Nikola Tesla, o como dicen algunos “el genio que alumbró o electrificó el mundo”, es considerado un pionero y uno de los más importantes ingenieros eléctricos de la historia por varios motivos, entre ellos por ser uno de los principales promotores del nacimiento de la electricidad comercial. Sin embargo, su personalidad excéntrica hizo que fuera relegado al ostracismo y considerado un científico loco.
Se le conoce, sobre todo, por sus numerosas y revolucionarias invenciones en el campo del electromagnetismo, desarrolladas a finales del siglo XIX y principios del XX. De hecho, las patentes de Tesla y su trabajo teórico sentaron las bases de los sistemas modernos de potencia eléctrica mediante corriente alterna, así como de los sistemas de comunicación inalámbrica. Sus avances en esos dos ámbitos contribuyeron al nacimiento de la Segunda Revolución Industrial, que supusieron la expansión del uso de la energía eléctrica y el desarrollo de las telecomunicaciones.
Él fue precursor de la electricidad comercial debido al desarrollo de la corriente alterna, una situación que creó mucha controversia y que dio lugar a la llamada Guerra de las Corrientes. Tesla proponía el uso de la corriente alterna frente a Edison, quien defendía la corriente continua. Ambos emprendieron diferentes acciones para mostrar la superioridad de una sobre la otra. La corriente alterna ganó a la continua porque la transmisión de electricidad es mucho más fácil y eficiente desde el origen al destino.