El profesor Javier Corbalán asume la presidencia de la Asociación Iberoamericana para la Investigación de las Diferencias Individuales (AIIDI)

El profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia (UMU) Javier Corbalán ha sido elegido presidente de la Asociación Iberoamericana para la Investigación de las Diferencias Individuales (AIIDI), cargo que asumió en el transcurso de un acto que se celebró ayer en el citado centro, en el campus de Espinardo. Sigue leyendo El profesor Javier Corbalán asume la presidencia de la Asociación Iberoamericana para la Investigación de las Diferencias Individuales (AIIDI)

Un alumno de ADE y Derecho gana el premio al mejor proyecto de creación de una empresa

La propuesta de desarrollo y comercialización de una lente intraocular (Dioptis), presentada por el estudiante de ADE y Derecho Gabriel Valencia, ha resultado ganadora del III Premio CIM-Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Murcia (UMU). Sigue leyendo Un alumno de ADE y Derecho gana el premio al mejor proyecto de creación de una empresa

Lo que sentimos

Juan TOMÁS FRUTOS

Aplicas esos remedios que gustan con unas importancias que son relativas. Nos subimos al barco de un amor que nos engancha con la máxima pasión. Progresamos en unión.

Nos somos en ese trayecto que nos conduce por espacios en los que creemos. Nos hemos de enterar bien. Nos confabulamos para sintonizar en los grandes hechos, en la espiritualidad que nos conmueve. Te divisamos como excepcional que eres.

Debemos darnos una explicación que nos imprima el carácter con el que nos seremos de verdad. Nos hechizamos. Hemos aprendido de lo real y óptimo, de lo que nos invita a ver en positivo.

Nos debemos implicar en tus docencias, que nos han de regalar el mejor bagaje, con sombras de divertimentos y de libertades generosas. Hacemos una intrahistoria solemne.

No dejemos atrás lo que merece la pena. La evolución supone una entrega plácida, brillante, que nos consuele en cada evento y con la voluntad de fermentar y de una ingente transformación. Nos igualaremos desde la bondad, que nos significará en la fraternidad.

Has sido un gran espejo: en él nos miraremos para valorar lo que eres y lo que sentimos por ti.

Compartir: el que da recibe

Juan TOMÁS FRUTOS

El consumismo nos desborda en estas fechas. Hay un cierto desenfreno en esa voluntad de vivir desde la adquisición, desde la compra, desde la creencia en la necesidad de salir a la calle a demandar más pertenencias. Eso (es verdad) es bueno para los negocios, para el movimiento de la economía, del dinero, para la mejora de la estabilidad y de la viabilidad de empresas grandes y pequeñas.

No obstante, no perdamos el sentido ético y estético, en la vocación de reclamarnos aquello que verdaderamente solicitamos para nuestra jovialidad y futuro. El porvenir está en la dicha, según resalta la maestra Joaquina Soto, que nos indica que, si no tenemos hartura, no hay voluntad genuina y pura en la confección de cuanto realizamos. Debemos dosificarnos.

En ese consumo, que sirve de tirón importante para las expectativas y las realidades de muchas personas que viven de esta etapa del año, podemos incorporar, en paralelo, los anhelos de los que menos tienen, y podemos comprarles, asimismo, desde productos perentorios, de los que inequívocamente tienen falta, a otros que contribuyen con la luz de estas jornadas en forma de juguetes para los más pequeños, que (no lo olvidemos) siempre son la auténtica esencia de la Navidad.

Nos debemos disfrutar dando, aportando, como se determina en tantos textos sagrados de las más diversas espiritualidades, que saben que para sanar hay que curarse primero. No hay mejor medicina que brindar a los otros sosiego y felicidad a través de la solidaridad.

Exclamemos mediante la virtud de lo humano que otro mundo es posible. Lo es cuando miramos con respeto a los últimos, entre los cuales todos nos podemos encontrar por las vicisitudes históricas. Lo deseable es que no perdamos la dignidad, y que contribuyamos a que la fraternidad nos conduzca a la igualdad sobre la que construimos nuestras democracias actuales.

Vivamos con clara sencillez esta Navidad, y desde el compromiso de una cooperación mutua, que es la base del sistema, del futuro, de cuanto somos. Nada merece la pena en la sociedad si no se puede compartir con unos niveles mínimos de convivencia, y para eso no podemos deambular en la asimetría.

Las correcciones justifican el papel de quienes encabezan nuestras sendas y también de quienes integramos individualmente la intrahistoria y su paisanaje, que será divertido y atractivo, o todo lo contrario, en función de las opciones que tomemos. Depende de nosotros.

Por ende, vivamos estas fechas desde la sonrisa y el compromiso con quienes menos poseen. Disfrutemos de lo nuestro, sí, pero también hagamos que lo nuestro sea un poco de los demás. Nos sentiremos así más familia. Ejemplos e iniciativas para ayudar hay muchas. Salgamos al universo con nuestros más leales ojos, y tomemos partido por la verdadera fortuna, compartir. El que da, con seguridad, recibe mucho más.