Pensamientos en el ambiente

Flotan buenos anhelos, los mejores momentos que soñamos y que trasladamos como paladines de la comunicación más maravillosa. Nos sentimos plenos en las trayectorias que nos llevan a ciertas victorias que, siendo compartidas, nos ofrecen unos rastros de causas con sus consecuencias más noblemente distraídas. Comunicar es ser, sentir, vivir, tocar, resurgir con lo pequeño y también con lo grande, con lo hermoso. Todo forma parte de  lo que somos.

 

Nos hemos de volver hacia esos recuerdos que nos permiten que sigamos con las voluntades de una cierta consolidación de aquello que nos resume los momentos más gustosos. Nos debemos comentar, desde el diálogo y el consenso, unas verdades que haremos supremas. Nos permitiremos cada día esas bondades que nos harán incardinarnos en la misma realidad con astucias estupendas.
Los procesos que nos ayudan nos cubren esas expectativas con las que iremos uniendo y llenando los diversos días. Las conclusiones nos deben trazar, al menos, unas hojas de rutas que nos consoliden y que nos aclamen con bondadosas intenciones que no caigan entre señales de vigentes construcciones sinceras. Hagamos que las horas sumen y que no nos agobien en los planos que nos podrían gustar con sus diversos deleites.
Asintamos sin convenciones incomprensibles, y hagamos todo lo posible para que la paz de aquellos que nos precedieron se cumplimente con razones no escritas. Las lindezas de otras etapas han de aparecer con suficiencia, con altura de miras, con razones conseguidas desde el primer peldaño. No persigamos sueños que nos dejen en eriales difíciles de optimizar. Las cosechas han de aparecer tras mucho esfuerzo. Siempre es así.
Las hermosuras nos han de acompañar con progresos que nos permitan avances sosegados, calmados, tomando esas ideas que nos mejoran. No presumamos, y, si lo hacemos, que sea de amigos, de puntos de apoyo, de la suerte que mancomunamos y disfrutamos con los que nos quieren de verdad. No paremos ante los pronósticos de quienes nos ganan con sus empatías y sus ansias de seguir y salir adelante. La existencia tiene varios lenguajes, y hemos de saber utilizarlos en cada momento, en cada postura, con las sorpresas que nos pueden atraer.
Quedan pensamientos flotando en el ambiente, en esa atmósfera que nos participó mejorías interesantes, complacientes y fructíferas. Valoremos los auténticos regalos que son los elementos que nos atribuyen fortalezas conseguidas desde las amistades más densas y profusas. Nos hemos dado buenos ratos, y, con un óptimo aprovechamiento, más que nos daremos. Surgen motivaciones que modifican las ideas y que las mejoran con las traslaciones de instantes puros y poderosos. Nos hemos de convenir en las conformaciones de las buenas realidades.