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Entrevista con el científico Bernat Soria:“Si algo puede ser bueno para los pacientes es necesario hacerlo”

Habla con la propiedad con que a veces están tocados los grandes científicos para acercar los temas más crípticos a los profanos en la materia. Bernat Soria es un apasionado de su profesión, que no es más -ni menos- que buscar en el intrincado mundo de la investigación remedio para algunas de las principales enfermedades que afectan a la humanidad.
Su compromiso con la ética es irrenunciable. Por más que en otras épocas determinados sectores le tildaran de asesino, él ha hecho de su vida un auténtico compromiso ético en el que el principal horizonte es la salvación de vidas humanas.

Aunque confiesa sentirse a gusto en el anonimato del laboratorio, investigando nuevas técnicas para enfrentarse a enfermedades hoy incurables, Bernat Soria se ha convertido casi en un fenómeno mediático. Es el precio que ha de pagar un científico de prestigio en el que muchos enfermos y familiares han depositado sus esperanzas de hallar a medio plazo la solución a sus problemas.

El prestigioso científico estuvo en Murcia el pasado 14 de mayo para hablar sobre Reflexiones éticas y científicas de la clonación terapéutica dentro de un ciclo organizado por la Fundación CajaMurcia.

ÉTICA Y CIENCIA

-Pregunta: Existe una gran controversia respecto a la utilización o no de embriones humanos para ser utilizados en investigación.
-Respuesta: Efectivamente. Pero la obligación de los científicos es ofrecer datos técnicos. Cuando uno aporta datos, la reflexión se simplifica. Si no se resuelve, al menos se logra que se base en elementos objetivos y, por lo tanto, comunes a todo el mundo. Sin embargo, si la discusión es en base a creencias deja de ser científica y se transforma en una discusión imposible.
Quienes profesan una determinada creencia se ponen de acuerdo en un postulado, y los de otra distinta adoptan una opción diferente. En el tema de los embriones, esto es así. La postura oficial de la doctrina Católica es que un embrión de una sola célula ya es un ser humano, y por lo tanto es objeto de todos los derechos. La postura de la Iglesia Judía es que el embrión recibe el alma a los 40 días. En este caso, por tanto, hasta los cuarenta días no hay ningún problema ético en manejar ese material o en el propio aborto. En el estado de Israel no existe ningún problema en abortar ni en el manejo de embriones antes de los cuarenta días, pero sí que existe a partir de entonces. Se trata de un concepto puramente cultural: la cuarentena, pero no existe ningún motivo científico, no se trata de que en ese momento ocurra algo en el embrión.
Con estas premisas resulta imposible la discusión. No se puede poner de acuerto a un católico y a un judío para ver cuando es el momento para intervenir en este tema.

-P: ¿Cuál es entonces la opinión del científico?
-R: Las religiones son muy claras y dicen lo que hay que hacer y lo que no. El científico plantea datos y dice qué es lo que ocurre en cada momento.
Lo que define al ser humano es un programa genético. Esa podría ser la hipótesis. Un embrión de una sola célula ya tiene el programa genético. Ese es ya un argumento sólido, constatable.
Desde que en 1997 se describe la oveja Dolly, se sabe que cualquier célula de un individuo adulto también tiene el programa genético de un nuevo individuo. Por lo tanto, si le concedemos al embrión de una sola célula la categoría de ser humano y el criterio es que ya tiene un programa genético, esa categoría se le puede conceder a cualquiera de sus células. Por ejemplo, cuando tosemos expulsamos 300 o 400 células aunque no nos demos cuenta. También pueden desprenderse de la piel y de otros modos. Entonces lo que ocurre es que si cualquiera de las células que expulsamos tienen el mismo nivel de categoría que el individuo porque eso era el argumento, estamos haciendo una caricatura de la realidad.
Habrá, pues, que buscar otros criterios, y ahí es cuando empieza a complicarse el tema. Si alguien dice que algo determinado es un árbol, habrá que plantearse por qué se dice que eso es un árbol. La discusión está planteada en semilla y árbol. Podemos decir que en la semilla ya está el árbol contenido, pero eso es cierto sólo en parte. Es verdad que en la semilla ya está el programa genético para un nuevo árbol, pero una semilla que no se siembre en la tierra adecuada o que no reciba nutrientes, nunca será un árbol.
En todo caso, darle categoría de árbol a una semilla parece desproporcionado. La única forma que hay de conseguir un nuevo árbol es arrancar de una semilla pero, cuando se hace un programa de protección de abetos, por ejemplo, no se protege igual a los árboles que a las semillas. ¿Qué es lo que pasa entre la semilla y el árbol?, que ha tenido lugar un proceso, algo muy común de la Biología.
Yo puedo preguntar ¿Qué rasgos pide usted para considerar que estamos ante una persona? Y se me puede contestar que se quiere un ser único e indivisible. Entonces nos iríamos del embrión de una célula al de dos semanas, porque hasta las dos semanas el embrión puede dividirse y generar dos gemelos monocigóticos. Al final, existe cierto consenso en cuanto a que entre las dos semanas y los seis meses de vida intrauterina, el feto reúne un conjunto de criterios que podemos considerar característicos del ser humano.

-P: El adoptar un criterio u otro con respecto a cuándo se considera que un embrión contiene ya de algún modo a un ser humano será muy importante para decidir en torno a la utilización para la investigación de los embriones congelados…
-R: Exacto. Se trata de un tema controvertido. Pero hay una cosa clara: todos los medios nobel, las sociedades científicas o la Academia General de Ciencias defienden ese tipo de investigación. Son gente cuya defensa de los derechos humanos es incuestionable.
Se produce aquí una paradoja: que la gente que tiene una historia de dos siglos de defensa de los derechos humanos en cualquier circunstancia, nos está diciendo que investiguemos con embriones y, sin embargo, el señor Bush, cuya trayectoria en derechos humanos es exactamente la opuesta, nos dice que no investiguemos con embriones humanos.
Si alguien me pregunta que como científico en qué lugar me pondría yo, no tendría ninguna duda: me pondría en el lado de los premios nobel, o la Academia General de Ciencias, o las sociedades científicas, y no me pondría donde está Bush. No me gusta lo que hace Bush, y sí lo que hacen estas personas, me fío más de ellos.
Pero eso sería un argumento de autoridad, y los científicos no podemos usar este tipo de argumentos: el porque lo digo yo, o porque lo manda la Santa Madre Iglesia. El científico tiene que argumentar, y ahí empiezan las dificultades. Los científicos estamos obligados a demostrar por qué pensamos lo que pensamos.

-P: Pero habría que limitar de alguna manera esto ¿Dónde estarían para usted los límites?
-R: Yo creo que hay unos límites muy claros. En la clonación la postura debería ser sí a la clonación terapéutica y no a la clonación reproductiva. Ahí existe una raya bien definida. En el tema de la clonación con embriones el límite está en el embrión de 14 días. Es decir, se pueden usar embriones de menos de dos semanas pero no los que tengan más, pues ahí se pueden dar ya otras condiciones que en mi modesta opinión pueden atentar contra derechos de un futuro ser humano.

-ESPAÑA Y LA INVESTIGACIÓN EN EMBRIONES HUMANOS

-P: Y con respecto a España ¿Cuál ha sido la postura de los distintos gobiernos en el tema de la investigación con embriones humanos?
-R: Cambiante. Yo creo que la primera postura que tuvo el gobierno del Partido Popular fue de oposición clara y de descalificación de quienes defendían la posición contraria. Ese me parece un sistema muy poco recomendable. El hecho de opinar lo contrario que el otro, no implica la descalificación de la otra parte. Se nos ha calificado de irresponsables y pioneros en el error, cuando no directamente asesinos.
Esto ocurría en el año 2000 y 2001, pero el tiempo ha dado la razón a los “irresponsables”, “asesinos” y “pioneros en el error”, y al final el gobierno del partido conservador modificó la Ley de Reproducción Asistida de forma que ya se podía investigar con embriones.
Lo cierto es que hizo una mala ley, porque se trata de una ley repleta de parches. Para que se pueda investigar con embriones y, al mismo tiempo, contentar a la conferencia episcopal, se dijo que no se fecundasen más de tres óvulos por sesión. Pero nos encontramos ante un tema que afecta a la salud, y la salud es un derecho constitucional. El hecho de que las ciudadanas se vean obligadas a sufrir varios ciclos es un procedimiento extremadamente incómodo, costoso, doloroso y psicológicamente muy difícil de llevar, porque el deseo de tener un hijo es algo muy poderoso. En esas circunstancias, poner ese tipo de trabas, supone atentar contra la salud.
Fue una mala ley, y hay que cambiarla. Yo creo que el nuevo gobierno cambiará esa ley.

-P: De hecho el PSOE ya ha hecho público que la cambiará ¿Conoce algo de cómo será la nueva?
-R. Yo no estoy en el Parlamento, pero mis noticias son que, efectivamente la cambiará. La ley que teníamos en 1988 era una buena ley, pero no podíar prever lo que se descubriría posteriormente. Había que adaptarla. Yo estoy convencido de que elementos como los tres óvulos, que no ayudan a la salud, se corregirán. Al mismo tiempo, habrá que generar un sistema en el que la investigación con embriones se haga de forma regulada, pero que, en cualquier caso, sea posible.

-P: ¿Cree que hay reparos éticos en el actual gobierno a este tipo de investigación?
R: Creo que el actual gobierno tiene una postura muy definida a favor de este tipo de investigación. Me consta que es un gobierno preocupado por la ética. Somos muchas las personas que estamos comprometidos con la ética, pero nos enfrentamos a ello de diferentes maneras. Particularmente, mi problema ético sería dejar de hacer lo que estoy haciendo. Si algo puede ser bueno para los pacientes es necesario hacerlo, lo que no es bueno es dejar de hacerlo.

-P: Y en estos momenos ¿Cómo está la ley respecto a la investigación con embriones congelados?
-R: Ahora mismo tenemos dos leyes: la andaluza y la ley del gobierno central. Cada gobierno llevó al constitucional al otro, y éste admitió los dos recursos. En estos momentos se han retirado ambos recursos.
Si se utiliza la ley andaluza, que es un poco más generosa que la del gobierno central, se puede utilizar embriones sobrantes de procesos de fertilización in vitro.
En el caso de la ley del gobierno central, hay que utilizar embriones sobrantes que lleven al menos cinco años congelados y que cumplan una serie de condiciones, como por ejemplo, que esté el consentimiento informado. Eso no es siempre fácil, porque, aunque se sepa quiénes son los padres biológicos de esos embriones, puede ocurrir, por ejemplo, que hayan muerto. A veces se han divorciado, y no es fácil conseguir que ambos den el permiso.
No obstante, a pesar de todas esas dificultades, yo creo que hay embriones suficientes como para investigar. Para empezar sólo hacen falta unas cuantas docenas, y en estos momentos se dice que hay 40000 o 50000.

-LA CLONACIÓN TERAPEÚTICA

-P: Háblenos de la clonación terapéutica.
-R: Los métodos de transferencia nuclear -la mal llamada clonación terapéutica-, era algo que no estaba claro que funcionase en la especie humana hasta que un grupo de Corea demostró que era posible. Con ello se abren unas posibilidades tremendas, pues se trata de clonar células que sean perfectamente compatibles con el paciente. Eso es uno de los objetivos, pero el rechazo continúa siendo alto en todo el proceso de terapia celular y de cualquier trasplante.
La transferencia nuclear es un proceso de reprogramación de las celulas mediante el cual se consiguen células similares a lo que algún día fueron tus células embrionarias. Esas siempre son compatibles contigo, porque se trata de tus propias células.

-P: ¿Están investigando ya en esa línea en España?
-R: No. Aún estamos con embriones y con líneas celulares de origen embrionario. Transferencia nuclear, que yo sepa no está haciendo nadie en España.
-P: ¿Le gustaría ser el primero?
-R: Si me autorizan sí. Pediré permiso, porque creo que es un procedimiento que tiene posibilidades y que nos va a dar mucha información. Pienso que es lo que debemos de hacer.
-P: ¿Esa técnica se usaría en algún tipo de patología determinada?
-R: Una vez conseguidas las células madre, el proceso estaría abierto a cualquier patología en el supuesto de que sepamos convertir esas células madre en las células que deseamos, que eso aun no lo sabemos. Se trata más de un proyecto de investigación.

-P: ¿Qué diferencia hay en la investigación con células madre sacadas de adultos y con células embrionarias?
R: Las de adultos se sacan de adultos y las embrionarias de embriones. En general no existen problemas para obtener células de adultos y sí que hay restricciones de tipo legal -o las ha habido- para obtenerlas de embriones.
Las diferencias son las propiedades de las propias células. Las células de origen embrionario tienen una mayor capacidad de proliferación y de diferenciación. Las del adulto tienen menos capacidad, es decir que podemos hacer menos cosas con ellas.
Pero se trata de un proceso de discusión permanente. Ahora se han publicado dos trabajos de investigación serios que dicen que de las células de adulto no se puede sacar nada, pero hace un año se publicaba otro que decía que sí podía funcionar. La investigación es así.
Realmente, para contestar con certeza si para investigar son mejores las células embrionarias o las del adulto, tendríamos que investigar entre tres y cinco años más con los dos tipos celulares. Con los datos que hay en estos momentos parece que las embrionarias son mejores que las del adulto.
Lo que yo pido, y creo que es lo que pedimos la gran mayoría de los científicos, es que mantengamos todas las opciones abiertas y veamos lo que puede dar de sí cada una de ellas.

-EL FUTURO DE LA DIABETES,EL ALZHEIMER O EL PARKINSON

-P: Háblenos de la clonación terapéutica.-P: En función de todas esas líneas que se abren ¿Cuál piensa usted que va a ser el futuro más inmediato de enfermedades como el parkinson o la diabetes?
-R: Es muy difícil dar plazos. Hay que ser muy prudentes. Si hablamos de experimentación animal, ya tenemos animales a los que se les ha curado el parkinson, la diabetes o lesiones de la medula espinal. Pero que eso funcione en animales no quiere decir que vaya a funcionar en el hombre. Es una condición necesaria pero no suficiente.
Lo que sí se puede hablar es de una nueva vía, por lo tanto de una esperanza justificada, al menos desde el punto de vista de la investigación, de que aparezcan nuevas terapias ligadas a esto.
Cuando no hay ninguna alternativa, probar algo constituye casi una obligación. Y es comprensible la esperanza de las gentes que tienen enfermedades para las que no existe actualmente cura, pero lo que tampoco podemos hacer es mandar un mensaje de que, como se ha iniciado la investigación con embriones, pasado mañana estará curada la diabetes.
Esto era un paso necesario para poder investigar en posibles soluciones. Investigar es trabajar en la frontera del conocimiento.

-P: Pero no se puede saber qué puede esperar más allá de donde está ahora mismo la frontera…
-R: Es muy difícil. Por eso se trata de la frontera del conocimiento: porque no sabemos qué hay más allá. Se puede hacer predicciones, y eso es lo que usted me está preguntando: una predicción razonable de lo que puede pasar basada en los grandes éxitos de la investigación biomédica en los últimos cien años, en que hemos asistido a saltos cualitativos como los antibioticos o los anestésicos.
Hablar de lo que puede pasar en una enfermedad concreta es imposible. Si hablamos no ya de una enfermedad específica, sino globalmente, es más fácil hacer una afirmación. Es previsible que la medicina regenerativa encuentre nuevas etapas. A lo mejor avanzamos en diabetes y no en alzheimer. O al revés. Lo que está claro es que se va a generar un beneficio globalmente es fácil de predecir.

-P: Una de las esperanzas para los diabéticos es la posibilidad de crear islotes pancreáticos que puedan generar esa insulina que les falta…
-R: Eso es lo que continuo haciendo con células embrionarias de ratón. Lo he empezado a hacer con células embrionarias humanas. Confío en que salga. Ya sabemos que los islotes pancreáticos son buenos para la diabetes, pero no tenemos islotes para todos. Por esta razón, la posibilidad de tener nuevas fuentes de células es algo que puede ser muy util.

-P: La pregunta quizás sea cuándo conseguiremos hacer islotes pancreáticos a partir de células madre humanas.
-R: Es posible que en cinco a diez años. Menos es muy difícil. Hay que tener en cuenta que estos experimentos son muy costosos y muy largos, hay que hacer muchos controles antes de tener la respuesta, pero si no empezamos tampoco lo sabremos.
Hay muchos grupos que lo están intentando y nosotros continuamos siendo los que tenemos los mejores resultados, lo cual me permite afirmar que no es algo fácil de hacer.
A su pregunta yo le contestaría, en definitiva, que trasplante de islotes ya, trasplante de células derivadas de células madre, mínimo de cinco o diez años.

-P: Se habla de que quizás uno de esos hospitales donde podría hacerse sería en el Virgen de la Arrixaca de Murcia.
-R: La postura del anterior gobierno era muy favorable. Yo creo que el presente gobierno también lo será. Además, tengo que decir a favor de la Arrixaca y de Murcia que ellos están muy decididos. Lo que ocurre es que yo, como coordinador del programa español, voy tan desbordado que no consigo atender a todas las cosas.

-CLONACIÓN TERAPEÚTICA versus CLONACIÓN HUMANA

-P: ¿Qué opina de un caso como el de la pareja que intenta seleccionar los genes de su nuevo hijo para ayudar a una hija enferma?
-R: He sido consultado sobre ese tema y estoy totalmente a favor. Espero que se resuelva pronto. Tenemos los instrumentos para que se pueda hacer. Básicamente se trata de seleccionar los embriones que no padezcan la enfermedad del hermano e iniciar un proceso de gestación de forma que en el nacimiento se pueda pasar la sangre del cordón umbilical al hermano enfermo. La técnica que es necesaria para ello ya se sabe como es, y si eso permite ayudar a esos niños enfermos, bienvenida sea.

-P: En qué condiciones se encuentran todas las informaciones que nos llegan con respecto a la clonación con seres humanos?
-R: Todo lo referente a la clonación reproductiva es mentira. Lo que se ha dicho respecto a los bebés de los raelianos es sencillamente falso. Ni tienen la capacidad técnica de algo que se ha demostrado que es muy complejo ni han aportado ninguna evidencia. En ciencia es necesario aportar los datos, no basta con hacer anuncios en prensa.
Habría que decir que no ha ocurrido gracias a Dios, porque si hubiese ocurrido, la posibilidad de que el ser que hubiesen traído al mundo fuese un individuo con malformaciones y condenado al sufrimiento sería muy alta. No hay que hacer clonación reproductiva por muchas razones, pero la principal es porque la posibilidad de que el recién nacido sufra es tan alta que no se puede hacer. En medicina no se puede hacer nada que sabemos que va a causar dolor, la primera norma es no hacer daño, y ese procedimiento no garantiza esa primera norma.

-P: En los últimos tiempos se ha suscitado cierta polémica respecto a la creación de un gran centro de investigación en una u otra ciudad española ¿Qué opina al respecto?
-R: Yo no he participado en esa polémica y no voy a hacerlo. Esa es una decisión de tipo político, y yo he procurado estar separado del debate político. Opino que lo importante es que las cosas se hagan y que las haga quien las haya que hacer. A partir de ahí, he de decir que cuantos más centros de investigación existan tanto en éste como en otros temas, será mejor para el país.
Este país necesita ciencia e investigación en todo, no sólo en células madre. Por lo tanto, frente a un solo centro de investigación en cáncer, que era la postura del anterior gobierno, yo creo que es importante que haya muchos centros, que se investigue mucho en cáncer en muchos sitios. No estoy en contra de que exista uno o dos grandes centros, pero lo que me parece más importante es que toda la estructura investigadora del país funcione, y para eso el mejor modelo es la investigación en red y la investigación con nodos.

-EL HÉROE Y EL PROFESOR

-P: ¿Es consciente de que para los diabéticos usted es prácticamente un héroe?
-R: A ver si consigo dejar de serlo. Es un papel que no me va. El científico tiene sus satisfacciones en el laboratorio o en la discusión con otros científicos. Esto no quiere decir que yo me niegue a estar con la gente, pero se trata de un rol para el que no estoy preparado. Yo me he preparado para ser profesor de universidad y para hacer investigación lo mejor que sé.
Soy tan prudente que desanimo a la gente. No obstante, el trasplante pancreático ya está en marcha, es una técnica que sabemos cómo funciona. Por tanto, se puede esperar que sea incorporada por diferentes hospitales en los próximos cinco o seis años.

-P: Aún así, será consciente de que usted es una persona muy popular…
-R: No me queda más remedio que ser consciente, porque me piden autógrafos hasta mis alumnos. Con el primer alumno que me pidió un autógrafo me llegué a enfadar un poco. Le dije que era una tontería y que no podía pedirle un autógrafo a su profesor que estaba con él todos los días, yo soy mucho más accesible que eso. Después, un compañero me dijo que lo que ocurría es que estaba ilusionado y que eso le podía estimular en la profesión.
Como profesor, agradezo mucho a los que me ponen pegas. Cuando un alumno me pone pegas hasta el final le pongo la máxima nota, porque eso quiere decir que está bien preparado. Y eso es lo que intento: que el alumno se prepare bien y hasta me supere. Mi mayor alegría sería que me superaran todos, sería señal de que he sido buen profesor y que he sabido estimular en ellos el deseo de saber. Yo quiero gente que me rete intelectualmente y a ser posible que me derrote.
Necesito alumnos que me reten y no alumnos que me mitifiquen. El mito no está fuera de la realidad y no forma parte de la ciencia, y eso no me gusta.