Como actual Director Técnico del Servicio de Publicaciones, no sé si seré el más adecuado para glosar, siquiera sea superficialmente, la figura de Pepe Perona, cuando menos su labor académica, o su producción científica. Pero de lo que estoy seguro es de poder hablar, en representación del resto de mis compañeras y compañeros que trabajaron con Pepe durante su etapa de coordinador del Servicio, de su persona, desde la humilde referencia que me brinda el haberlo conocido hace 20 años, y haber mantenido su amistad (de ello me vanaglorio, aunque sea vanamente), hasta el último momento. Cuando empecé a trabajar en este Servicio de Publicaciones, en 1988, Pepe era el Director del Servicio, y para mí, que estaba terminando mi carrera de Historia del Arte, su mandato (qué inapropiado término para definir su talante) siempre me recordó a una especie de florida primavera cultural, a una suerte de renacimiento intelectual, plasmado en cuestiones como la creación de colecciones (Maior, Minor, Creación Literaria,…) y series (¿qué decir de series tan atractivas como Alfonso X y el saber científico del siglo XIII?) , las presentaciones de obras en lugares señeros (las traducciones de Shakespeare de Ángel Luis Pujante en la Biblioteca Nacional), o aquella campaña de animación a la lectura tan impactante de “Qui non intelligit, aut taceat, aut legat” que, estampado sobre objetos tan triviales y lúdicos como chapas, globos y yoyós, tuvo a muchos niños y jóvenes murcianos de finales de los 80 paseando la sutil variación del lema de la Monas Hieroglyphica, de John Dee, Qui non intellegit, aut taceat, aut discat, de finales del siglo XVI. Curiosa manera de acercar a la gente al conocimiento del pasado de forma sutil.
Hoy mismo, en La Verdad, un grupo de amigos de Pepe Perona escriben u opinan sobre él, como, por ejemplo, nuestro Rector, José Antonio Cobacho, Arturo Pérez-Reverte o Pepe Belmonte. Y el acertado José Mª Pozuelo, que le califica como a él tanto le gustaba: Maestro de Gramática. (En la imagen de Luis Urbina para Campus Digital, junto a Arturo Pérez-Reverte). Y una entrevista en Campus representativa de su personalidad, realizada en 1991.
Luis Puelles ha hecho una remembranza muy personal y especialmente emotiva para quienes vivimos aquellos años.
Deja un comentario