Natural de Águilas, había recibido la distinción en 1988
El 16 de mayo del año 2009 se nos marchó Antonio Campillo, uno de los más recientes doctores Honoris Causa de la Universidad de Murcia. Justo un año después, el 16 de mayo de 2010, se nos ha ido uno Alfonso Escámez, el más longevo de los que ostentaban esa distinción en nuestro centro.
Alfonso Escámez recibió fue el octavo doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia. Se unía así a una nóminaque incluía nombres como Narciso Yepes, Miró o Borges.
Apadrinado por el catedrático Juan Velarde Fuentes, Escámez comenzaba su discurso de investidura, en enero de 1988 con una frase que no dejaba lugar a dudas sobre el hondo significado que tenía para él esta distinción: “Siento una de las más grandes emociones de mi vida”, afirmó aquel 28 de enero de 1988.
Nacido el primer día del año 1916, Escámez había comenzado su carrera en el mundo de la banca en 1928, en un puesto de botones en el Banco Internacional de Comercio, para alcanzar la dirección general del Banco Central en 1962 y acceder, once años más tarde, a la presidencia. Durante su mandato siguió una política de absorciones que situó al Central en el primer lugar entre los bancos españoles. En 1992 lideró la fusión del Central con el Hispano-Americano, ocupando la presidencia de la nueva entidad hasta su jubilación, un año más tarde.
Escámez fue un firme defensor de la apertura de la economía española al exterior. En ese sentido, destacan sus estudios sobre las relaciones de España con Iberoamérica y con la Comunidad Europea.
Su actividad trascendió lo meramente financiero para alcanzar la estrategia industrial y el fomento de la investigación aplicada en los campos químico, alimentario, farmacéutico, etc.
Fue presidente de diversas empresas, senador por designación real, y estaba en posesión de diversas condecoraciones, como la Gran Cruz de Isabel la Católica y el título de Marqués de Águilas, concedido por el rey en 1991.
Era hijo predilecto de Águilas y de la Región Murciana, y doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid.
Escámez fue un firme defensor de la apertura de la economía española al exterior. En ese sentido, destacan sus estudios sobre las relaciones de España con Iberoamérica y con la Comunidad Europea.
Su actividad trascendió lo meramente financiero para alcanzar la estrategia industrial y el fomento de la investigación aplicada en los campos químico, alimentario, farmacéutico, etc.
Fue presidente de diversas empresas, senador por designación real, y estaba en posesión de diversas condecoraciones, como la Gran Cruz de Isabel la Católica y el título de Marqués de Águilas, concedido por el rey en 1991.
Era hijo predilecto de Águilas y de la Región Murciana, y doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid.