El Honoris Causa Gonzalo Sobejano, nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Murcia

 

“Puede decirse que nací en la Universidad de Murcia” (Sobejano)
El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Murcia ha acogido hoy el nombramiento como Hijo Predilecto de la Ciudad de Gonzalo Sobejano. El filólogo, reconocido como uno de los hispanistas más importantes del mundo compartió investidura en la Universidad de Murcia en 1989 con el escritor Ernesto Sábato. En una ceremonia presidida por el alcalde Miguel Ángel Cámara, a la que asistió en representación de la institución universitaria el vicerrector de Relaciones Institucionales y Ciencias de la Salud Manuel Vidal, Sobejano tuvo palabras de gratitud y de recuerdo para la Universidad de Murcia: “Se puede decir que nací en la Universidad de Murcia”.

Recordó que su padre, Andrés Sobejano fue director de la Biblioteca Universitaria y ostentó diversos cargos en la institución docente durante más de medio siglo. “En la Universidad de Murcia inicié mis estudios y continúo disfrutando de la amistad  de profesores como Javier Díez de Revenga –él fue su padrino en la investidura como doctor Honoris Causa-, Mariano de Paco, Virtudes Serrano, José María Pozuelo César Oliva o Ana Baquero. sobejano 2

El hispanista, que se confesó “murciano por los cuatro costados”, puso de manifiesto su admiración por escritores murcianos como Francisco Sánchez Bautista, Eloy Sánchez Rosillo o Miguel Espinosa, a quien calificó como uno de los grandes novelistas españoles del siglo pasado, y se refirió a las nuevas tecnologías afirmando que “Internet nos prodiga comunicación y nos quita soledad”. Campus publica a continuación, por vez primera, una entrevista con el conocido hispanista:  Sigue leyendo El Honoris Causa Gonzalo Sobejano, nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Murcia

El Mar Menor, protagonista de un curso de la Universidad del Mar que comienza mañana

Mostrará las investigaciones y  los recursos de la zona desde numerosos puntos de vista

Un curso de la Universidad Internacional del Mar-Campus Mare Nostrum se centrará en la investigación y los recursos del Mar Menor de Murcia.
Separado del Mediterráneo por una franja de arena de 22 kilómetros de largo, el Mar Menor es un paraje natural único en España, y constituye el mayor lago de agua salada de toda Europa. Unas circunstancias que hacen de ésta una zona especialmente importante en su aspecto ecológico, tal y como lo avala el hecho de que haya sido designada por Naciones Unidas Zona especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo.

El curso, titulado “El Mar Menor: investigación y recursos”, está dirigido por José Meseguer Peñalver y Alfonsa García Ayala, y desarrollará aspectos relacionados con los organismos propios de este ecosistema, tales como sus mecanismos de defensa, mantenimiento, reproducción o sanidad, así como el turismo, tan importante en la zona.
En el aspecto relacionado con la investigación son notables los estudios realizados en los últimos tiempos sobre el caballito de mar y su reproducción, un tema en el que la Región de Murcia está considerada pionera.
La actividad incluye una visita a las Encañizadas, un método de pesca artesanal que permite desde antiguo pescar ejemplares de dorada y mujol, entre otras especies.
El curso se desarrollará en la localidad de San Javier (Facultad de Ciencias del Deporte, calle Argentina) entre los días 5 y 7 de septiembre.

Información: https://www.um.es/unimar/ficha-curso.php?estado=V&cc=50728

Defensores de tres universidades debaten sobre los retos de la universidad actual en una mesa redonda

José Palazón y Diego Alcaraz, Defensores del Universitario de las universidades de Murcia y Politécnica de Cartagena, y  José Antonio Moreiro, de la Carlos III de Madrid, intervendrán el viernes 7 de septiembre a las 12’30 horas en una mesa redonda que, con el título “Retos de la universidad actual: la visión de los Defensores”, intentará exponer la situación universitaria.
La actividad se desarrollará en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho del Campus de la Merced y será retransmitida en directo en la siguiente dirección: https://tv.um.es/directo.  Actuará de moderador el Secretario General de la Universidad de Murcia, Joaquín Lomba.

Los Defensores del Universitario intentan contribuir a la buena gobernanza del sistema universitario, velando por el respeto a los derechos y a las libertades de los profesores, estudiantes y personal de administración y servicios, ante las actuaciones de los diferentes órganos y servicios universitarios.
En este sentido es especialmente relevante el comunicado realizado antes del verano al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte expresando “públicamente su preocupación en relación al proceso de reformas emprendidas por el Gobierno y que afectan al ámbito universitario”, y haciendo un llamamiento “en favor de la inmediata recuperación de la democracia deliberativa, la concertación y el diálogo entre las partes interesadas”. “Sólo así –concluía- se podrá hacer frente de manera responsable y exitosa al estado de emergencia que viven nuestras sociedades, y también nuestras Universidades; y sólo así los derechos y libertades de los miembros de la comunidad universitaria gozarán de una mayor garantía, evitando al mismo tiempo la precipitación, la imposición y el rechazo, lo que en definitiva deslegitimaría todo el proceso de cambio que las circunstancias demandan”.

Retrato exdecana Derecho

El retrato de María Esperanza Orihuela Calatayud, que fue decana de la Facultad de Derecho entre diciembre de 2005 y febrero de 2010, cuelga desde el 13 de julio de una de las paredes del antiguo decanato de este centro. La catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones internacionales recibió ese día un homenaje por los más de cuatro años que dedicó a la dirección de la Facultad, un evento al que asistió el rector, José Antonio Cobacho, el actual decano, Faustino Cavas, y varios miembros del personal docente e investigador y de administración y servicios.

Video

Esfuerzo por comprender

Juan Tomás Frutos

 

No olvidemos aquello en lo que creemos. Demos con los pronósticos que nos colocan en esos pórticos de los que hemos de salir con una voluntad más que férrea. No deambulemos por lugares extraños. Sepamos por dónde movernos para entender lo que nos ocurre. No apaguemos la luz antes de saber lo que hacemos, por qué, hacia dónde vamos, y los profundos resultados que de todo ello podemos compartir. Hagamos caso al corazón, pero desde la afición y sin miedo. Todo es posible. Busquemos en el interior aquello que nos puede permitir ser y estar en esa antesala que nos promueve con un ansia de libertad serena. Nos hemos de presentar en ese estadio de pensamientos claros con los que abundar en ese trayecto de penitencias superadas. Nos hemos de tomar en serio cada día, con un frasco de perfume que nos aclare hacia dónde marchar con una fantasía secuenciada hasta el final, que puede ser el comienzo. Elevemos las razones por esos lares que tanto nos gustan e impliquemos a quienes vienen con la voluntad más tierna. No queramos conocerlo todo, y comprender todo cuanto ocurre, pero hagamos el esfuerzo para que así sea.

Carlos Larrañaga también parte hacia el infinito

Juan Tomás Frutos

 

Llevamos un verano, aparte de caluroso y presuroso, colmado de calamidades por la desaparición de grandes figuras de la escena española. Ahora ha fallecido Carlos Larrañaga, emparentado con el teatro y el cine por los cuatro costados: hijo, padre, hermano, marido de grandes actores y actrices. Las relaciones consanguíneas y de amistad son ingentes con ese universo interpretativo al que adoró. Era inevitable que se dedicara al teatro. No olvidemos que, además de su contexto, fue cuestión de genes y de su propio pundonor el que surgiera con un talento tan especial en este territorio artístico, que es extraordinariamente complejo.

 

Fue un eterno galán, incluso cuando hizo de malo, pero lo hizo con mucho decoro, con educación, sabiendo estar, dejando la huella, a menudo indeleble, de una melancolía por tiempos pasados de galanteos, de cortesía, de protocolo natural y estimado. Tuvo fama de ligar mucho. Imaginamos que bien ganada, en el mejor de los sentidos, en la esfera más brillante.

Nos recuerdan que salió en una película cuando tan solo contaba cuatro años. Fue con el memorable Pepe Isbert. 71 años más tarde ha demostrado cómo se optimiza una vida en lo personal y en lo profesional. Toda una saga de actores tiene su eje en él, y, sobre todo, ha sido, es, la imagen de ese grupo familiar que ha visto en él una referencia en lo afectivo y en ese oficio que le llevó a una fama bien ganada. Por cierto, destaquemos que sus familiares son excelentes actores y actrices, y lo son por méritos propios.

El teatro fue su ámbito natural, pero también lo ha sido la televisión y el cine. La serie Farmacia de Guardia, en los últimos años, le llevó a un pedestal en el que siempre estuvo por su calidez y calidad humana y profesional.

Ha muerto en esa Málaga a la que amaba. Ha vivido, como diría García Márquez, y así lo ha confesado en todas las entrevistas que le han hecho. Fue una persona feliz, plena, contenta consigo misma, con lo que era, con lo que hacía, y lo sabía transmitir en la verdad de sus personajes, tan variopintos como estelares. Desde su “Alma de Dios”, con la que debutó, como hemos dicho, siendo un tierno infante, hasta “Los muertos no se tocan, nene”, ha tenido una carrera singular y como pocos. Ha trabajado hasta el final, hasta sus 75 años bien llevados, pese a las complicaciones de los últimos meses. Incluso estaba preparando una nueva incursión en el teatro que, por desgracia, no ha podido ser.

Más de 70 películas y numerosos premios y reconocimientos: ése es su palmarés, al que unimos su belleza interior y exterior. Ahora se nos va, pero, sin duda, su mirada, sus buenos trabajos interpretativos, su bonita voz, su talento y su talante nos quedan como una imagen viva, dinámica, llena de chispa, como era él. Nada será igual en los escenarios españoles sin su presencia constante, pero lo importante es la faena y los ejemplos legados. De ellos hemos aprendido y aprenderemos mucho. Ya se sabe que los buenos actores no mueren para siempre. De momento, Carlos Larrañaga viaja hasta ese infinito de los actores que es, un poco, como estar en todas partes.

Adelante como el primer día

Juan Tomás Frutos

 

Llega la lluvia, y todo parece cambiar dejando las esencias perennes. Es algo más que un símbolo. La lluvia trae otra estación, otros ánimos (mejores y peores), anhelos, cambios, transformaciones, humedad, higiene, fresco, renovación, aunque sea a través de la desaparición de lo conocido, lo cual no siempre gusta.

 

Nos debemos animar todos los días con esos hechos que nos permite la fortuna que vivamos. Incluso debemos sacar partido a aquellos que son menos buenos. De todo se aprende, o debemos.

 

Procuremos vivir las fantasías de los buenos y bellos momentos de cariño, que también los tenemos. Hemos de amar sin poner condiciones. Aprendamos de quienes ejercen en la distancia o en la cercanía, de quienes son ante eventos memorables o menos conocidos.

 

Fijemos objetivos cotidianos con los que ir trazando una senda que no debe quedarnos fuera de ese contexto con el que aprendemos. Nos debemos a ese universo de intenciones con las que podemos formular una serie de esfuerzos que fructifiquen en el sentido anhelado.

 

Comandemos esas iniciativas que deben ser resultado de la más linda experiencia. Tomemos la palabra y la mano de los buenos amigos, y sigamos la estela de la ilusión, ésa que, aunque fracasemos, nos invita a seguir adelante como si fuera el primer día de nuestras previsiones vitales.

Tener fe

Juan Tomás Frutos

 

Dicen que la fe mueve montañas. Yo así lo creo. El problema es que no siempre vemos las montañas que se trasladan de un lugar a otro. Es una cuestión de perspectiva. Cuando ésta varía, es complicado poder demostrar lo que sucede, lo que anhelamos, lo que se cumple. 

Me dice un compañero, y me gusta que me lo confiese, que va a pedir, y también agradecer, la intercesión de una advocación mariana en la que creo. Me encanta la gente que cree en lo que no ve, entre otras cosas porque, nos parezcan reales o no, los milagros existen.

Sí, seguro. Los vemos, por ejemplo, en las personas que actúan de voluntarios por todo el mundo, y también en nuestra Región, para que no falte lo mínimo a los que menos tienen. Son ciudadanos/as que contribuyen, por supuesto, en lo material, en lo físico, pero mucho más en lo anímico, en lo espiritual. Decía Teresa de Calcuta que hay mucha hambre (física) en el planeta Tierra, pero hay mucha más necesidad de amor, de saciar la carencia, o carencias, en la esfera espiritual.

Es difícil tener fe, claro está, pero hemos de tenerla cuando advertimos personas que todos los días se levantan para ayudar y ayudarse, para trabajar, para estudiar, para avanzar, para prosperar, para dar o escuchar una palabra amable. Esos seres humanos, sin saberlo, o sabiéndolo, contribuyen a que el universo de circunstancias que nos caracterizan sea un poco más hermoso.

Es un milagro vivir cada jornada, y tener amigos, y tener con quien compartir los pequeños éxitos y hasta los fracasos. Es un milagro atender a los otros, y que los demás nos atiendan, y que podamos proseguir con un empeño más o menos brillante. El poder decidir por nosotros mismos, el hacer lo que nos gusta, el tener a nuestras familias bien de salud y en otros órdenes, el poder respirar el mismo aire, el conversar en torno a una taza de café, el poder sonreír… son milagros que hemos de pregonar para que doblemente se entienda que, a menudo, por ser supuestamente “normales”, estas situaciones no se valoran.

Contar con quienes creen en nosotros es también un milagro. No pocos crecen sin tener a alguien que los guíe, que los alumbre, que les dé alguna intencionada lección de convivencia. Precisamos las palabras de los maestros, y el tenerlos a lo largo de nuestra existencia es un milagro con el que nos fortalecemos en lo espiritual, y, por lo tanto, también en lo físico. El relacionarnos con otros y otras es una experiencia fantástica que hemos de ver, aunque sea meramente lo cotidiano, con fortuna y apasionamiento. No siempre valoramos el tener una palabra amiga, o una mano amiga, el tener a alguien cerca.

Saber interpretar la vida

En este mundo de prisas no manejamos bien los conceptos, pues rápidamente los aprendemos, y rápidamente se olvidan. Tiene su lógica por una proporcionalidad de esfuerzos. Nos debemos preparar durante toda la vida para interpretar los símbolos que nos rodean en forma de hechos, de gestos, de ideas, de acciones y de omisiones. El poder hacerlo, el que tengamos capacidad para decidir, es ya, en sí, un milagro. Hay muchas personas que eligen, pero hay algunas que eligen entre opciones malas porque todas las que les vinieron fueron complicadas. Es cierto que, al final, elige uno, y uno es el responsable de sus actos, pero también es verdad que hemos de dar las gracias cuando las decisiones que se han tomado lo son entre circunstancias afortunadas, pues seguramente constituyen el milagro del que les hablo en el sentido de que todo haya sido más fácil, o, cuando menos, posible.

Tener los ojos abiertos, el corazón a la escucha, y fe en el presente y en el futuro, así como esa ventana abierta que nos pedía el poeta Rosales, para que las opciones viajen con libertad en nuestras vidas, son aspectos de unas existencias milagrosas que, junto o al margen de los hechos religiosos, demuestran que tenemos esperanza en lo que no vemos, en lo que está por suceder. Recordemos que, aunque no las divisemos, las montañas se mueven todos los días.

La Universidad de Murcia comienza el lunes los cursos de Buceo Científico y Navegación, los más antiguos de la Universidad del Mar

Los alumnos de buceo harán inmersiones de hasta 30 metros de profundidad
Entre el 3 y el 20 de septiembre se desarrollarán dos de las actividades más veteranas de la Universidad del Mar-Campus Mare Nostrum: los cursos de Buceo Científico y Arte y Ciencia de la Navegación, ambos a celebrar en Cartagena.
Fernando Patricio Martín Paz, Director del Centro de Buceo de la Armada y María del Carmen González Castillo, Técnico Responsable de Actividades Acuáticas y Subacuáticas de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia son los directores del curso de Buceo Científico, que, con 29 ediciones, constituye la actividad más antigua de entre los cursos de verano organizados por la Universidad de Murcia.

En él se pretende introducir a sus alumnos en la práctica del buceo, capacitándoles para realizar inmersiones hasta a 30 metros de profundidad.  El curso comprende tanto aspectos teóricos como prácticos, incluyendo temas como fisiología aplicada al buceo, primeros auxilios, teoría del salvamento y rescate, física aplicada al buceo o teoría de la  descompresión. También incluye prácticas de buceo en piscina y mar abierto, realizándose inmersiones paulatinamente más profundas.
Arte y ciencia de la navegación
Por otro lado, se celebra este año la edición número XX  del curso de Arte y Ciencia de la Navegación, dirigido igualmente por Fernando Patricio Martín y María del Carmen González, que intenta dar a conocer a sus alumnos los aspectos teóricos y prácticos de la navegación, capacitándolos, al mismo tiempo, para patronear embarcaciones de recreo.
Ambos cursos poseen una duración de 120 horas, y los alumnos que se matriculen en ellos tendrán derecho a un total de 4’5 créditos de libre configuración o 3 créditos ECTS-CRAU.
Información:
https://www.um.es/unimar/ficha-curso.php?estado=V&cc=50916
https://www.um.es/unimar/ficha-curso.php?estado=V&cc=50918

Francisco Umbral, el periodista escritor que fue él mismo

Juan Tomás Frutos

 

Recordar a los grandes seres humanos que hemos podido disfrutar en algún sentido es casi una obligación divina. Es lo que hacemos hoy con uno de los grandes periodistas y escritores de las últimas décadas.

Era duro y sensible, culto y un poco soez, hablaba de sus libros, y también de la vida, sobre todo de la vida. Este madrileño empedernido, cuajado de tópicos y de sorpresas, de garantías y de libertades, supo encandilar como pocos a quienes se acercaron a las letras españolas durante la segunda mitad del siglo XX y en los albores del siglo XXI. Nos referimos a Paco Umbral, a Don Francisco Umbral, tan entregado a las causas imposibles como complicado en sus formas y en sus contenidos.

Es uno de esos claros ejemplos de periodista-escritor en una simbiosis que podemos calificar de perfecta. Fue bueno, diría que muy bueno, en los dos ámbitos. Destacó, fundamentalmente, en el ensayo y en la columna, donde demostró su técnica, su capacidad, su habilidad y ese especial talento que tenía para difundir esa lengua universal que es el castellano. Aunque parezca imposible en los actuales tiempos, contribuyó a enlucir el idioma cervantino y el amor a las letras.

Ha habido pocos periodistas como él, y pocos escritores, por su densidad, por sus gustos, por cómo llegaba al público, por cómo supo hacer su espacio y darse eco, igualmente por los temas que trataba y por cómo los abordaba. Se sentía muy cómodo con esa prosa poética que le dio un marchamo muy especial en sus encuentros diarios con los lectores. Siempre tenía la palabra acertada para confesarse ante sus seguidores. Por su forma de ser, por su libertad, fue tan él que no dejó a nadie impasible: tuvo grandes amigos y adeptos, y también enormes, en cantidad y en empeños, detractores.

Sigue vivo, y lo sigue tanto como su tan bien estudiado Federico García Lorca. Numerosos encuentros, certámenes, congresos, talleres, cursos, estudios de doctorado, etc., dan cuenta de la envergadura con la que todavía se interpretan sus textos y su figura. Se nos fue hace cinco años, pero sigue tan vital como siempre. Es lo que tiene la literatura, que gana con el tiempo, como el buen vino, si me permiten la comparación.

Media década hace ya que se nos marchó, este gran autor de “Las Ninfas”, con una profusa producción, que incluye más de 120 obras narrativas, más ensayos, poesía, varios miles de artículos en numerosos periódicos, biografías, autobiografías, escritos de todo calado y de diversa índole, etc.  Sin embargo, el tiempo no le hace mella. Era un escritor incansable, de todo, sobre cualquier asunto que pudiera interesar o interesarle. Y, lo mejor de todo, es que no se dobló ante nada. Fue, con sus contradicciones, él mismo. No se puede pedir más.

UNIVERSIDAD DE MURCIA