La Profesión periodística debe ser más reivindicativa sobre su situación

Cuando hacemos un intenso recorrido por el panorama mediático de la comunidad murciana, vemos que la situación de la prensa en la Región de Murcia es buena, pero, al tiempo, claramente mejorable. Entiendo que estamos ubicados en un tiempo y un espacio extraordinarios para acometer una potenciación del sector desde la óptica de la experiencia y de las nuevas tecnologías.

Ahora se trata de no perder el ritmo y de rodearnos de una enorme creencia en nosotros mismos desde la esperanza y el planteamiento de que hemos de sintonizar con toda la sociedad al completo. Se están haciendo importantes inversiones en medios materiales, pero, al tiempo, la exigencia es, ha de ser, que también se hagan en recursos humanos, en su formación, así como en su modo y manera de trabajar. Somos instrumentos de servicio público y debemos buscar un amplio consenso sobre lo que es importante para todos. Juntos podemos. Ya se sabe: la unión hace la fuerza.

Asimismo hay que destacar que la actualidad del Periodismo regional no difiere, creo, de la del resto del país. Hay muchos medios, entre todos ellos complementarios, que aportan pluralidad y opciones informativas, formativas y de entretenimiento, pero faltan mejoras en el clima laboral de los profesionales y una mayor dosis de responsabilidad para subsanar problemas como los bajos salarios o la falta de estabilidad de los profesionales del sector. Siguiendo ese camino podemos llegar a otras sendas, sin duda claramente más idóneas.

Las posibilidades son inmensas. La implantación de nuevos medios y de flamantes soportes implica más puestos de trabajo. Eso se tiene que corresponder con más calidad en todos los órdenes. El momento es interesante para mejorar las condiciones profesionales de los periodistas. Creo en ello firmemente, y ésa es la gran apuesta de la Asociación de la Prensa y del inminente Colegio Profesional.

Internet ha sido y es, y por un tiempo será, la gran revolución en los medios y en la sociedad. Hay en ello luces y sombras, ventajas e inconvenientes, pero yo me quedo con lo más evidente: hay más aspectos positivos que negativos. Bien utilizada, es la base para otra gran revolución cultural. Siempre hay un trasvase de audiencia en cuanto surge un medio nuevo. Lo importante es que tanto los medios tradicionales como los nuevos se sepan adaptar a la nueva situación, buscando ser referencias tanto para el público en general como, si es el caso, igualmente para una población determinada.

Esto no obstante, lo más deseable es que recuperemos algo del tiempo perdido y que haya una auténtica disciplina en las escuelas, institutos y universidades que defienda la educación para y por los medios. Se ha de pretender, de este modo, que se generen sinergias interesantes de consumo y que exista una mayor responsabilidad por parte de todos, medios, ciudadanos y Administraciones Públicas, a la hora de generar una conciencia crítica en torno al papel que desempeñan o deben realizar las empresas periodísticas.

Oportunidad de llegar mejor al ciudadano

Por otro lado, y por decirlo en pocas palabras, no estimo que haya problemas de pérdidas de audiencia con los nuevos soportes de Internet. Lo que sí entiendo es que se produce desde ya una oportunidad excepcional de inmiscuirnos en los verdaderos intereses de los ciudadanos y ciudadanas, a los que hemos de tratar de formar desde los nuevos medios, y también desde los tradicionales, que en el ámbito docente hemos descuidado un tanto.

El Periodismo, pienso, siempre será Periodismo. Hay un poso, una esencia, que se perpetúa, que sigue, y que considero firmemente que proseguirá. Yo creo que, pese a los adelantos, a los avances, a las mejoras tecnológicas, hay mucho, casi todo, de vocación, de ilusión. La pasión por informar sigue siendo, a mi juicio, lo fundamental. El afán de servir al público de la mejor manera posible continúa siendo la constante de los profesionales de la información. Lo malo es que hay unos enormes índices de precariedad y unos ínfimos sueldos que están menoscabando de raíz la profesión y su ejercicio. Contra eso debemos luchar sin paliativos, así como contra el intrusismo. Estoy más que convencido de que necesitamos regular el sector y las condiciones laborales de los profesionales, que consiguen una alta y una gran calidad en sus contenidos que no se corresponde con la calidad laboral en la que están inmersos.

En cuanto a los pilares básicos del buen Periodismo, destaco y defiendo que un periodista debe ser, ante todo, una persona honesta y buena que ha de tener en su entorno los suficientes alicientes para reciclarse, formarse y disfrutar del adecuado entusiasmo para ejercer una profesión que tiene una base extraordinaria de vocación, como ya he indicado. Con un buen sustento universitario, con el necesario y conveniente respeto y con el aporte de la experiencia, podemos hacer de personas de talento y talante inmensos profesionales de la información. Lo malo es que lo periodístico anda un poco solo y, a veces, a la deriva. Seguramente hay que volver a leer, o algunos deben leer por primera vez, a Ryszard Kapuscinski.

Y, en toda esta situación, son muchos los proyectos que tiene la Asociación de la Prensa de Murcia, cada uno incardinado en un plazo determinado, que es como se consiguen cosas. El primero y principal es dar luz verde en este semestre al Colegio Profesional. Los Estatutos se están finalizando, y ahora toca convocar a los asociados para que los aprueben, si así lo consideran, para a continuación enviarlos a la Consejería de Presidencia de la Comunidad, de modo que sus Servicios Jurídicos dictaminen si se atienen a derecho. A partir de ahí debemos ponernos en marcha con una Junta Directiva renovada y con muchos proyectos, como le digo, por hacer.

Una de las cosas que ya hemos emprendido es hacernos notar más como institución, como colectivo. Todo lo que informativamente tiene que ver con la profesión en particular o con la comunicación en general ha de ser trasladado a todos los socios en primera instancia, a las empresas periodísticas en paralelo, y, cómo no, a la sociedad al completo.

Proyectos de la Asociación de la Prensa

Y hay mucho más. Estamos informatizando la Asociación. Todos los recursos de los que disponemos se están plasmando en una potente base de datos. Asimismo, estamos contribuyendo con la FAPE, con la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, para la creación de un portal, así como en la puesta en valor de una bolsa de trabajo, que ya comienza a ser una realidad.

Hemos casi concluido dos libros que tienen que ver con la Asociación de la Prensa: uno sobre su historia (recordemos que hemos cumplido 102 años), y otro sobre la Fundación Laureles (una institución de gran calado y raigambre cultural).

También estamos colaborando con la Comunidad Autónoma haciendo un libro que formará parte de la colección “Clásicos del Agua”, que versará sobre el tratamiento informativo de la cuestión hidrológica en la Prensa murciana a lo largo de su historia.

De modo paralelo queremos desarrollar un foro de periodistas con reuniones semanales, bien en la Asociación de la Prensa o en otro lugar.

Asimismo, tenemos las tradicionales actividades y publicaciones de la Asociación, y, en este sentido, estamos preparando ya el Anuario de este año.

Queremos, igualmente, que profesionales de otras Comunidades Autónomas y que los propios compañeros manifiesten a través de ponencias y de jornadas cuál es la situación del sector. Nos importa mucho la precariedad y el intrusismo y es bueno, y necesario, que repitamos que no es eso lo que queremos. Hay que dignificar la profesión, pedir un poco de más respeto. Hasta ahora, y de manera paradójica, nos hemos callado en exceso. De hecho, el estudio que ha confeccionado la Universidad de Málaga para la FAPE sobre la situación del sector lo vamos a presentar en Murcia a principios de Febrero.

Deseamos sin complejos reivindicar la importancia de nuestra profesión y de nuestros compañeros. Vamos a realizar numerosas actividades en las que nosotros seamos los auténticos protagonistas. Asimismo, queremos darle mayor vistosidad a determinados actos de toda la vida, como es la entrega de los Laureles, en Octubre, o la misma presentación en sociedad de las publicaciones, que se hará con la suficiente sonoridad. Para cosas puntuales trataremos de rescatar “La Hoja del Lunes”…

Son muchas iniciativas, como se ve; y, además, queremos entroncarnos con la cultura a través de presentaciones de libros, de exposiciones, etc. Un aspecto crucial es incidir en la formación de los profesionales recién titulados y de aquellos otros que tienen más experiencia. Muchas, muchas cosas, como se puede apreciar. Ya os iremos contando.

Actualmente, en la Asociación de la Prensa s omos 250 socios. Lo más interesante es el crecimiento tan importante que hemos registrado en el último año, sobre todo en el último semestre. Es cierto, y así lo creo, que lo que debe preocuparnos y ocuparnos es la calidad y la confortabilidad de los socios, el que se sientan identificados con la institución y con lo que hacemos o podemos realizar, pero, sin duda, nuestro reto es llegar a los 400 ó 500 en los próximos cuatro años. Si somos capaces de entusiasmar al colectivo con unos proyectos bien cerrados y en torno al Colegio Profesional que vamos a instituir este año, seguro que seremos más grandes y más fuertes. No debemos olvidar que la fortaleza del sector, y, fundamentalmente, de sus profesionales, es la propia fortaleza de la sociedad misma. Ganas no nos faltan.