Por Juan TOMÁS FRUTOS.

Nos alimentaremos del nuevo día con una virtud de amor eterno. Nos consolaremos con reglas de oro que nos amamantarán. Podremos con el todo más perfecto.

Sigamos con la singularidad de cada amanecer desde el pronóstico no reservado y dispongamos las memorias que nos han de ayudar a vivir.

Nos haremos fermentar con previsiones de puro amor. Nos daremos un sí de querencias supremas que nos inclinarán hacia el lado más característico.

Nos desarrollaremos como personas de bien, como amigos, dispensando las previsiones de influjo no fugaz. Nos propondremos el camino que será palabra.

Todo cuando aparece ha de darnos las presentaciones cariñosas más fuertes. Podemos estar juntos. Nos deberemos a lo más importante. Estamos.