el V ciclo de conferencias “Tres personajes en la Poesía y la Mística de la Región de Murcia” que la Asociación Universitaria Saavedra Fajardo dedicó a Ibn Arabí, Carmen Conde y Vicente Medina.

Sigue leyendo Recopilan en un libro-dvd las conferencias de la Poesía y la Mística de la Región de Murcia

La estrella de Tony Curtis, ya en el firmamento

Juan Tomás Frutos

 

Otra estrella, y de las más grandes, se nos ha ido de esta dimensión. Tony Curtis ya no está solo. Está en el cielo de unas estrellas de verdad que nunca se apagarán. Su sonrisa y atractivo marcaron una época en un cine que enamoraba a través de figuras de su talento.  Aunque algunas de sus películas forman parte del imaginario colectivo, como Espartaco y con Faldas y a lo Loco, no se hizo con grandes premios, pero sí gozo del fervor popular y del calor de sus amigos, a los que quiso y cultivó con profusión. Sus ojos de tonalidad azul verdosa encandilaron no únicamente por su belleza, sino por lo que supieron transmitir. Llevaba mucha carga a cuestas, como todos, una buena y otra mucho más pesada y difícil de aguantar. También eso se venía en algunas de sus películas, o en escenas de éstas. Ya está libre de todo ello.
La imagen del héroe caído en silla de ruedas no se correspondía con el corazón de un artista que alegró, apasionó y entristeció a medio mundo. Supo salir adelante frente a la adversidad y una infancia difícil, que también le dejó solo, como en estos últimos años. Ahora el firmamento de las estrellas le colocará en su sitio, donde merece, y nosotros le llevaremos en nuestro corazón, donde siempre estuvo, donde siempre estará. Tiene, por lo que sé, un lugar privilegiado.

El hip hop entra en la universidad

Affiche de Beat Street, uno de los filmes que se proyectará en las jornadas.
Unas jornadas sobre este fenómeno ofrecen cine, conferencias y la presentación de un libro
 
    “Cultura hip hop en la universidad” es el nombre de las jornadas que se celebrarán en la Universidad de Murcia los días 14 y 15 de octubre coincidiendo con la Bienvenida 2010.

    El hip hop es un movimiento artístico y cultural nacido en barrios populares neoyorkinos como el Bronk o Brooklin a finales de los años 60 a través de fiestas callejeras. Aúna música como el rap, baile (breakdance) y pintura, en forma de graffiti
Sigue leyendo El hip hop entra en la universidad

Muere Eduardo Bello, primer decano de la Facultad de Filosofía

Eduardo Bello
El catedrático  Eduardo Bello Reguera, primer decano de la facultad de Filosofía, falleció ayer, día 12 de octubre, a la edad de setenta años, fue decano del citado centro entre los años 1992 y 1994, y hasta hace unos meses estuvo al frente del Departamento de Filosofía. Durante más de veinte años fue el director de “Daimon”, Revista de Filosofía, una publicación que consta de 50 números y que es hoy una referencia a nivel nacional en su campo.
Sigue leyendo Muere Eduardo Bello, primer decano de la Facultad de Filosofía

Nuestro “Honoris Causa” Vargas Llosa recibe el Nobel de literatura

Portada de la revista Campus de octubre de 1995, con motivo de su nombramiento como doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia.
La relación de Vargas Llosa con la Universidad de Murcia ha sido constante durante los últimos 15 años

    El eterno candidato al Nóbel ha dejado de serlo (candidato), para serlo con todos los honores (premio Nobel). La academia sueca premiaba el pasado día 7 a Mario Vargas Llosa por medio siglo dedicado a la literatura con una intensidad con la que pocos escritores pueden equipararse en la segunda parte del siglo XX. Fue también un mes de octubre, pero de 1995, cuando Mario Vargas Llosa se convertía en el décimo sexto doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia.

Singladura de lo humano

Juan Tomás Frutos

 

Viajar con afectos nos ayuda: contribuye a que demos con las razones y con las claves existenciales. Nada comunica tanto como dos corazones en comunión, en conexión, irradiando las mismas ansias de coordinar y de aprender por lo que ocurre alrededor. Nada es comparable a la unión que se consigue de manera virtual y hasta tangible. Manifiestan lo que es la vida misma, que es caracterización de preferencias con renuncias expresas ante el bien común, que, asimismo, demuestran con sus sentimientos e itinerarios compartidos.

El corazón lo es todo, fundamentalmente en momentos de trasiegos, de dudas, de consecuencias extrañas, de actitudes variopintas, de intenciones que van y que vienen. Hemos de adecuar todo cuanto tiene sentido con los valores del espíritu que surge del mismo centro del corazón, con sus buenos fines, con sus alturas de miras, con sus entretenimientos. No hay nada tan certeramente agradable.
El corazón acompasa posturas, objetivos y complementos, dejando a un lado lo accesorio. Las miradas que surgen de él no atienden más razones que las que tienen un fundamento inmaterial y nada interesado. No se puede pedir nada añadido. Conseguimos, con el corazón, que lo que tiene valor universal destaque, dejando atrás lo que no nos atañe realmente.
Las conversaciones que surgen del corazón siguen, continúan, están, son, y nada se espera desde la convicción menos clara si no pasa por el crisol de su testimonio, ya sea silente o parlanchín. Amparemos sus peticiones, que siempre son limpias, si lo enseñamos bien, si viene sinceramente de él ese anhelo que nos iguala, que nos hace partícipes de la singladura de lo humano. Miremos en el corazón, pues, y tratemos de vernos en él. Será, si lo conseguimos, buena señal. Tras ella está todo aquello que merece la pena.

Comunicación desde la alegría

Juan Tomás Frutos

 

Los procesos comunicativos alegres lo son más, llegan más, nos impactan más y en el mejor de los sentidos. Abramos esa fe que moverá la comunicación hacia ese umbral que será sobrepasado con garantías y formas cargadas de tesón, de mucho tesón, que siempre funciona. No neguemos la esperanza, sobre todo ahora que tanto la precisamos. Hagamos que funcione el corazón, que nos mostrará alas con las que sobreponernos a los inconvenientes y a los obstáculos que la vida nos vaya poniendo.  Nos debemos sentar ante esa base que nos permitirá construir la pirámide de una credibilidad que nos amansará los ánimos y nos invertirá en los mejores criterios. No paremos en este momento que todo parece tener sentido. Hagamos caso a lo que experimentamos con el tino que nos ha de caracterizar cuando el riesgo es no saber, no conectar, no dar con lo auténtico. La existencia se llena de flores cuando somos capaces de dialogar con la materia que es transparente y hasta olvidadiza.

Hemos de baremar las astucias con esas sombras que nos han de preferir con esas turbulencias que nos ganan con partidas no escritas. Hagamos que funcione ese amor que nos tonificó con unas astucias que nos devoran de vez en cuando con sus entusiasmos relativos. No paremos justo cuando damos con el tono de la memoria, que nos ha de insistir con sus preferencias y perspectivas no definibles.

Nos ganamos con unas alforjas que nos regalan el frescor de la vida que hemos de reinventar a cada instante, en corto, a largo plazo, cada vez que podamos. Contemos lo que necesitamos antes de emprender la singladura del conocimiento. Nada nos ha de faltar: incluso debemos tener presentes los imprevistos, que, antes o después, aparecen. Nos hemos de poner en guardia ante los elementos que nos dejaron en un trámite de raíces breves. Debemos procurar divertirnos, y aprender, y ser con todo el equipaje, y, claro está, con los demás. La comunicación desde la alegría supone un valor añadido. Claro que sí.

Visión de la buena comunicación

Juan Tomás Frutos

 

Persigamos sin descanso la mejor de las comunicaciones, con voluntad, con garbo, con valentía también. Es justo decir que podemos y que es nuestro deber. Resolvemos las preguntas de una comunicación que aspira a ser noble desde el mismo inicio del proceso, que ha de ser dinámico, estable, con equilibrios que alternen aspectos de todo género. Seamos astutos, y también dejemos que floten las vacilaciones en el camino, en el propio ambiente del que nos hemos de nutrir sin asperezas. Subamos las montañas más consentidas con versiones de recias propuestas y con movimientos hacia la voluntad más señera de complementar las labores y los segundos de clásicos destierros. Nos hemos de poner en el sitio de los otros, dividiendo y multiplicando con tradiciones que se han de convertir en poderosas en la modernidad de un trazado con el que nos hemos de poner manos a la obra cada vez que podamos. Los instantes nos han de apasionar.

La existencia está colmada de buenos fines con los que nos hemos de realizar en una carrera donde hemos de agotar los mismos obstáculos que nos proponen los deseos con las intuiciones que nos han de permitir comprender los vacíos de unas existencias sin más compromisos que ser felices. Las medidas nos han de aproximar a lo posible, sintonizando con las grandezas de quienes nos asombran con sus prestaciones más grandiosas.

Consideremos las emociones como la base de ese sistema con el que hemos de comulgar desde las destrezas más sencillas, que han de servir de atalayas y de referencias ante lo que hemos de desarrollar día tras día. Podemos y debemos ser dichosos con la ayuda de quienes nos rodean. Hemos aplicar definiciones de espacios sin objetivos cerrados, sino más bien amplios y en expansión.

Los procesos de aprendizaje tienen de todo, incluso previsiones con las que poder emular los destellos de un lenguaje que debe ser sencillo y claro, con el todo como fundamento de una verdad que ha de ser de conjunto, tomando como afán la visión del bien social. Ahí encontramos mucha y buena comunicación. No es cuestión ni de cantidad ni de porcentajes, sino de hallarla.

UNIVERSIDAD DE MURCIA