Congreso Literatura Medieval

El hemiciclo de la Facultad de Letras albergó entre el 6 y el 10 de septiembre el XIV Congreso Internacional de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, en el que unos 200 expertos de todo el mundo debatieron acerca de las últimas investigaciones en torno a obras como el Cantar de Mío Cid, el Libro de Buen Amor o el Tirant Lo Blanc y géneros como el relato de viajes.

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Clemente Álvarez, bloguero: “La clave de un blog es que sepa diferenciarse”

El bloguero Clemente Álvarez.
El bloguero Clemente Álvarez.

 

El responsable de Eco Laboratorio, bitácora especializada en medio ambiente de El País, anima a aprovechar las sinergias entre estos espacios y las redes sociales
Sigue siendo un buen momento para abrir un blog. Lo asegura Clemente Álvarez, periodista y bloguero responsable de Eco Laboratorio (http://blogs.elpais.com/eco-lab/), quien acaba de pasar por Murcia para impartir un taller sobre cómo ‘Crear tu espacio verde en Internet’. “Se ha llegado a decir que el blog está muerto porque algunas redes sociales pueden, en algunos aspectos, dar las mismas posibilidades u ofrecer las mismas funcionalidades para compartir; pero un twitter, por ejemplo, no dejan de ser 140 caracteres, que es muy poco, o mucho, depende cómo se mire, pero no son un blog aunque sea perfecto para enlazar a uno”, asegura este experto.  Sigue leyendo Clemente Álvarez, bloguero: “La clave de un blog es que sepa diferenciarse”

Constancia y sencillez

Juan Tomás Frutos

 

Acometamos esas reformas que nos deben dirigir hacia ese mundo de sensaciones arropadas con destinos simpáticos. Nos debemos tiempo, y tiempo tenemos. Nos hemos de congratular con las experiencias que nos ponen en esos anticipos que nos deben dar el tiempo suficiente para armarnos de valores que han de “empatizar” con intenciones estimulantes.

Nos hemos introducido en universos que quieren con una virtualidad de posibles deseos. Nos hemos de aproximar a las versiones que no causan bajas sino que nos hacen volar hacia la felicidad más grandiosa. Cultivemos los pronósticos con unas entregas globales, llevadas hasta ese afán que nos ha de prevenir con ejemplos de rutas que hemos de saborear en todos sus términos. No pongamos obstáculos innecesarios y aplaudamos las iniciativas que nos deben permitir postulaciones hacia lo mejor. No quedemos en zonas sombrías, e intentemos sacar el máximo calor a los aspectos confortables con los que nos movemos. Hemos de hacer a la medida esa dicha que no debe pedir ni mucho ni poco, sino lo que conviene para ser personas en ese equilibrio evolutivo que tantas veces decimos que perseguimos. La constancia y la sencillez siempre son básicas.

Orientar aspectos comunicativos

Juan Tomás Frutos

 

Vivamos las emociones en primera persona y traslademos las caricias con todo ese amor que nos caracteriza. No perdamos la perspectiva que nos puede preñar de presunciones de inocencia.

Tomemos el candil que nos puede iluminar el camino con ese favor que nos debe añadir una entrega nada fortuita. Nos consumimos en las noches que nos hacen un flaco favor en momentos de certeza y de entrega a las buenas causas, que hemos de seguir con los ojos en las etapas más adecuadas.

 

Nos hemos de postular en esa dirección que nos sana. No dejemos que las evidencias ganen partidas en las que hace tiempo que no creemos. Hagamos caso al corazón, que es una buena salvaguarda cuando hay dudas.

Lo inevitable hay que afrontarlo con fuerza, prestando atención y decoro. Nos hemos de ilusionar con lo que poseemos, aunque sean meras elucubraciones con las que salir adelante en lo factible, incluso con fracasos.

Busquemos la gracia de las cosas, sus ejes, los intereses que nos pueden acunar en momentos de fortuitas coincidencias con esas palabras que huyen hacia ese instante fugaz que todo lo puede justificar. Orientemos los aspectos más cercanos para que nos postulemos en razón de las mejorías que nos deben fortalecer comunicativamente a todos.

Gestionemos bien la comunicación

Juan Tomás Frutos

 

Profundicemos en el conocimiento haciendo acopio de lo que cabe en nuestro ser. Busquemos más allá de lo que nos vende un papel con fondo o sin él. Pasemos las páginas que no sirven.

Aminoremos los impactos de quienes vienen con sus dones más especiales. Nos hemos de preferir en las vitrinas de los cajones más recios. Demos con los espacios que nos sirven de pilares en lo básico y en el mapa de la vida misma.

 

No marchemos sin llevar el equipaje mínimo necesario. Postulemos con favores claros. Los formatos deben funcionar en sus diseños, y también en sus contenidos. Salvaguardemos lo que tiene interés.

Vayamos a esas galerías que nos han de aplicar diarias caricias. Gustemos de las sensaciones. Crezcamos con lo más bonito, desde la aplicación de remedios que nos hagan ser un poco más dichosos.

La máxima ha de ser vivir entre voluntades que generen pasos que sanen las soledades. Saquemos el mejor valor posible. No nos engañemos. El tiempo lo cura todo. Gestionemos bien la comunicación para dar con los apuntes y con las iniciativas que pueden resultar claves.

 

 

Comunicaciones y relaciones equitativas

Juan Tomás Frutos

 

Los ejemplos van y vienen. De lo que se trata es de conseguir el máximo rendimiento a lo que tenemos, a los planteamientos que nos acercan de diario a cuanto tiene sentido y a aquello que no ofrece a priori el entusiasmo debido.

 

Gestionemos los tiempos sin acritud, dando y recibiendo en esos tramos que nos complacen con el regusto de quienes aparecen mostrando una voluntad de acuerdo. La concordia es la base de todo.

La vida es un triunfo tras otro, es un anhelo tras otro. Hemos de procurar que las astucias funcionen con esa regla que nos ensalza con lo mejor de cada cual para apalabrar los resultados más interesantes.

No nos ahoguemos en los tramos que no comprendemos. Los intervalos han de servir para sacar el máximo provecho a cuanto nos sucede. Los idealismos deben funcionar en lo posible, en lo que puedan, como pueda ser.

Negociemos con las ansias de no perder las buenas costumbres, que nos han de traer lo mejor de cada momento. Nos hemos de procurar tiempos de ganancias relativas para invertir en solidaridad desde las relaciones y las comunicaciones más hermosas y equitativas. Los resultados brillarán.

Arrojo comunicativo

Juan Tomás Frutos

 

Sigamos en pie, sin que nos digan qué hacer y cómo hacerlo desde posiciones de ingenua desdicha y dejadez. Apostemos por reformas tranquilas desde la espiritualidad de las buenas costumbres.

Imaginemos que podemos y seguro que podremos en la ardua tarea de una coordinación de planteamientos cortos y largos. Hagamos que las emociones nos liberen de las cuerdas que no se ven.

 

Los descuentos de los últimos instantes nos deben implicar en las causas que no deben perderse por mucho que nos suceda. Nos hemos de mostrar con prevenciones de nobleza superior. Nos gozaremos, cuando actuemos así, desde los buenos formulismos y las mejores finalidades. Acotemos lo nefasto para que no nos devore.

Suspendamos esas iniciativas que no nos llevan a parte alguna y compliquemos los gozos con sombras de un aparataje estupendo. Lo hermoso está ahí. Se trata de poner todo nuestro empeño para verlo y sacarlo adelante. Nos debemos a nosotros mismos en lo individual y también en lo colectivo.

Comunicar sobre lo que acontece con calma y perspectiva puede ser un afán con el que adentrarnos por los vericuetos más lindos. Pongamos arrojo, todo el necesario, en nuestro devenir diario, y apostemos por ese futuro que está a la vuelta de la esquina.

La tabla de referencia

Juan Tomás Frutos

 

Rastreo en tus pensamientos y descubro todo cuanto quiero decir, que es mucho. Sintamos las destrezas en cada actividad. Prestemos atención a lo que hemos de ver. Tengamos ánimo.

Pidamos presencias para dar con los antídotos ante las ausencias, que son excesivas. Nos hemos de poner en el lado más halagüeño. Compartamos los baños de humanidad que nos pueden regalar un tanto de plenitud.

 

Añadamos al camino cotidiano la base suficiente para no fracasar. No debemos. Apostemos por superar algunas llanuras que nos descubren a destiempo aquello que nos debería complacer. Singularicemos el deseo.

No señalemos más allá de lo que es y tiene sentido como fruto de valentías con contemplaciones en el futuro. Digamos que es posible, y hagamos que sea con favores sencillos, de esos que nos invitan a la felicidad sin más.

Guardemos para los inviernos, que siempre son más de uno, las señales que nos pueden salvar, y propongamos desde la experiencia comunicativa lo que puede ser una tabla de referencia ante el caos que reina por demasiados sitios.

UNIVERSIDAD DE MURCIA