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Entrevista con el dibujante Carlos Giménez: “En mis obras he contado lo más traumático de mi vida”

 

El historietista Carlos Giménez durante la entrevista concedida a Campus Digital.
El historietista Carlos Giménez durante la entrevista concedida a Campus Digital.

“Los tebeos me proporcionaron una geografía de la aventura en mi niñez”
Los tebeos fueron su refugio en aquella España grisácea de los 40.  Aquellos colegios de auxilio social donde pasó sus primeros años proporcionaron  al historietista Carlos Giménez un material inestimable para plasmar en su obra gráfica. Unos colegios que él califica de perversos en los que aprendió a defenderse en la vida. Unos lugares en los que, cómo él afirma, se comía poco y se aprendía poco, pero, en cambio, había grandes dosis de espíritu nacional, de soledad y miseria.

Aquellas experiencias fueron plasmadas en comics como “Paracuellos”, de la que ahora se prepara su versión cinematográfica, que le sirvieron a Carlos Giménez para ajustar cuentas con el pasado. Realmente la vida de este artista ha sido en numerosas ocasiones el principal sustento para sus historias en papel: ahía están “Barrio” o “Los profesionales” para corroborarlo. 

La obra de Carlos Giménez no ha cesado de evolucionar desde que, allá por los últimos años 60 creara la serie “Dani Futuro”. Desde entonces han sido miles las páginas que ha rellenado con sus dibujos, con su peculiar forma de narrar y de contar historias, que le ha valido el reconocimiento internacional: Premio de la Crítica en el 2001, premio Yellow Kid, Mejor cómic en el Festival de Cine Europeo, Festival Internacional de Roma, Premio de la Crítica en el 2001, Premio IVÁ, Salón Internacional de Cómic de Barcelona en varias ocasiones, Premio Angouleme en el 81, Premio Betty Boop, Mejor cómic en el Foro de Cómics europeo, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes…  la lista podría ser interminable, pero no han cambiado en nada a este dibujante que, desde niño, se evadía con las historias de aquellos tebeos de la posguerra soñando con emular a sus autores. Setenta años después, puede afirmar que ha conseguido estar con los mejores. Carlos Giménez estuvo en la Universidad de Murcia el pasado jueves 16 de febrero a las 19 horas, invitado por “Comicum”, el Aula de Cómic de la Universidad de Murcia, que dirigen los dibujantes Juan Álvarez y Jorge Gómez.
Carlos Giménez junto a una ilustración de su obra más popular.

-Pregunta: ¿En qué medida han influido en nosotros aquellos tebeos que leíamos en nuestra infancia? -Respuesta: Para la gente de mi generación, los tebeos de nuestra infancia son muy importantes, y para mí lo son particularmente. De hecho yo soy dibujante de tebeos por la influencia que ejercieron sobre mí en mi infancia. Yo viví en un colegio en el que no había prácticamente nada que pudiera considerarse mínimamente artístico: no había cuadros en las paredes, no había estatuas en los jardines… Hasta los libros de texto en los que estudiábamos eran libros muy feos con pocas ilustraciones, y además muy pobres. Mi colegio era de una pobreza cultural enorme. Yo tuve siempre un gran cariño y admiración por los tebeos, hasta el punto de querer hacer esos tebeos cuando fuese mayor. En el colegio los tebeos no eran solamente una lámina de dibujo de la que yo copiaba y aprendía, sino que eran también un modelo para jugar y una moneda de cambio: si me dejas un tebeo yo te lo cambio por tal cosa. Y eran también libros en los  que podías adquirir las primeras nociones de animales, de geografía, de ciencias, de aventuras, sobre el mar de los Sargazos, el Caribe, los piratas…, esa geografía de la aventura yo la tuve con los tebeos.
-P: Tus aptitudes artísticas te libraron de rezar muchos rosarios o de hacer instrucción militar… -R: Yo siempre he vivido del dibujo, incluso antes de ser profesional. En los diferentes colegios en los que he estado, el dibujo me ha salvado de muchas cosas desagradables, y ha hecho que me apreciaran mis maestros. Muchas veces los compañeros, cuando me hacían preguntas difíciles del catecismo, lo negociaba con dibujos, les decía, por ejemplo: si me haces una pregunta fácil, yo te hago después la tarea de dibujo. Eso hizo que me salvara de muchas cosas, o de clase de gimnasia, por haberme hecho otro profesor un encargo. Ese mismo modelo yo lo reproduje en la mili. Siempre he explotado el dibujo.
-P: ¿Qué parte de tu vida  desarrollaste en tu obra, qué hay de autobiográfico en Barrio o Paracuellos? -R: A partir del momento en que comencé a hacer historias inventadas por mí mismo, que no eran puramente encargos, decidí contar cosas que yo conociera, en las que tuviera interés. Comencé a contar la época en la que estaba en el colegio, o cuando salí de allí y llegué al barrio, o la época en la que llegué a Barcelona y comenzamos a ser profesionales… Siempre he escogido periodos de mi vida. No se trataba de épocas excesivamente maravillosas, pasaban cosas desagradables, no olvides que tengo 70 años, y he vivido el franquismo, había cosas duras que contar.

Un momento de la entrevista.Un momento de la entrevista.

-P: Era una manera de enfrentarte a tu pasado, de exorcizar viejos fantasmas. -R: Era una manera de contar lo más traumático, sobre todo de las épocas más difíciles de mi vida: los últimos 40, los 50… Eran sucesos que yo había contado muchas veces a mis amigos. Me comentaban que eran cosas muy divertidas, y que debía llevarlas a la historieta. Pero entonces no se podían contar debido a la censura. Cuando pude hacerlo y las dibujé, curiosamente, dejé de contarlas. Y curiosamente ahora, que ya he dejado de dibujarlas, que ya exorcizado he dejado atrás esas épocas, me he visto obligado a seguir hablando de ellas.
-P: ¿Qué tebeos le gustaban en tu infancia? -R: Mi autor favorito de pequeño era un autor que se llamaba Iranzo, que dibujaba “El Cachorro”, “Rayo Kid”, “El Capitán Coraje”…, era un dibujante que ejercía en mí una gran fascinación. Me gustaba mucho su dibujo y las aventuras que ilustraba. No podría hacer una lista de todos los que vinieron después, cuando ya empecé a conocer material extranjero, pero habían muchos, porque yo era un gran observador, miraba sin descanso los dibujos de los maestros, y los copiaba. Quizás el dibujante que más me ha influenciado, el que más me ha gustado y lo sigue haciendo hoy, es Frank Robbins, que tiene un personaje que se llama “Johnny Hazzard”. Lo leí mucho, y también de mayor, incluso ahora, y también de “El Cachorro”.
carlos gimenez 5-P: ¿Cuáles son los cómics que te gustan ahora? -R: Ahora no hay nada que me llame la atención especialmente. Hay muy buenos autores, pero me pillan demasiado mayor como para despertar en mí grandes admiraciones. Además, hay una tendencia a ciertos dibujos que no me interesan demasiado. El mercado en estos momentos paga muy poco, y la gente tiene una tendencia a hacer dibujos cada vez más sencillos, que les permitan tener cierta producción para poder vivir de ellos.
-P: Contra la OTAN, contra la guerra del Golfo, una historia de los derechos del niño, una defensa del condón… Has sido muy reivindicativo en tu obra. Son las historietas un buen medio para serlo? -R: Sí por supuesto. Los tebeos, el cómic, es una buena forma de expresarse, de contar historias, de enviar mensajes, de expresarse. Es una fórmula que, dado que es mitad dibujo, mitad texto, vale prácticamente para todo. El día que los maestros se den cuenta de que para contar sus materias lo mejor es hacerlo con historietas, porque los tebeos son muy fáciles de leer, muy atractivos. La historieta es muy gráfica, muy ilustrativa. Y, por supuesto, también vale para enviar mensajes, y ha sido utilizado por muchos políticos.

Durante la entrevista, con el autor de la misma, Pascual Vera.Durante la entrevista, con el autor de la misma, Pascual Vera

Yo he utilizado mucho las ilustraciones para opinar. Por ejemplo, en mis colaboraciones con “El Papus”, que se reunieron después en tres álbumes: “España una”, “España grande” y “España libre”. Ahí expresaba mis ideas en aquellos momentos de la Transición.    Lo que ocurre es que todo esto es válido siempre que haya un sitio donde lo puedas publicar. Y en este momento no lo hay, no hay revistas de cómic. Existen algunos fanzines, pequeños álbumes, pero no hay lugares potentes, por lo tanto no sirve de nada ser un autor con cosas que decir, con cosas que denunciar. Además, en un momento como éste no hay dinero para estas cosas, y los que  lo tienen dinero no quieren aportarlo para que alguien les critique.
-P: Has colaborado con Víctor Mora, el creador de “El Capitán Trueno”, en varias ocasiones ¿Cómo resulta trabajar con el mayor y más prolífico guionista español de cómics? -R: La primera historia que considero de mi etapa profesional fue “Dani Futuro”, que era de Víctor Mora. Trabajar con él era muy agradable. Los guiones de mis cómics suelen ser míos, he trabajado con pocos guionistas, pero Víctor Mora es un gran guionista, quizás el guionista con el que mejor he trabajado. Sus guiones eran muy bonitos de dibujar, tenía una concepción muy clara de lo que se podía dibujar, te daba muchas facilidades en sus guiones, especificaba cosas como: primer plano del anillo vertiendo el veneno. Además daba mucha libertad para que enfocáramos los temas.
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-P:¿Cómo surgió la idea de llevar al cine “Paracuellos”? -R: Había que hablar más bien de ideas, porque ahora nos encontramos en la ocasión número diez en la que se intenta llevar al cine Paracuellos. O sea que antes ha habido nueve proyectos, nueve intentos frustrados, unos por falta de dinero, otros porque no he querido hacerlos porque no me convencía la manera de enfocarlo. Alguna vez se ha frustrado incluso por el fallecimiento de la persona encargada, aunque lo más habitual ha sido la falta de dinero. La productora  que está ahora interesada es Mod, la que hizo “Agora”, de Amenábar y la serie “Crematorio”, es una productora fuerte, y esto puede ser positivo para que el proyecto tenga un final feliz.
-P: ¿Crees que el cine es un buen vehículo para el cómic? ¿Te parece que el cine ha estado acertado en general con esa oleada de adaptaciones que se han registrado en los últimos tiempos? -R: Yo pienso lo mismo que piensan los americanos desde hace mucho tiempo: que existen muchos temas en los cómics que son perfectos para desarrollar en el cine. En un ámbito como el cinematográfico, en el que hay tan pocas ideas, sobre todo en España, donde tradicionalmente se tocan los mismos temas: temas cotidianos, de la vida diaria, con pocas ideas novedosas, el cómic puede aportar muchos temas, muchas ideas. Pocas veces el cine español ha vuelto sus ojos a historias procedentes del cómic, y cuando lo ha hecho y lo ha hecho bien, la película ha sido buena. Pero depende siempre del director, que es quien hace la película. La historieta puede ser muy buena, ahí está por ejemplo “El teniente Blueberry”, una historia maravillosa, y sin embargo la película es horrible. Lo que importa, más que el personaje, es el talento del director.
-P: Después de una carrera como la tuya, tan prolífica, ¿Te sientes reconocido en tu trabajo? -R: En absoluto. Esos premios son bonitos de recibir, pero en nada modifican tu carrera o tu actitud ante la vida. Yo he seguido trabajando después de cada premio como todos los días de mi vida. Ningún dibujante de mi generación ha conseguido una seguridad laboral, a pesar de haber habido en nuestro país gente tan estupenda como Alfonso Font, Beá, Enrique Ventura, Usero…, todos hemos tenido que trabajar hasta el último momento.

 

Última actualización el Jueves, 23 de Febrero de 2012