El historiador era autor de más de 40 libros y 400 artículos
“No soy quién para decir si he trabajado bien o mal, lo que sí puedo asegurar es que he trabajado mucho” (Juan Torres Fontes)

Su figura ha sido para la Universidad de Murcia más histórica incluso que la mismísima efigie del rey Alfonso X. Y no se trata de ninguna figura retórica: cuando el profesor Juan Torres Fontes llegó a la Universidad de Murcia en 1942 –convertido en un jovencísimo profesor ayudante- la imagen del monarca sabio aun no se había incorporado a nuestro escudo universitario. Es más, él fue quien auspició, convencido de la importancia de este rey en la cultura de la región de Murcia, que la efigie del Monarca Sabio pasara a presidir la insignia de la Universidad.

El historiador había nacido en Murcia  el 23 de junio de 1919. Estudió en Maristas y, tras cursar los primeros cursos en la Universidad de Murcia, marchó a la de Valencia y posteriormente a Madrid, donde terminó la carrera de Historia, que habría de ser su gran pasión para siempre.
Cuando llegó a la Universidad de Murcia en 1942, se encontró con una universidad pequeña, casi familiar y con escasos medios. Tanto es así que él mismo debía viajar a Madrid varias veces por año para traerse –debajo del brazo como quien dice- libros sobre su especialidad.
Había descubierto que lo suyo era la historia y, más concretamente, la historia medieval, un período que le apasionaba, pero que era en aquel momento casi un páramo en nuestra región, a pesar de las múltiples posibilidades que brindaban unos bien pertrechados archivos.
En 1943 consiguió una plaza de profesor ayudante, y cuatro años más tarde la de profesor adjunto. En 1970 se hizo con la cátedra de Historia Medieval. Por entonces, ya era uno de los mejores y más reputados especialistas en esta materia de nuestro país.
Torres Fontes ostentó diversos cargos en la Universidad de Murcia y fuera de ella. En los años 70 fue Secretario General de la Universidad de Murcia, ocupando asimismo el vicerrectorado de Investigación. Asimismo fue director del Archivo Municipal  y del Museo Salzillo de Murcia, y durante más de treinta años ostentó la dirección de la Real Academia Alfonso X el Sabio.
En la última década los reconocimientos a su gestión han sido numerosos: Medalla de Oro de la Región en 2004,  Hijo adoptivo de Abanilla en 2005, de la ciudad de Murcia en 2011… En noviembre de 2010 se constituyó en la Universidad de Murcia la Cátedra Juan Torres Fontes de Estudios Locales.
Durante décadas, Torres Fontes se sumergió, con dedicación y entusiasmo, entre el auténtico marasmo en el que se encontraban los documentos en aquellos tiempos. El resultado fue sacar a la luz un buen número de trabajos –cuatrocientos artículos y cuarenta libros- en los que nuestro desconocido pasado tomó cuerpo para que fuéramos conociendo todos un poco mejor quiénes fueron aquellos tatarabuelos que construyeron nuestras raíces y que, de alguna manera, conformaron la idiosincrasia de los murcianos.
Y no sólo eso, como los auténticos maestros, ha dejado el panorama bien sembrado de discípulos, en quien ha intentado inocular la pasión por nuestra historia –“lo más satisfactorio para un profesor es que los alumnos vuelen solos, que tengan sus propios criterios” nos decía en una entrevista hace unos años-.
La extensa e intensa carrera docente e investigadora de Juan Torres Fontes lo convirtieron durante las últimas décadas en auténtica historia viva de nuestra Universidad. Hace unos años relataba a esta revista sus recuerdos de la celebración en la Universidad de Murcia de sus bodas de plata, allá por 1940, cuando aún era estudiante en Valencia. Y también sería protagonista directo de los actos conmemorativos del 50, 75 y 85 aniversario de nuestro centro. Su muerte, acaecida ayer domingo día 16 de junio –cuando le faltaba una semana para cumplir 94 años- nos ha privado de poder disfrutar junto a él de las celebraciones del inminente centenario de la Universidad de Murcia, que llegará en 2015.

Rescatamos a continuación una extensa entrevista publicada en Campus Digital en el año 2004, con motivo de la concesión de la Medalla de Oro de la Región de Murcia. En ella hacía un recorrido sentimental por su larga experiencia en la Universidad de Murcia.