Hacer balances de lo que vamos logrando no es malo. Supongo que al contrario. Todo queda en su sitio cuando hacemos un buen análisis. Conviene que, a menudo, nos fijemos en lo que tenemos, y no para saborear una actitud soberbia, sino más bien para reconocer que somos unos afortunados. Quizá así no nos detengamos en lo que no conseguimos (cuando hacemos esto casi ofendemos a lo que debería ser la naturaleza humana).
Sigue leyendo Afortunados por el premio-regalo de todo lo tecnológico