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Fallece el Doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia Manuel Albaladejo

El profesor de Derecho Manuel Albaladejo, durante su investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia
El profesor de Derecho Manuel Albaladejo, durante su investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia

 

El pasado sábado 7 de abril moría en Madrid Manuel Albaladejo García, trigésimo Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia. Albaladejo, nacido en Cartagena en 1920, había sido investido con este título el 28 de enero de 2009, un cargo que ostentaba también por las universidades de Granada, Córdoba, Oviedo y Alicante.

La pasión por su profesión y su capacidad de trabajo estuvieron siempre fuera de toda duda. Las 30.000 páginas escritas por Manuel Albaladejo García en forma de artículos y libros, y los miles de alumnos formados en su especialidad de Derecho Civil en varias universidades españolas, hablan a las claras de una pasión y de una devoción por su materia, auténticamente extraordinarias. Campus digital rescata la entrevista que se le hizo con motivo de su investidura. 

Entrevista a Manuel Albaladejo García, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia: “Un buen abogado intenta favorecer los acuerdos antes que los pleitos”
El nuevo doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia, el cartagenero Manuel Albaladejo, ha desgranado su saber durante décadas en las universidades de Barcelona y Complutense de Madrid. Sus 300 artículos publicados en revistas especializadas, y sus cuarenta monografías, presididas siempre por el rigor que ha caracterizado su labor investigadora, hacen de su obra una de las más ricas e interesantes del panorama jurídico de nuestro país. En el aspecto institucional ha desempañado importantes cargos, tales como Presidente de la Asociación de Profesores de Derecho Civil, rector de la Universidad de Barcelona y presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Habiendo sido académico de otras muchas, entre ellas las de Cataluña, Costa Rica o Chile. Durante generaciones ha sido maestro de maestros. Así lo demuestra el hecho de haber dirigido más de un centenar y medio de tesis doctorales. Manuel Albaladejo es una personalidad única en nuestro panorama jurídico, hasta el punto de que los ‘albaladejos’, apelativo con que son conocidos sus manuales por numerosos estudiantes, se han convertido en obras de cabecera para muchos aspirantes a juristas.

-Pregunta: Hoy, casi sesenta años después de sus inicios, sus antiguos discípulos reconocen lo importante de su doctrina y los reconocimientos son constantes y continuos. Ante semejante panorama y con la satisfacción del deber cumplido ¿Qué se siente al echar la vista atrás?

-Respuesta: Alegría y agradecimiento. Sea cual sea la labor que haya hecho en mi vida, el reconocimiento siempre es un regalo y, ¿cómo no me voy alegrar de que mis antiguos discípulos, además de otras virtudes tengan la de la generosidad?
-P: Miles de estudiantes han aprendido derecho civil con sus libros, hasta el punto de que  muchos alumnos de Derecho conocen sus manuales de texto como ‘albaladejos’ ¿Se siente usted reconocido, ve compensada su dedicación a la investigación?

-R: ¡Claro que sí!, me he permitido siempre el lujo de trabajar en lo que me gustaba, eso sí, como un “burro”, pero en lo que he querido. Que llamen a mis libros “los albaladejos” está muy bien porque además de ser una expresión simpática, es que también son una especie de “hijos de papel”.
-P: Aunque no es el primero, ni mucho menos, de los doctorados Honoris Causa que ha recibido, ¿Qué sensación le produce esta distinción que le otorga la Universidad de Murcia? -R: Una sensación muy especial, porque si bien todos los Doctorados me han emocionado, éste lo ha hecho en particular. En parte puede ser por la edad, que hace a uno más sentimental, pero también seguro que mucho es porque lo de tu tierra tira tanto…., y también porque en esa Universidad he tenido y tengo compañeros y amigos muy queridos, algunos ya no están con nosotros, pero a todos los llevo en el corazón.
-P: Qué diferencias encuentra entre la universidad de hoy y la que usted conoció en sus comienzos?

-R: Muchas, entre otras el menor número de alumnos de entonces, los nuevos estudios de estos tiempos, las nuevas tecnologías. ¡Es maravilloso enviar un correo electrónico a miles de kilómetros y tener respuesta en unos minutos, ¡ojalá hubiera pillado esos inventos en mi juventud!
-P: ¿En qué hemos mejorado y en qué hemos empeorado?

-R: No creo que se pueda hablar exactamente de mejorar o empeorar, simplemente son tiempos distintos, y lo que ocurre es que nos vamos adaptando a ellos.
-P: ¿Está un estudiante recién titulado en condiciones de comparecer ante un tribunal?

-R: Pienso que no, en cualquier profesión hay que hacer algún tipo de práctica  antes de ejercerla. Eso en Derecho puede hacerse a través de las Escuelas de Práctica Jurídica o similares, o bien colaborando en algún despacho profesional.
-P: Como maestro de maestros ¿Qué le aconsejaría a un joven que estuviera interesado en estudiar Derecho?

-R: Como al que quiera estudiar cualquier otra carrera: que se esfuerce, que tenga tesón y mucha ilusión, y verá como eso dá resultado. ¡Rendirse nunca!
-P: ¿Cuáles son las características que debiera tener un abogado para ejercer su profesión de manera conveniente?

-R: Honradez y pundonor profesional, preparación seria de los asuntos que le encomienden, y como digo siempre: “ser un poco pastelero”, esto es favorecer los acuerdos antes que los pleitos.
-P: ¿En qué faceta se ha encontrado más cómodo Manuel Albaladejo, como profesor o como investigador?

-R: En las dos por igual, porque además creo que se complementan perfectamente.
-P: ¿Cuál es el papel de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, institución que usted ha presidido?

-R: La Real Academia es una institución destinada al estudio y debate de temas jurídicos, y asimismo puede ser consultada por las instituciones públicas en temas de dicha naturaleza.
-P: ¿Como se las apaña un jurista para ejercer una labor como la suya: enseñanza, dirección de tesis doctorales, cargos académicos… y que además, aún le de tiempo a escribir las 30.000 páginas que usted ha escrito en su trayectoria profesional?

-R: El método es algo artesanal pero muy efectivo; trabajar mucho, pero también cuando toca, divirtiéndome todo lo que he podido.
-P: Como gran experto en materia de Derecho Civil, ¿En qué aspectos cree usted que deberían evolucionar las leyes en esta materia en nuestro país?

-R: No se puede dar una respuesta general para todos los tipos de normas de derecho civil, aunque una pauta muy válida es que atiendan a los valores de nuestra Constitución.
-P: ¿Es lógico esta proliferación de leyes a la que asistimos en nuestro país?

-R: Ni es lógico, ni es positivo para cualquier ordenamiento jurídico, lo hace difícilmente cognoscible para aquellos a quienes se dirigen, para los que han de aplicarlas, y también para los que tienen que estudiarlas.
-P: Usted ha manifestado que la aprobación de excesivas leyes en España hacen que el ejecutivo influya en el poder legislativo y el judicial.

-R: En nuestro sistema el ejecutivo no puede influir directamente ni en el poder legislativo, ni en el judicial. Su papel no es otro respecto de las leyes que presentar a las Cortes para su tramitación los proyectos de ley. Son las Cortes las únicas que aprueban las leyes. Otra cosa es que con una clara mayoría parlamentaria cualquier Gobierno saca adelante sus proyectos de ley.
-P: Qué necesitarían los juzgados para tener una mayor agilidad?

-R: Básicamente el personal necesario bien preparado y los medios necesarios.
-P: ¿Qué opinión le merece el anunciado plante de los jueces? ¿Podría ser inconstitucional como se ha dicho?

-R: No tengo una opinión técnica al respecto, pero pienso que si llegan hasta ese extremo (constitucional o no), sus razones deben ser muy fuertes. Ahora, dicho esto, creo que lo importante es que jueces y gobierno se esfuercen por solventar esos problemas, por el bien de todos los ciudadanos.

 

Última actualización el Lunes, 16 de Abril de 2012