El Ministerio de Educación ha presentado el anteproyecto de Reforma de la Educación y no son pocas las consecuencias, sin embargo, y sin menospreciar a otros colectivos que se han visto considerablemente afectados, la más llamativa parece ser el ataque a la Filosofía.

Digo parece ser, porque dentro de la sección Los valores y la formación ciudadanía en el foro abierto por el Ministerio en su página web ( www.debateeducativo.mec.es ), titulado Una educación de calidad para todos y entre todos , da la impresión de ser tan sólo un cambio de nombre de las asignaturas.

Sin embargo, la realidad más bien es otra. Se elimina la asignatura de Ética de 4º de la ESO , así como la Filosofía I y la Historia de la Filosofía del Bachillerato. La Filosofía en el Bachillerato pasa a ser una asignatura de modalidad, sólo y exclusivamente para el Bachillerato de Ciencias. Aparece en ESO la Educación para la Ciudadanía y en Bachillerato las Ciencias del mundo contemporáneo, que podría sustituir a una de las Filosofías, pero ninguna está asignada al Departamento de Filosofía, recordando la estrategia que ya siguió Gregorio Peces-Barba como rector de la Universidad Carlos III, contrario a que “no” sean los profesores de Filosofía los que impartan la nueva asignatura, sino juristas –tal y como se manifestó en El País el pasado 22 de noviembre.

Estamos en un país que lleva en un breve período una reforma educativa, una contrarreforma de la reforma y una reforma de la contrarreforma, que no sólo ha desorientado a profesores y alumnos, sino de la que se empiezan a extraer preocupantes datos como el que seamos uno de los últimos países de Europa en lectura y comprensión de textos y en uso del lenguaje, dimensiones para las que la Filosofía resulta tremendamente eficaz, por no decir la patente anestesia e inmovilismo de buena parte de la ciudadanía. Está claro que la Filosofía no tiene en exclusiva la capacidad de estimular al pensamiento crítico, pero sin duda sí que posee –y con ella los profesionales que se han formado para educar en la misma– los medios para construir esa mirada crítica que permita interpretar el mundo que nos rodea unida a una postura activa ante éste. Pero por encima de cuestiones gremiales, que afectarán a medio plazo a gran parte de las humanidades en el ámbito universitario, lo que está en juego es algo tan importante como el modelo de enseñanza que queremos y del que dependerá el futuro próximo de este país.

Ante la gravedad de esta situación, la FESOFI (Federación de Sociedades de Filosofía) y la Sociedad de Filosofía de la Región de Murcia ya están trabajando para que esto no ocurra, tal y como os podéis informar en su página web ( www.sociedadfilosofia.org ) y en el Foro abierto en la misma. No es algo ante lo que podamos permanecer callados, y no sólo los filósofos, sino todos aquellos que se preocupen por el tipo de mundo que queremos.