No descubrimos nada nuevo. Es un oficio más que consolidado, pero con problemas acuciantes, duros ellos. La profesión periodística atraviesa, como le ocurre a otras, por una crisis que se presenta mediante las más diversas caras: la social, la ética, la formativa, la de su propia identidad… No es un buen momento para afrontar todos los deberes que hemos ido dejando en el pasado más o menos reciente, pero lo cierto es que no debemos permitirnos que pase más tiempo sin que nos enfrentemos a lo que está sucediendo con medidas tan claras como contundentes.