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RECORDANDO AL PROFESOR ROQUE ORTIZ SILLA

Homenaje a profesores jubilados de la Facultad de Biología
SEMBLANZA POR  ANTONIO SÁNCHEZ NAVARRO

El Dr. Ortiz Silla ha desarrollado su labor docente en la Universidad de Murcia durante más de 40 años, impartiendo clases de Edafología y Geología en las facultades de Biología y Química. Cuarenta promociones de alumnos que raramente han olvidado a ese profesor que con ahínco e ilusión apuraba hasta el último rayo de sol, tratándoles de enseñar el más escondido horizonte del último suelo de la excusión; sus propiedades, los componentes, la génesis, clasificación y el uso que se podía hacer del mismo para evitar su degradación: En definitiva, tratando de enseñarles los conceptos básicos de esta ciencia y, lo que es más importante, trasladarles algo que no viene en los libros, que es el respeto hacia ese recurso natural, frágil,  por lo el que él ha luchado y sigue luchando. Eso sí, antes de nada, había que conseguir llegar al sitio y no perderse en el intento, primero por la carretera, siguiendo la estela del Nissan o el Land Rover del Departamento, con esos intermitentes que lo mismo señalaban desviaciones de la ruta o la próxima curva de la carretera; y luego, pie en tierra, a seguir a Roque, por caminos, por montañas, cuesta arriba, cuesta abajo, con la lengua fuera, sin aliento, y el dichoso perfil sin aparecer …

Como docente, hay que resaltar también su responsabilidad y respeto hacia los alumnos. Impartir el programa de las asignaturas, independientemente de que hubiese uno o cien alumnos matriculados, cumplir con los horarios de clase, explicar los contenidos de la materia y evaluar con justicia los conocimientos adquiridos, son también activos que ha sabido aplicar y transmitir a quien hemos tenido la suerte de formarnos a su lado.

En el ámbito de la investigación, no hay suelo en la Región de Murcia e inmediaciones que no conozca a Roque. Los más de 20 años de Proyecto LUCDEME, y las numerosas tesis dirigidas así lo corroboran. Labor que escasamente le ha sido reconocida por aquellos que valoran nuestra actividad investigadora, pero por encima de todo, le ha permitido ser feliz y hacer lo que realmente le gustaba.

Como defensor de la Edafología y la Geología en los más diversos escenarios, los que conocen al Dr. Ortiz Silla saben de su perseverancia en las distintas comisiones en las que ha participado en defensa de estas ciencias, básicas e imprescindibles en el ámbito de las ciencias naturales. Siempre tenía un argumento para defender su inclusión en los distintos planes de estudio y para rebatir a quienes opinaban de manera distinta. Sesiones maratonianas, con un desgaste físico y emocional difícilmente entendibles. Complicarse la vida, enemistarse, subidas de tensión….., ¿merece la pena, podrían preguntarse algunos?. Para Roque sí, sus convicciones y amor por estas ciencias han estado por encima de todo eso.

Como miembro del Departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología ha sido una persona que siempre ha luchado por favorecer la cordialidad entre compañeros y ha fomentado el cumplimiento de   nuestras obligaciones, en especial las docentes, como exponente máximo del respeto hacia los alumnos, cuya formación es el fin y objeto principal de nuestra actividad en la Universidad.

A nivel institucional, ha sido el principal impulsor del Museo de Suelos de la Universidad de Murcia, infraestructura en la que se ha estado trabajando desde hace más de 10 años y que finalmente fue inaugurada en diciembre de 2015, coincidiendo con el año internacional del suelo. En la actualidad, los que heredamos su legado nos hemos comprometido a ampliar la colección de suelos con aquellos perfiles típicos de la región que aún no se han muestreado y con otros de nuestro entorno, todo ello para hacer de este museo uno de los principales de España en esta materia. 

Pero, por encima de todo destaca como persona; Roque es amigo de sus amigos y por suerte cuenta con muchos. Los que hemos tenido la dicha de trabajar con él, reconocemos, no sin una cierta envidia, el cariño correspondido de una parte muy importante de los más de 500 miembros de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo y de otras sociedades científicas. Sólo necesita levantar el teléfono y ahí están sus amigos, para ayudar en lo que haga falta, levantar perfiles, organizar congresos, integrar comisiones, etc., etc., Es evidente que donde se siembra se recoge y él ha sembrado campos enteros a lo largo de su vida.

Finalmente, quiero terminar mi intervención en este acto, reconociendo personalmente la labor académica y el trabajo del profesor Ortiz Silla, deseándole que en la nueva etapa que comienza sea tan feliz como en la que abandona, y recordándole que tiene las puertas abiertas para regresar cuando quiera a esta que ha sido su casa durante tantos años….

 ¡Roque,  contamos contigo, quedan muchas cosas por hacer!

DISCURSO DE ROQUE ORTIZ SILLA

Sr Rector, Sr. Presidente del Consejo Social,  Sras Decana y Vicedecana, señoras, señores, compañeros y amigos:

Les doy las gracias por su asistencia a este acto en que se celebra la jubilación de profesores de la Facultad de Biología. Todos los que nos hemos jubilado tenemos en común haber intentado dar lo mejor de nosotros para el bien de la Universidad.

A principios de la década de los setenta, después de acabar la licenciatura en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada, me incorporé al antiguo Departamento de Geología de la  Facultad de Ciencias de la Universidad de Murcia dirigido por el Prof. Luís Alías. Él fue quien dirigió mi Tesis Doctoral y quien hizo nacer en mí el interés y  la pasión por la Ciencia del Suelo, por lo que le estoy eternamente agradecido. Al poco tiempo obtuve por concurso-oposición la plaza de Profesor Adjunto de Edafología. Previamente había impartido docencia, primero en la Licenciatura de Química y después en la de Biología. En 1989 obtuve la plaza de Catedrático de Universidad para explicar Edafología y Geología en nuestra Facultad de Biología. Desde entonces he estado adscrito exclusivamente a esta facultad.

Durante todos estos años he tenido el honor de impartir docencia teórica y práctica a alumnos de todas las promociones de la licenciatura de Biología y de la licenciatura y del grado de Ciencias Ambientales, dentro de nuestra Facultad de Biología, de lo cual estoy muy satisfecho y orgulloso.

Quiero dejar constancia de que para mí ha sido un placer trabajar para la Universidad de Murcia. Ella me ha dado la oportunidad de facilitar mi desarrollo personal  y profesional al tratar a sus profesores y personal de administración y a numerosas promociones de alumnos a lo largo de cuarenta y seis años. Durante todo este tiempo dedicado a la enseñanza y a la investigación ha habido numerosos momentos agradables y felices y, cómo no, algunos tristes y difíciles, pero, afortunadamente, han sido los menos y esos uno tiende a olvidarlos.

Lamentable y felizmente he llegado a la jubilación. Lamentablemente porque me gustaba el trabajo que hacía. Felizmente porque he podido hacer, durante mucho tiempo, aquello que me gustaba. Y, además, he tenido la suerte de no haber pedido en todo el tiempo ninguna baja laboral por enfermedad.

 Creo que he sido afortunado. Me gustaría saber que también lo han sido aquellos con quienes he aprendido, trabajado y enseñado. Lamentaría mucho que, en algunos casos, no hubiera sido así y, por ello, pido disculpas.

Confío en que esta jubilación se convierta en una nueva etapa de sosiego, de mayor libertad para poder dedicarme más a mi familia y a aficiones que el trabajo docente e investigador impidió realizar anteriormente con la intensidad deseada.

En un momento como este, quiero mostrar mi cariño y gratitud a mis compañeros de las áreas de “Edafología” y “Cristalografía y Mineralogía” con los que he compartido muchos años de vida profesional y personal. Los echaré mucho de menos y tendrán siempre mi afecto y amistad.

Asimismo, quiero recordar especialmente a aquellos compañeros y amigos que no tuvieron la suerte de llegar a la jubilación. Sobre todo a mi querido maestro Luís Alías y a Rafael Arana, con los que he vivido momentos felices e inolvidables´.

Gracias a todos por prestarme su atención y gracias también a la Facultad de Biología, representada por su decana, por organizar este entrañable acto.