Demos cuenta de los avances

Juan Tomás Frutos

 

Contemos lo que sabemos, lo que aprendemos, las evoluciones más o menos florecientes que nos permiten ser sociedades más plurales y queridas. Informar de los avances en los que nos hallamos inmersos es casi una obligación societaria. Los procesos comunicativos nos llevan por sendas de un continuo aprendizaje que hemos de expandir con preferencias mayoritarias y compartidas.

La comprensión, la humanidad, las dosis de cercanía nos deben servir para dar con atajos que nos permitan conservar el suficiente coraje para momentos más necesitados. Hagamos caso a ese amor que nos encumbra hacia sensaciones de deseo con purezas gratas. No podemos quejarnos de lo que nos sucede, si no somos capaces de cambiar las cosas poco a poco, con la visión puesta en lo global, en los intereses de la colectividad donde nos ubiquemos. Nos insertamos en comunidades de bienes donde no debe proliferar la materia sino el espíritu, que es lo que nos une incluso en momento de tormentas y de controversias. Regularicemos los afectos con las oportunas sintonías. Tendremos que aguardar en los instantes más estelares con el fin de que demos con los propósitos que serán enmiendas parciales para llegar hasta esa etapa que podemos considerar crucial. Seamos firmes en los objetivos, en los propósitos que compartimos. La igualdad y la fraternidad son conceptos que dependen muy mucho de lo que nosotros hagamos, de lo que seamos capaces de fomentar. Es cuestión de ponernos, sin cansarnos antes de tiempo, manos a una obra que ha de ser de todos, por y para todos. Comuniquemos los avances por nimios que se presenten. Demos cuenta, a nivel informativo, de los progresos que a todos nos sirven, y, fundamentalmente, procuremos que sean de esta guisa. Subrayemos esos apartados y contenidos que nos consiguen mayores dosis de conocimiento y de libertad dichosa.