Ángela Molina Gómez, ofrece la Lección inuaugural del curso de la Academia de las Ciencias de la Región de Murcia

La catedrática Ángela Molina Gómez.

 

PASCUAL VERA, Murcia

“Vivimos en un mundo hecho por los hombres en el que las mujeres no están consideradas como debían” “Desde el punto de vista científico, no he tenido ningún obstáculo por el hecho de ser mujer” “Transferencia electrónica en la Interfase Electrodo-Disolución” es el título de la lección inaugural del curso de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia, que correrá a cargo de Ángela Molina Gómez catedrática de Química Física de la Universidad de Murcia. La sesión se desarrollará hoy miércoles 6 de marzo, a las 19’30 horas, en el Centro Cultural Las Claras de Cajamurcia.

Consciente de las dificultades que puede plantear su tema, la científica asegura que “voy a intentar hacer la charla más asequible de lo que el título parece traslucir”.

Molina Gómez forma parte de ese pequeño porcentaje de mujeres científicas que desarrollan su labor en una actividad que está copada por hombres en un porcentaje abrumadoramente alto como indican las cifras de todas las academias de Ciencias europeas. Ella, sin embargo, asegura que en el mundo universitario e investigador en el que siempre se ha movido, no se ha sentido nunca discriminada. Y tiene una fórmula de éxito asegurado para luchar contra esa discriminación que existe en la sociedad en general: “Que se haga efectivo de una vez el reparto de tareas en la pareja”.
-Pregunta: ¿En qué va a consistir su Lección Inaugural de esta tarde? -R: Con esta charla pretendo poner de manifiesto que esa tranferencia es el fundamento de las células productoras de energía. En realidad los fenómenos de transferencia electrónica se dan en muchísimas ramas de la Química y la Biología, como por ejemplo en la síntesis química, en la respiración celular, en la visión… Estos fenómenos están relacionados y tienen prácticamente la misma problemática que los fenómenos de transporte de iones a través de las membranas biológicas, que es lo que condiciona el funcionamiento del cerebro y de todos los organismos vivos en general.

Un momento de la lección inaugural del curso en la Academia de Ciencias de la Región de Murcia.Un momento de la lección inaugural del curso en la Academia de Ciencias de la Región de Murcia

Ángela Molina explica la importancia que tiene la modelización teórica en el laboratorio para realizar investigaciones en este ámbito con éxito. De esta manera “al final tendremos idea de características esenciales de los mismos”, explica. Para hacerlo,  es preciso utilizar microelectrodos y nanoelectrodos: “Con estos microelectrodos metidos en el sistema electroquímico a estudiar, se obtiene una respuesta muy fácil de analizar, porque es más simple que la que dan los electrodos de tamaño convencional”.
-P: ¿Cuáles son las aplicaciones prácticas de todo esto? -R: Tiene aplicaciones en el desarrollo de nuevos materiales, en dispositivos electrónicos y biosensores, tratamiento de enfermedades, control de calidad de alimentos, en el estudio de nanopartículas y  en el diseño de los microscopios electroquímicos, de efecto túnel y de fuerza atómica.
-P: Usted es miembro de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia. Las científicas continúan siendo un pequeño porcentaje del total de científicos. -P: Vivimos todavía en un mundo de hombres, donde a la mujer aun no se considera de manera adecuada. En los estudios de ciencias, tradicionalmente han sido más los hombres que las mujeres, pero en los últimos años se ha invertido la situación. Vivimos en un mundo hecho por los hombres en el que las mujeres no están consideradas como debían. Pero pienso que, en cierto modo, las mujeres tenemos cierta culpa de eso. Se sigue produciendo el denominado efecto tijera: las mujeres obtienen las mejores calificaciones en la carrera; en el doctorado, el número ya está equiparado. Sin embargo, a partir de ahí, en la industria y en la carrera científica ya no participan tanto. La causa es clara: la mujer tiene la doble tarea: la del hogar, que aún no está compensada por la sociedad en general y por la manera de pensar. Pienso que los más jóvenes han avanzado mucho en esto, pero no me da la impresión de que la mujer haya avanzado lo suficiente convencerse de que tiene que avanzar en su carrera científica, tecnológica, empresarial…, pienso que aún nos falta ambición.
-P: Usted es catedrática… -R: Toda mi vida me he dedicado a la investigación.
-P: ¿Pero cree que ha tenido más obstáculos por el hecho de ser mujer? -R: Francamente, en la Universidad no he tenido obstáculos. En mi ámbito no he observado ninguna discriminación por ser mujer. Si hablamos desde el punto de vista científico, mi condición no ha supuesto un problema. Sí que observo esta discriminación en la empresa privada.
-P: Qué se podría hacer para ir paliando esas dificultades que sí que tienen las mujeres en la sociedad en general? -R: Es muy fácil: hay que asumir que la maternidad es una labor social, una labor importantísima. Por lo tanto se debe ayudar en todo momento y desde todos los niveles, estatal e institucional, a que se desarrolle esa función. Y después de la maternidad, a la mujer se le debe ofrecer todas las posibilidades para que se reincorpore a su trabajo, porque evidentemente, cuando alguien se separa de su puesto de trabajo, sufre un retraso, pierde conocimientos que debe volver a readquirir, pero eso es algo que se puede paliar si se ofrece la posibilidad de hacer cursos. Junto a esto, obviamente, se tiene que dar de manera efectiva el reparto de tareas en la pareja, pero eso no es nada nuevo, es algo que creo que todos tenemos asimilado.

Última actualización el Jueves, 07 de Marzo de 2013