2010 es igual a crisis que superaremos

Juan Tomás Frutos

 

Vamos a hacer algunas analogías y reflexiones. No queremos caer en tópicos, pero es inevitable. Hablar del 2010 es referirnos a las complicaciones de todo tipo que tuvimos que vivir. No es fácil resumir la historia, y menos aún cuando es tan cercana en el tiempo y en el espacio, pero ése es el reto al que nos enfrentamos como periodistas cada día, y que cada día procuramos hacer mejor, ahora con la alianza y la simbiosis que nos permiten las Tecnologías Informáticas.

Ha sido éste un año marcado por la crisis, por el paro, por la pérdida de talento productivo, en definitiva por la carencia de imaginación y de creatividad para salir adelante. Ha sido duro, y probablemente más para un sector como el nuestro, el periodístico, lo cual no deja de ser una paradoja en un universo que se tilda de global y de comunicativo, merced incluso a los nuevos soportes mecánicos y digitales de información. La revolución ha sido tan tremenda que probablemente se ha comido a buena parte de sus hijos. En este caso, la transformación comunicativa está golpeando (con la crisis al frente, claro) al sector de los periodistas de una manera atroz. De hecho, empezamos esta situación compleja antes que otros sectores, y de ahí que estemos sufriendo mucho más que otros también. Conviene recordar al ciudadano que somos fundamentales en Democracia, y que no podemos asistir pasivamente a la pérdida de unos empleos que son cruciales para la pluralidad de información y de opinión que, entre todos, debemos fomentar. Suelo decir que, pese a estar en los hogares y en las manos de la mayoría de los ciudadanos, a pesar de que nos consumen diariamente, somos unos grandes desconocidos. Hasta tal punto es así que fluye la comunicación en muchos sentidos sin que seamos capaces de ver con claridad sus orígenes, sus modificaciones, sus influencias… No percibimos en su totalidad lo que somos y lo que significamos. Quizá por ese itinerario deben andar los “deberes” de las entidades periodísticas, como nuestro Colegio. Fue, el año que se repasamos, convulso en lo económico, lo cual es indicar, en paralelo, que hubo controversias y conflictos en lo político y en lo social, así como en el resto de órdenes de la vida. Hay personas a las que siempre echaremos de menos, sobre todo en nuestro ámbito cercano, como a Don Carlos Valcárcel Mavor. También se fueron otras, allende nuestras fronteras, de alto significado periodístico y literario como José Saramago. Sí es cierto que brilló un talento apegado a Murcia con su flamante Nobel de Literatura: hablamos, por supuesto, de Mario Vargas Llosa. Es imposible que podamos citar todo lo destacado, pero sí podemos y debemos hablar de la ilusión con la que hemos seguido en el Colegio de Periodistas de la Región de Murcia, donde no ha faltado el ímpetu y la profesionalidad que nos caracterizan. Les damos las gracias a todos sus miembros por la labor desarrollada y por hacer de este gremio el mejor del mundo, aunque los problemas sean tan arrolladores. Entre todos podremos solventarlos. Claro que sí. 2010 fue el año de la crisis que nos desbordó, pero seguro que será algo más. La superaremos.