Rototom Sunsplash: el festival del respeto y la multiculturalidad

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¡Bob Marley vive!

El pasado agosto tuvo en Benicásim el mayor festival europeo de reggae, y uno de los más importantes del mundo, el Rototom Sunsplash, en su XVIII edición. La cita se extendió desde el día 18 al 27 de dicho mes, y reunió a personalidades del reggae para homenajear especialmente al que ya es considerado el padre de esta cultura, el archiamado Bob Marley. Para ello, tres de sus hijos y su viuda se subieron al escenario principal del festival a lo largo del mismo, congregando de manera espectacular a los asistentes al festival.

 

Cada hora y media de concierto que correspondía a cada uno fue, verdaderamente, algo semejante a un ritual. Con cualquier atisbo que asomara del maestro, entre el público se podía sentir esa ilusión; querer rozar de alguna manera al gran ídolo, buscar en la familia del cantante cualquier gesto que lo reviviese por unos instantes. Por supuesto, se atrevieron con canciones de Marley, versionando sus temas en los escenarios; por descontado, su voz sonaba en cada rincón a través de los altavoces del recinto.  Además, grupos con Dub Incorporation, Shaggy Toots&the Maytals, o el mítico Jimmy Cliff; así como agrupaciones nacionales como el cantante Swan Fayah Boy u Ojos de Brujo, dieron verdaderos espectáculos, revolucionando al público, éstos últimos con un plus de interés, puesto que, ya separados, accedieron a reunirse de nuevo para este festival.

 

Espíritu Marley
El espíritu Marley bañaba cada rincón del festival, los tres colores rasta tintaban cada rincón del enorme recinto, donde la protagonista incuestionable era precisamente la música. Nueve días de convivencia entre miles de personas, de hecho el festival más concurrido de todas las ediciones que ha celebrado, con una cifra de 230.000 asistentes según la organización. Nueve días cargados de experiencias que sería imposible plasmar en unas líneas. Familias enteras entregadas en los conciertos, actividades de todo tipo y a todas horas. El festival era, efectivamente, una ciudad aparte, una ciudad hecha de reggae y del one love, donde la música fluía las veinticuatro horas. Cualquier tema es susceptible de ser reggae, y era fácil comer escuchando versiones reggae de Radiohead o de los mismos Beatles. El Rototom Sunsplash es un mundo paralelo, un ejemplo vivo de que el mundo puede ser de otra manera; la solidaridad y el buen ambiente reinaba por todas partes. Como ejemplo, ni siquiera el hecho de que sólo hubiese un cajero automático en varios kilómetros a la redonda desanimaba; las colas eran insufribles, pero siempre había algún espontáneo que amenizaba cantando o pulverizando con agua. Criticando las injusticias Veinticuatro horas de música y de fiesta, y sin embargo las actividades organizadas dentro del recinto estaban continuamente repletas: danza africana, taller de percusión, batukada. Incluso las charlas de las cuatro de la tarde se abarrotaban en una carpa donde no había, claro está, aire acondicionado. Y no sólo las charlas de cantantes o de personalidades esperadísimas, como fue la de la nobel de la paz Shirin Ebadi, acompañada por Rosa María Calaf a modo de intérprete. Ésta comenzó su conferencia ni más ni menos que alabando el movimiento 15-M, y emocionó a una sala abarrotada hablando de la censura que ha sufrido y sufre en Irán. Sin embargo, expresó su desacuerdo con el término de “Primavera árabe” en relación con las revueltas desarrolladas en los países musulmanes el pasado abril; “No es suficiente con echar a un dictador porque puede venir otro y, hasta que no haya democracia, no se puede hablar de primavera en estos países “. Su sinceridad y su crítica a las injusticias, refiriéndose tanto a su país como al mismo occidente, dejó a todo el mundo boquiabierto. Se puede escuchar la intervención completa en el siguiente enlace: http://www.youtube.com/watch?v=GEqwCfOEmx0 Las conferencias se sucedieron durante todo el festival, adentrándose en diferentes ámbitos: desde la charla acerca del movimiento 15-M, en la que intervinieron representantes de Acampada Sol y Acampada Barcelona, además de una portavoz del periódico El País y otro portavoz de la plataforma Democracia Real Ya, y que se alargó durante casi tres horas con una participación que desbordaba la sala; o la que cerró el ciclo de “A Hope of summer”, realizada por el polémico Leo Bassi, con su performance “Raíces judeocristianas de occidente: un fraude histórico a combatir “. Además, el público tuvo el privilegio de escuchar a los cantantes en una serie de charlas abiertas que, a pesar del calor, tuvieron un gran éxito de asistencia. Una de las más destacables es la de la viuda de Marley, Rita, que apenas subió al escenario a acompañar a su hijo Ziggy, pero en cambio ofreció declaraciones sobre su experiencia y esperanzas a todo aquel que quiso acercarse. Sería imposible enumerar aquí ya no sólo las actividades que se llevaron a cabo durante el festival, sino incluso las sensaciones que despierta una experiencia así. Conocer a gente tan diversa y de tantas procedencias, con tantas ambiciones e ideas, proyectos, cosas que decir. Desde padres recibiendo charlas sobre educación alternativa en la zona de guardería, como ancianas aprendiendo a moverse al difícilísimo ritmo africano. Me quedo, sin duda,con el gran corro humano, pintado sobre el asfalto del recinto, que plasmó la silueta de decenas de personas reales dándose la mano; personas entre las que una servidora tiene la gran satisfacción de encontrarse. El espíritu del One love sigue extendiéndose a pesar del paso de los años. El. Aquello que quería el maestro no era una utopía; al menos durante estos días de agosto se hizo realidad: el color de los ojos cobró más importancia que el color de la piel.