Velazquez, Goya y otros se acercaron al realismo
Hay una especie de tabú, o miedo a decir cómo trabajan realmente los pintores, una especie de secretismo, del mismo modo que los magos nunca revelan sus trucos.
Es cierto, que para el buen sustento del color de una obra realista debe haber debajo un buen dibujo. Si el dibujo que sustenta la pintura es malo, por muy certeros que sean los colores que utilicemos, nunca va a quedar un buen resultado.
Hay, por tanto, que dominar el dibujo. Para ello, hay que entrenar la mano y el ojo. Eso se consigue con la práctica, y tras haber trabajado mucho el dibujo.
Se pueden emplear técnicas, para entrenar el ojo, como utilizar dos palos largos y finos, para medir proporciones y ángulos de las formas, así como una plomada que nos dé la verticalidad de la figura. Poco a poco, iremos aprendiendo, iremos absorbiendo esta técnica, dejando de lado progresivamente, la utilización de estos palos y la plomada, para ir probando directamente con la medición a ojo.
No obstante, hay técnicas más rápidas, que la descrita anteriormente. Como lo es el cuadriculado del dibujo o la imagen a copiar, y llevarlo a la escala de nuestro soporte. Por cierto, técnica muy antigua, utilizada ya por griegos y romanos. Aunque recomiendo que antes de hacer pruebas con estas técnicas más rápidas, haya previamente un dominio del dibujo, que, insisto, se consigue trabajando mucho.
De todas formas, la técnica del cuadriculado, sólo nos sirve para imágenes que tengamos en un soporte plano, que permitan dibujar encima de ellas para hacer la cuadrícula.
Aunque, hay una forma de hacer el cuadriculado de objetos tridimensionales. Necesitamos un panel transparente, de cristal o metacrilato. Este panel debe ir sobre un soporte vertical y fijo, que pondremos enfrente del modelo. También, obviamente, el panel debe ir cuadriculado. La cuadrícula se puede hacer antes de montar el panel en el soporte, mediante una regla larga y un rotulador permanente.
Sólo queda cuadricular el soporte sobre el que vamos a trabajar y comenzar a copiar. Esto parece muy fácil de decir, pero insisto en el dominio que es necesario previamente del dibujo, antes de embarcarse en esto. Pues, si nos damos cuenta, cualquier movimiento de nuestra cabeza, posición de nuestros ojos o desplazamiento de nuestro cuerpo, hará que toda la composición se descuadre, y debemos tener la vista muy entrenada, antes de empezar con esto, que bien puede ser, incluso más complicado, que dibujar directamente sin cuadricular.
Con el descubrimiento de la cámara oscura (Es decir, cualquier habitación o estancia estanca a la luz y con un orificio en una de sus paredes.) se abrieron nuevos horizontes para los pintores. Pues la cámara oscura es como funcionan las cámaras fotográficas, en esencia. Lo que hay a fuera de la cámara oscura, se proyecta de forma invertida, a través del orificio, en la pared opuesta a dicho orificio. Es como funcionan, por ejemplo, nuestros ojos. Lo que hace el cerebro, es corregir esta imagen invertida que se proyecta en el nervio óptico, haciendo que la veamos como la vemos.
Hay indicios de pintores, ya en el Renacimiento, que utilizaban la técnica de la cámara oscura para hacer sus dibujos previos. El problema, era llevar esto directamente al papel, de forma impresa, no dibujada. Es en ese momento cuando nace la fotografía. Cuando se emplean técnicas para plasmar, de forma química, las imágenes proyectadas en una placa de cristal, negativo o los sensores digitales que tienen las cámaras de hoy en día.
Las primeras utilizaciones de la fotografía, eran para fines pictóricos. De hecho, los fotógrafos eran personas con grandes capacidades artísticas, aptitudes para el dibujo y la pintura. Pues muchas fotos, tenían que ser retocadas. Y no hablo ya de ésas en blanco y negro a las que les coloreaban los mofletes, los labios y pintaban de verde el maquillaje de los ojos de las mujeres retratadas; las mismas imágenes en blanco y negro, muchas veces necesitaban retoques, que eran dados por el mismo fotógrafo con su mano, utilizando pinceles, tintas o cuchillas para raspar el papel.
Es cuando comienza la fotografía, que la pintura da un vuelco, y sufre una gran evolución. Es el momento del impresionismo. Las fotos aún son en blanco y negro. Pero se podían proyectar directamente con un proyector sobre el papel o el lienzo. Lo que facilitaba mucho más la labor del dibujo. Los valores de claros y oscuros estaban ya dados en la proyección. Sólo quedaba interpretar ésos claroscuros con color. Es, cuando los pintores, descubren un recurso ilimitado, para expresarse mediante el color, dejando ya de tener que preocuparse por la forma. ¡La forma ya estaba!. Ahora, lo que tenía interés para el artista, ya no era el dibujo, sino la pintura.
Es, tras el nacimiento de la fotografía, cuando los pintores son capaces de ver con otros ojos. Se va acercando el realismo.
Los pintores romanos, griegos, de la edad media, todos sabían de sobras pintar. Y tenían capacidades mucho más que probadas de dominio de la pintura, y del dibujo. Pero no podían ver la realidad con la claridad con la que veían los impresionistas gracias a la fotografía.
Velázquez, Goya, El Greco y muchos más, se acercaron al realismo. Eran hombres de su época, artistas de su época y con unos conceptos artísticos de su época. Con capacidades más que probadas, de dominio de la pintura y del dibujo. ¿Quién mejor para pintar algo invisible como es el aire que Velázquez?
O ¿Quién mejor para interpretar la realidad que el maestro Goya? Goya era un adelantado a su época, y en sus obras ya se intuía la pintura moderna, de los impresionistas e incluso de las vanguardias del siglo XX.
Pero es con el nacimiento de la fotografía, cuando los pintores interesados en el realismo, pueden hacer otro realismo: El realismo fotográfico o hiperrealismo.
Sin la fotografía, el hombre nunca hubiera podido llegar al hiperrealismo. La fotografía, que nació como herramienta para los pintores, dejó de ser útil, con el nacimiento del primer pintor hiperrealista, para empezar a ser utilizada como una técnica en si para hacer arte.
Es decir, con la fotografía, hemos encontrado otro medio para hacer arte, que el simple hacer fotos. Con la fotografía, sus químicas y su software, los ordenadores y demás, se puede hacer ya un arte independiente, que ya no tiene mucho que ver con la pintura.
De hecho, cuando alguien ve un cuadro hiperrealista, lo primero que dice es que no sabe si es una foto o una pintura.
La fotografía deja de imitar a la pintura, para que la pintura imite a la fotografía.
Una vez conseguido esto, podemos seguir imitando a la fotografía o podemos ser creativos con la pintura por un lado, y con la fotografía por el otro lado.
Se han convertido en dos medios independientes, dejando de tener sentido hacer fotografías normales, como hacer pinturas que parecen fotografías.
Esto se queda para los fotógrafos y pintores de estudio, para cubrir bodas y hacer retratos de familias y demás encargos.
El límite, hoy en día, está hasta donde uno quiera. Es innegable, que los artistas de nuestra época, estamos todos influenciados, los unos con los otros. Y del mismo modo que Velázquez y Goya, eran pintores de su época, los artistas de hoy, estamos ligados a las tendencias de nuestra época.
No es que todo esté inventado ya en arte. La cosa es que nada es nuevo bajo el Sol. Hay que seguir creando, pintando, haciendo fotos y encontrando nuevas formas de expresión, que nos brindan medios tan buenos, e ilimitados, como son los ordenadores y toda la tecnología que está por venir