Relaciones sociales cercanas

Hacemos las reflexiones matutinas que nos insertan en la semana que nos hará gozosos con el aprendizaje y las relaciones cercanamente sociales. Soy yo. Me distraigo en la comunicación que se convierte en plática de convicciones profundas. No estamos en alertas permanentes que nos distinguen con presunciones que hemos de llenar de enfrentamiento a la ingenuidad.

Hemos sido compartiendo las negativas para distraernos con respuestas bellas y serenas. Estamos en un combate en el que aprenderemos de todo cuanto ocurre. Nos hemos maravillado, y más debemos hacerlo con la impresión que nos envuelve en este instante que se acerca a la realidad más sencilla.

Gestamos unas ilusiones que nos marcan las trayectorias con las que nos envolvemos con resoluciones de primeras horas que transformamos en aspectos loables y novedosos. Hemos caído en la gracia de una actitud que nos previene con singularidades que nos consienten un poco más de esa cuenta que nos distrae con reglas no escritas que son, que entienden, que siguen, que nos ubican todo lo bien que pueden y que nos alientan con sus sencillas palabras de más y de menos. Nos prestamos esos anhelos que ablandan las “empáticas” simulaciones de un amor hermoso, que lo es más.

Amplio mis emociones con diálogos que me exponen al vacío de una razón que provoca ansias de llegar donde pueda ser, que seguramente será con una inclinación sumatoria de todo cuanto hemos conseguido hasta ahora, que nos dictará resoluciones de perpetua garantía. Indiquemos caminos con los que dar gloria a las intenciones de quienes vinieron con una soltura de antaño. Hemos convencido a quienes nos otorgan vacilaciones de penitencias compartidas. Seamos en la noche que se repite.

Nos hemos de regalar las impresiones con las que agradecer las notorias caricias de un lenguaje que nos propondrá cercanías e intenciones buenas y casi agradecidas. Hemos de representar lo más leal con una saludable consumación de lo que nos parece insistente refresco de cariños más que maravillosos. Consumamos una serie de pensamientos que hace tiempo que nos sembraron de palabras que hemos de convertir en realidades.

Nos arreglamos con las suficientes fortunas que nos hacen prevenir y pensar en las posibilidades que nos propician llegar a ese entendimiento que nos invita a seguir con reposiciones de sencillas frases con las que hemos de crecer en el nuevo universo de lo que estimamos plausible y conveniente. Agudizamos el ingenio con la actitud más ferviente, con el honor de estar entre vencimientos de suposiciones ubicados entre intereses variopintos. Seamos en lo nuevo y en lo sencillo, y también en lo que es y en lo que nos distraerá. Es el momento, y creo que lo entendemos como tal. La proximidad será el baluarte que exprimiremos para tener más seguridad y conocimiento, e incluso a la inversa.