“En el Mediterráneo existen cambios asociados al cambio climático”
-P: ¿En qué sentido está afectando el cambio climático a la vida en el mar? -R: Esa es una pregunta un tanto complicada de contestar.
-P: Se trata de una de las áreas principales del Instituto. -R: Sí, hemos publicado incluso algún monográfico sobre ello. Según la información de que disponemos, se detecta una tendencia al cambio en el Mediterráneo, que afecta tanto a la temperatura como al nivel del mar, y también a otras variables oceanográficas. El impacto que eso tiene sobre el ecosistema es más complicado de medir, pues separar los cambios naturales de aquellos provocados por la actividad humana es muy complejo. Las metodologías de las que disponemos actualmente no lo hacen posible. Los efectos que se pueden derivar del cambio climático en general son en lo que afecta a la biodiversidad, es decir, a la presencia o la ausencia de determinadas especies, en la distribución de las especies autóctonas…, en fin, hay todo un abanico de respuestas del ecosistema a este tipo de cambios. En el Mediterráneo en particular parece que se observa mayor presencia de especies alóctonas, o sea, especies invasoras. Hay un estudio relativamente reciente en el que se analiza especies de origen índico que se encuentran ya en el Mediterráneo occidental, esos factores constituyen constataciones de que, efectivamente, existen cambios en el Mediterráneo asociados al cambio climático.
-P: ¿Son más vulnerables los ecosistemas acuáticos del sur al cambio global? -R: Existen abundantes publicaciones científicas en ese sentido que hacen especulaciones de cómo variarán los ecosistemas en función del cambio climático. Hay quienes afirman que se observa circunstancias como una migración de determinadas especies de hábitos templados hacia latitudes más altas; que hay una progresión de las migraciones hacia el norte; que el deshielo del Polo Norte va a posibilitar el acceso a determinados recursos pesqueros que ahora mismo no son explotables; que habrá un cambio en la fauna de zonas polares que afecta sobre todo a zonas tropicales y subtropicales… Pero en realidad pocas de estas suposiciones se han demostrado hasta ahora. Se está trabajando mucho en modelos predictivos pero aun no hay una constatación de todas estas especulaciones.
-P: Una de las áreas de estudio del Instituto Oceanográfico es el seguimiento de la Posidonia oceánica en la Región de Murcia, ¿En qué situación están estas formas de vida fundamentales en esta zona del mediterráneo? ¿Les afecta especialmente esa proliferación que se ha dado de desaladoras en esta zona de España? -R: No soy especialista en posidonia, pero es cierto que tenemos un equipo de investigación precisamente en Murcia que trabaja en praderas de fanerogámas y que estudian la evolución de éstas. Lo que está claro es que las praderas de posidonia son un hábitat protegido y que se hace un seguimiento muy próximo de su evolución para poner medidas correctoras en caso de que se observen problemas en ella.
-P: ¿Estamos en unos índices aceptables de contaminación marina en las costas españolas? ¿Cuáles son los signos más alarmantes? -R: No conozco los datos concretos, pero en Murcia tenemos uno de los dos equipos de que dispone el Instituto Español de Oceanografía dedicado a la medición de la contaminación marina y de los efectos que produce sobre el ecosistema general. Este equipo de investigación hace un seguimiento rutinario de determinados contaminantes, tanto en sedimento como en seres vivos. Se realizan informes en los que se valora cual es el estado de contaminación de distintas zonas. Se realiza un seguimiento de la contaminación desde cabo de Gata hasta Cabo Creus, y todos los años se evalúan, utilizando las mismas metodologías, los mismos contaminantes, y se publica un informe anual que demanda Medio Ambiente y que se pone también a disposición de la Convenio de Barcelona que es el organismo internacional que tiene competencias en el control de la contaminación en el Mediterráneo.
Última actualización el Lunes, 22 de Noviembre de 2010