Michael Franz Lappert, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia: “En ciencia lo auténticamente inesperado es la vida”

Considerado uno de los científicos más relevantes del mundo de la Química Inorgánica-organometálica, el profesor Michael Franz Lappert nació en Brno, capital de la región de Moravia en la actual República Checa, el último día de 1928, pero ha desarrollado toda su carrera profesional en Gran Bretaña, sobre todo en la Universidad de Sussex, Brighton, en la que fue lector  durante la segunda mitad  de los 60 y, posteriormente, hasta hoy, profesor e investigador.

En 1970 obtuvo la primera medalla de la Royal Society of Chemistry  por su trabajo en Química de los elementos principales. Fue la primera de las distinciones que han jalonado su dilatada trayectoria y que incluyen premios como la medalla de Nyholm en 1972, el premio F. S. Kipping de la ACS en 1976 o la de sir Edward Frankland en 1998.  La última de las distinciones fue el premio en Memoria de Alfred Stock de la German Chemical Society en el año 2008, un galardón de suma importancia que sólo han obtenido en dos ocasiones investigadores no alemanes. Lappert ha impartido su disciplina en universidades de cuatro continentes: Alabama, Alberta, British Columbia, Honkong, Australia y Wisconsin entre otras. Su carrera, intensa y extensa como pocas, le ha permitido publicar varios libros y casi 800 trabajos de investigación en las más prestigiosas revistas durante 60 años (desde 1951). Lappert ha demostrado una enorme versatilidad en su dedicación, ya que probablemente sea el único químico que ha trabajado con prácticamente todos los elementos de la tabla periódica –a excepción del Berilio y los Gases Nobles-.

Actualmente, con 84 años, el profesor Lappert sigue trabajando, una trayectoria en la que ha tenido mucho que ver la pasión que profesa a su profesión y una forma física envidiable para su edad. A lo que sin duda ha contribuido, como él mismo asegura con socarronería: “su régimen de vida, algo de ejercicio físico y el hecho de tener perro y sacarlo a pasear”. Michael Franz Lappert fue investido Doctor Honoris Causa en la Universidad de Murcia el pasado día 29 de abril junto a su amigo y colega el profesor George Jeffery Leigh.
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-P: A finales de los años 40 usted comenzó su carrera profesional en el mundo de la química ¿Cómo han cambiado las condiciones en las que se trabaja e investiga en esta ciencia en esos casi 70 años? ¿Qué recuerda de su trabajo en aquellos primeros años?

-R: Lo que ha ocurrido es que las sustancias químicas son más fáciles de conseguir, y los equipos con los que se trabaja se han hecho mucho más sofisticados y más fáciles de usar.

-P: ¿Qué recuerda de cómo era su trabajo en aquellos comienzos?

-R: Que todo se debía hacer con mucho más esfuerzo que ahora, porque era muy difícil conseguir las sustancias químicas.
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-P: Usted es probablemente el químico que ha trabajado con más elementos de la tabla periódica (prácticamente con todos, excepto Berilio y los gases nobles). No es un investigador al que se le pueda encasillar en un elemento concreto. ¿Qué ha tenido esto de positivo en su trabajo?

-R: Una forma de hacerlo es tener a mucha gente trabajando junto a mí, y darle a cada uno un elemento, pero manteniendo siempre el mismo ligando.

-P: Usted llegó a dirigir un laboratorio, ¿cómo es el trabajo de organizar a un amplio colectivo para rentabilizar sus trabajos?

-R: Llegué a tener a cuatro grupos trabajando en diferentes áreas, y todas las semanas me reunía de manera independiente con cada uno de ellos. En esas reuniones se discutía el trabajo de toda la semana. Eso hacía que los investigadores no sólo aprendieran de mí, sino también de ellos mismos. Aquello fue magnífico para mí, ya que me permitió trabajar con mucha gente de procedencia muy distinta.

-P: Ha asesorado a químicos de la Universidad de Murcia en aspectos relacionados con la investigación.

-R: No sólo de Murcia, también de universidades de toda España, y todos ellos  están realizando ahora muy buenos trabajos.
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-P: Como uno de los químicos más veteranos del panorama internacional, ¿Qué le diría a un joven que quiera dedicarse a la Química?

-R: Le diría que se va a divertir mucho con este trabajo, pero que sepa que no se va a hacer rico.

El padrino Gabriel García Sánchez impone el birrete a Lappert en la ceremonia de Doctor Honoris Causa.El padrino Gabriel García Sánchez impone el birrete a Lappert en la ceremonia de Doctor Honoris Causa

-P: ¿Y cuáles son los valores fundamentales que debería tener en cuenta una persona que se va a dedicar a la química?

-R: Las relaciones personales son fundamentales.

-P: Usted es una de las personas que más ha contribuido a la Química Inorgánica en el mundo. ¿Qué ha intentado hacer en el campo profesional en estos más de 60 años que se ha dedicado a esta ciencia?

-R: El objetivo de la mayor parte de nuestras investigaciones ha sido descubrir lo inesperado dentro del área general de la química organometálica e inorgánica.

-P: ¿Cómo se busca lo inesperado?

-R: La Química de los elementos de transición, la Química organometálica, era totalmente desconocida, y todo era, por tanto, inesperado para todos. Una de las cosas inesperadas que encontré fue que lo importante no es la inestabilidad termodinámica, sino la estabilidad cinética.

-P: ¿Y cuáles son los descubrimientos más inesperados que ha realizado en su carrera como investigador?

-R: Uno de los descubrimientos más inesperados para mí fueron los compuestos de estaño con sólo seis electrones en lugar de los ocho que contiene. Los elementos paramagnéticos del grupo principal se desconocían, entre ellos uno de los compuestos de estaño con siete electrones, que se encontraban con muchos efectos esféricos debido a los grandes grupos que estaban uniendo a los elementos. De todas formas, en ciencia lo inesperado de verdad es la vida.

Un momento de la ceremonia de Doctorado Honoris Causa.Un momento de la ceremonia de Doctorado Honoris Causa