Universidad de Murcia: cien años con las puertas abiertas a la sociedad murciana

 

Falgas-composición-3-fachadasLa historia de la Universidad de Murcia ha caminado íntimamente unida a la de la sociedad regional desde sus inicios. Desde hace cien años, este centro ha permanecido con las puertas abiertas para todos los murcianos. Decenas de miles de titulados han salido de esta institución docente tras haber recibido una esmerada preparación en sus aulas, laboratorios, departamentos y bibliotecas. En el final del año en el que se conmemora el centenario de la Universidad de Murcia, Campus se suma a esta efemérides a través de las cuatro puertas históricas que en algún momento han formado parte de nuestro centro.

José Loustau, primer Rector de la Universidad de Murcia, afirmaba en su célebre discurso de apertura del curso 1921-22: “Honrad siempre a esta vuestra Universidad. No desligaros jamás de ella. Sus puertas nunca se cerrarán para vosotros”. Y afirmaba en el mismo acto: “… De tal modo que el que entre aquí para obtener instrumentos útiles a sus fines personales, salga al conseguir su título, no sólo con todo lo que deseaba, sino con algo más, con esa cultura que la sociedad necesita”.

Coincidiendo con el final de su centenario, la Universidad de Murcia, conmemora la efeméride de una manera muy particular: reproduciendo las cuatro puertas más históricas de este centro de estudios murciano, simbolizando en la historia que atesoran sus edificios y en esa apertura a la ciencia, a la enseñanza, a la investigación y la cultura que ha significado, desde hace ya un siglo, para todos los murcianos y para el resto de las muchas decenas de miles de personas que se han formado en su seno.

José María Falgas –uno de los decanos de los artistas de la Región-, ha querido plasmar la historia del centro en las puertas de los cuatro lugares más históricos en los que ha estado enclavada la Universidad de Murcia. “Las puertas de la Universidad de Murcia que yo he querido representar (afirma el artista) son puertas abiertas a la enseñanza, a la comunicación, al debate, a la inteligencia, al entendimiento y a la concordia, lo que siempre ha sido nuestra universidad para los murcianos”.

Falgas 21915. Primera puerta: Instituto Murciano de Segunda Enseñanza (hoy Licenciado Cascales)

Creado en 1837, había alojado las dos universidades de Murcia en el siglo XIX (1840-41 y 1869-74), y la definitiva, en 1915. En este instituto permaneció íntegramente hasta 1920, fecha en la que se trasladó al Barrio del Carmen, pero sus dependencias siguieron albergando parte de los estudios hasta 1935.

Falgas 11920. Segunda puerta: Escuelas Graduadas del Barrio del Carmen.

Junto a la Iglesia, fue la sede de la Universidad de Murcia entre 1920 y 1935.

Falgas 41935. Tercera puerta: El Campus de la Merced.

El lunes 21 de octubre de 1935 abría sus puertas la Universidad de Murcia en la que habría de convertirse en la más tradicional y conocida de sus sedes: La Merced, antiguo Colegio de tal nombre y posteriormente de los Hermanos Maristas. Un batallón de artillería dio la bienvenida en la calle Santo Cristo a los Ministros de Instrucción Pública y Justicia y Trabajo, que acompañaron al Rector Loustau hasta un salón de actos abarrotado por más de 600 personas.

La prensa de la época saludaba el acontecimiento afirmando que la Universidad de Murcia abría “las puertas de su alma a la sociedad del pueblo de Murcia”.

Así describía el diario “El Tiempo” las nuevas instalaciones: “Realizada con indiscutible buen gusto, obra de importancia, la Universidad e Murcia ha quedado instalada como puede estarlo la mejor de nuestras Universidades. Desde las salas de profesores hasta la magnífica Biblioteca, sin olvidar las clases, las Exposiciones, el Salón de Actos, Laboratorios, Secretaría, Colegio Mayor, jardín para deportes con piscina adecuada, la Universidad de Murcia disfruta hoy de un edificio de extraordinarias proporciones de solidez y de buen gusto”.

Falgas 31987.Cuarta puerta: Edificio de la Convalecencia (Rectorado)

El 30 de noviembre de 1915, se realizó de manera solemne, en pleno corazón de Murcia, la inauguración del edificio de Convalecencia, destinado a hospital.

            La prensa de la época afirmaba: “ya se alza artística, alegre y grandiosa, entre los monumentales edificios que decoran la orilla izquierda del río desde la Glorieta hasta la plaza de las Barcas”. El costo de la nueva obra, adjudicado en pública subasta, había ascendido a 178.000 pesetas, poco más de mil euros de la actualidad…

El edificio es obra de  José Antonio Rodríguez, el arquitecto municipal que había ya realizado seis años antes la Casa Díaz Cassou, y casi al mismo tiempo que el edificio de la Convalecencia realizó la Casa de los Nueve Pisos.

A comienzos de los años 80 la Universidad de Murcia sufre un agobiante problema de espacio, y sus instalaciones resultan insuficientes para albergar todos los centros.

El Rector José Antonio Lozano Teruel es quien se interesa por el inmueble, con el fin de instalar de manera inmediata el Rectorado, los Vicerrectorados, Secretaría General, Gerencia y Servicios administrativos, lo que podría descongestionar el recinto universitario de la Merced.

El Ministerio de Educación y Ciencia compra el inmueble por 80 millones de pesetas, que el Ministerio se comprometía a pagar con fondos diferentes a los asignados de modo habitual a la Universidad de Murcia.

El edificio se sometió a una profunda remodelación liderada por el Arquitecto Manuel García Cerdán y, en junio de 1987, el equipo del Rector Antonio Soler y distintas dependencias comienzan a trasladarse a la Convalecencia.

Hoy, la Convalecencia, es sinónimo de Universidad de Murcia. Y sus destinos están tan unidos que hasta el centenario de ambos: edificio e institución se celebra el mismo el mismo año, con pocas semanas de diferencia: Octubre y noviembre de 2015.