Todas las entradas de Campus Digital

Peticiones en tiempos navideños

Juan Tomás Frutos

 

Estimados Magos de Oriente:

Sé que suena a tópico esto de escribir una carta con deseos, pero quiero, a estas alturas de mi vida, conservar algo de inocencia infantil y un tanto, si puede ser mayor, mucho más ingente, de ilusión en la confianza, no desmedida, de que las cosas pueden cambiar. No os voy a pedir mucho, ni tampoco únicamente para mí, a ver si con ello alcanzo la suerte y los buenos augurios con los que nos queremos tropezar este año. Comienzo ya a exponer ciertos anhelos. Nos hacen falta de veras sugerentes fines y mejores resultados en esta situación de crisis y de cuestionamiento global. En primer lugar, os requiero salud para aquellos que me rodean, para los que quiero, para los que intento estimar y admirar, para los que aún están pendientes de conocer. Ese universo abierto que es la existencia humana tiene muchos tesoros intangibles por descubrir.

También os reclamo ese amor que nos puede permitir que caminemos con más quietud y concordia, así como reconozco que anhelo fervientemente ese cariño que nos debe animar, paralelamente, a hacer las diversas actividades (sean las que sean a las que estemos llamados) juntos, unidos, procurando que la fuerza venga compartida, y también sus cosechas. Hagamos, como dice esa canción, un millón de amigos para saldar todas las cuentas que podamos tener pendientes.

Os imploro, igualmente, trabajo. Desearía que se generaran más empleos, que construyéramos una sociedad más justa y justificada en sus grandes universales de solidaridad, respeto, bondad y fraternidad igualitaria. Ya sabes que hay colectivos, como el nuestro periodístico, que andan de mal en peor. Se cierran empresas, se reducen plantillas y se cuestiona ese modelo que, cuando tiene pluralidad y expansión, nos hace a todos mucho más democráticos. Unamos empeños para que todo mejore.

Finalmente, os solicito que nos toquéis con la varita mágica del entusiasmo, de la creencia en los demás. Seguro que, con esa premisa, llegaremos mucho más lejos y con más alegría.

No me olvido tampoco de aquellos que andan solos, de los que no tienen lo suficiente para vivir dignamente, de los que padecen incomprensiones, violencias y/o desigualdades. Ellos deben ser vuestros objetivos prioritarios, que otras cosas pueden esperar.

Por favor, tomad energías en y para vuestros sucesivos viajes, que seguro que, si aquí pedimos tanto, en otros lugares precisan mucho más. El universo anda demasiado cargado de injusticias.

Contad con nuestro reconocimiento. Os mando besos y abrazos y mi total disposición,

Deseos periodísticos en el comienzo del nuevo año

Juan Tomás Frutos

Llega la Navidad, un momento tan tierno, tan delicado, tan lleno de creencias y de amor en el prójimo, como, al mismo tiempo, y en paralelo, es una etapa en la que también conviene hacer balance, tras un año (y ya llevamos demasiados) en el que muchos compañeros han perdido su trabajo, a lo que se añade que la precarización sigue siendo una constante que daña el sector y nos deja, en ocasiones, en coyunturas de pura subsistencia. La situación es extremadamente difícil, para la sociedad en su conjunto, y, específicamente, para nuestro colectivo de periodistas, un colectivo que aporta informaciones muy sensibles y necesarias en cualquier estadio de la sociedad, pero quizás más ahora, cuando la incertidumbre sobre tantos procesos se ciñe sobre la ciudadanía, que sufre los golpes duros de una crisis económica y de unos índices de desempleo que no tienen parangón en nuestra historia reciente.
Por eso es preciso que estemos más unidos que nunca, con el afán de promover un fortalecimiento del sector, una defensa del empleo, que debe ser de una mayor calidad, y una potenciación de nuevos perfiles laborales en consonancia con los tiempos que nos toca vivir.
Formación y deontología son las bases para refrescar los mejores dones y capacidades del Periodismo, que, apoyado en los progresos tecnológicos, han de servir para una superación paulatina de la crisis, un proceso en el que hemos de caminar al unísono profesionales, empresas, entidades sociales y Administraciones Públicas.
El esfuerzo de comunicar nuestras circunstancias y sus posibles soluciones ha de ser permanente, sin prisa, pero sin pausa. Ya se ha perdido mucho tiempo, y, fundamentalmente, son muchos los compañeros que se han quedado por el camino y cuya situación no debemos olvidar en modo alguno. Siguen estando ahí.
Disfrutemos de la Navidad, pues, pero sintamos también ese coraje interno y externo que nos puede llevar, que nos debe llevar, a una mejoría societaria y del conjunto de los sectores audiovisual y periodístico. La Navidad, como el anhelo de avanzar, como la superación de los problemas, se ha de contemplar en global, puesto que todos hemos de caminar, desde las visiones particulares de cada cual, de manera comandita por los asuntos que nos atañen de verdad.
¡Feliz Navidad, y que el año que viene nos colme de la realización de nuestros mejores deseos! En este propósito también caminaremos unidos. Debemos.

Comunicación sencilla y madura

Juan Tomás Frutos

 

Consultemos las experiencias con ese valor añadido que nos une, que nos hace provocar cambios para mejorar.
No asomemos por experiencias en vacío, y secuenciemos las premisas con unas voluntades nada rotas. Hemos esperado tanto que podemos ir a un ritmo más tranquilo, hasta que lleguemos donde sea necesario.
Hemos de poner todo el afán y toda la precisión en el sentido real. No fracasemos de manera anticipada. Nos necesitamos para que las cosas funcionen. Podemos mucho más de lo que vemos por un camino que tiene de todo, incluyendo rosas con espinas. No rompamos las estructuras que han podido tener una coherencia que ahora no se manifiesta.
Exprimamos lo que entendemos con una casualidad manifiesta que anda en pos de milagros que no comprendemos con la suficiente determinación. Hallemos un deseo que son dos. Nos hemos de consolidar con un arreglo de preferencias medio totales. Nos hemos de defender con criterios de amistad, de serenidad sugerente.
La mitad es hoy un todo que no puede quedarse en un comienzo que no advertimos por el paso consentido de una tarde reiterada que tiene esperanzas de querer, de ser, de vivir, de estar… Todo se nos aparece con un destino que hemos de realizar en lo universal con esa comunicación sencilla que nos enseñaron de pequeños. Ahora le hemos de aportar madurez.

Amparanoia inaugura las Jornadas sobre poesía y canción en la Universidad de Murcia

 

Amparo Sánchez (Amparanoia) inaugura hoy las V Jornadas de Poesía y Canción.Amparo Sánchez (Amparanoia) inaugura hoy las V Jornadas de Poesía y Canción.

 

Está considerada una de las pioneras de la música de fusión en España
El Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Administración Electrónica de la Universidad de Murcia, a través del Aula de Música, organiza para los próximos días 19 y 20 de diciembre las Jornadas sobre Poesía y Canción, que este año celebran su XI aniversario.

Inicia las actividades una de las pioneras del mestizaje musical en España: Amparo Sánchez (Amparanoia), que hará un recorrido por su obra y las nuevas perspectivas de futuro en el Salón de actos del Museo de Bellas Artes. Será el día 19 de diciembre a las 19 horas. El acto contará con la coordinación de Jesús Cutillas y Tono Clemente.

Posteriormente, a las 22’30 horas, Miembros de la Asociación de Murcia Canción de Autor (AMCA), versionarán temas de Amparo Sánchez en la Cafetería Zalacaín.
El martes 20 de diciembre se celebrará una mesa redonda en el Salón de grados de la Facultad de Derecho (19 horas), que abordará el tema “Reinventar la industria Cultural en tiempos de crisis, a cargo de Patricio Hernández, Juan Antonio García Cortés y Antonio Palazón. Clausura las jornadas una Jam Session ese mismo día en la cafetería Zalacaín (22’30 horas), a cargo de Ceres, Yessy Rivera, Pepa Robles, Jesús Cutillas y Antonio Irigoyen.

Programa de las jornadas:

https://www.um.es/cultura/escenicas/doctablon/poesia_y_cancion_2011.pdf

Superemos las reservas

Juan Tomás Frutos

 

Necesitamos movernos con esas fichas que nos pueden permitir ganar la partida, aunque perdamos algunos elementos que consideramos básicos y que, sin duda, no lo son. Aboguemos y apostemos por las sensaciones más hermosas, ésas que nos pueden ayudar a vivir, a ser, a considerar lo que es cimiento de la sociedad en la que creemos. Los espacios tienen partes que han de rebajar las tensiones, que nunca conducen a nada bueno. Hemos de agradecer las expresiones con las que nos movemos un día y otro. No tardemos en tomar las riendas del destino, que han de aglutinar la medida de algunos ruidos, con los que nos hemos de quedar en forma de experiencia.
Prevenir es igual a curar. No debemos amalgamar más fortunas que aquellas que provienen de esos intangibles que han de resistir ante los aspectos más banales y superficiales. Nos conquistamos con existencias paralelas de las que hemos de coger lo mejor.
Contrastemos los pareceres con esas concordancias que han de darnos las emotividades más conjugadas en tiempo y forma. Las ideas son tesoros para compartir sin contrariedades excesivas. Nos hemos de querer como somos, y mucho más y mejor de lo que hemos manifestado hasta ahora. Superemos las reservas mediante la comunicación.
La vida es una fiesta si la miramos desde la premisa de una celebración en la cual no debe faltar un mínimo de esencias que, de algún modo, hemos de palpar. La base de la felicidad (una, al menos) está en renovar y mimar al corazón.

Los mejores espíritus comunicativos

Juan Tomás Frutos

 

Puntuamos con esas formulaciones que nos permiten una subsanación que es regreso al comienzo, que no al principio.
Viajamos con rejuvenecidas esperanzas, que nos han de dar una competencia real. Tenemos mucho que hacer. No todo es como reluce, pero debemos hacer el esfuerzo para que así sea. Hagamos que el honor nos de lo suficiente. Nos hemos de considerar privilegiados, porque lo somos por el mismo hecho de vivir. Nos hemos de solidarizar con lo más noble del ser humano, y también con los más necesitados.
Coordinemos las existencias con instrumentos poderosos. Pretendamos los recordatorios con responsabilidades más creíbles. Hagamos inventario de las emociones.
Nos hemos de poner en el lado de un juicio que nos debe prevenir con sumas de continuación. Las voluntades nos han de ensalzar con responsables compartimentos no estancos.
Los análisis nos han de tratar con el mejor diagnóstico. No descartemos las razones que nos deben dar el suficiente futuro. Las medidas han de llegar. Entronquemos con los mejores espíritus comunicativos.

Confiar en los demás

Juan Tomás Frutos

 

Imaginemos esos ideales puestos en la más tierna realidad. Situemos las apariencias en sus justas medidas, para que sean algo, algo más, para que sean. Existamos con empatías y preferencias que nos conduzcan por vericuetos no extraños. Hemos de apuntar todo lo alto que podamos, para que podamos. Reaccionemos ante lo que nos viene con un valor, que no precio, y sorprendamos a quienes nos hallamos en los diversos tramos de la vida. Florezcamos con emociones, con sinceridades, con esa misión que nos hace vivir lo posible, lo gustoso, lo grandilocuente, lo que podría ser favor entre movimientos de gozo total.
Nos hemos de subir a ese grado que es la memoria. Conjuntemos y conjuguemos las expresividades de quienes nos enseñan con sus coherencias, con sus bondades, con las versiones más humanas de la naturaleza de las cosas, que aplican cuentos que hemos de dibujar en el presente y en el futuro.
Todo tiene mucho que cobijar. Sintamos las bases con una fragua que acuñe las divisas de una amistad que mantendremos eternamente, más allá de lo conocido, en otras dimensiones vitales o espirituales. No consintamos que el miedo nos agarre las sienes y el corazón y motivemos cualquier iniciativa con ese afán de superación de la derrota.
Impongámonos la obligación de continuar con la seriedad y el rigor que nos sean suficientes para abordar el camino con juegos sin malabares. Hemos de romper las dinámicas que nos dejan bloqueados en un universo que ha despertar y refrescarse constantemente. Nos hemos de olvidar de los errores y entrar en la realidad con dosis de fantasías realizables. Debemos formarnos, entretenernos y confiar en los demás y en nuestras posibilidades.