P . El tema de su charla ha sido la Convergencia Europea , un tema que hoy interesa al profesorado universitario.
R . Sí; de todos modos no me he centrado exclusivamente en la Convergencia , he tratado también de aterrizar en los territorios específicos donde investigo y trabajo.
P. Sí; he leído el espléndido currículum que aparece, a modo de introducción, en su libro sobre El poder , y he podido comprender rápidamente dónde radica el centro de sus intereses investigadores y docentes.
R. Es evidente. En las lenguas románicas. Y si me apura aún más, le diré que en la lengua, aquello que ha permitido al hombre alcanzar los niveles de comunicación que hoy posee. Sí, en 1972 conseguí la cátedra de Filología Hispánica en la Universidad de Basilea. En 1989 la de Didáctica de las Lenguas Románicas. Mi vida profesional va vinculada a la lingüística. Y, desde luego la hispánica ha constituido uno de los intereses concretos.
P. ¿Su pensamiento sobre la Convergencia Europea ?
R. Bueno, este s í es un tema complejo como para abordar en una entrevista. Puedo decir le que en las universidades austriacas existen las mismas inquietudes que en las españolas. De todas formas, no todo el mundo vive la cuestión con la misma intensidad. Algunos son más proclives al cambio que otros. Un buen número de profesores se encuentran dubitativos, otros están atrapados en la inercia burocrática.
P. ¿Es Vd. partidario de estos cambios?
R . Habrá que hacerlos, no pueden obviarse. Pero también habrá que ir creando, previamente, las condiciones necesarias para ello. Estas condiciones todavía no existen. No hay que olvidar que somos herederos de una tradición decimonónica, creadora de una concepción humboldtiana de la Universidad que está muy arraigada en Europa.
P. Pero allá, como acá, estará siendo objeto de debate en muchos de sus aspectos, ¿verdad?
R . Sí, puesto que la reforma que se propone es un cambio de enfoque bastante profundo. En cualquier caso, algunas dimensiones, variables o elementos de esta nueva propuesta van a ser más discutidos que otros. Por ejemplo, los planes de estudio.
P. El campo de batalla en donde va a enfrentarse el profesorado.
R. Es ahí donde se van a jugar muchas posiciones personales ante la filosofía y el espíritu que propone la Convergencia Europea. Es evidente que muchas cuestiones de la Universidad actual no funcionan como pensábamos entonces. Pero tampoco quedan claras algunas cuestiones centrales que está impulsando el Espacio Europeo de Educación Superior. Por ejemplo, el tema de las competencias. Parece que detrás de esta fórmula aparece n con más fuerza las demandas del mercado que la s de otros actores implicados en la formación de los estudiantes.
P. Y las humanidades de capa caída, en descenso.
R . Desafortunadamente. No sé cu á les serán los efectos a largo plazo, pero la situación que se está generando no es muy agradable. Por lo demás, allí en Viena, entendemos que el viejo o el clásico Trivium (Gramática, Retórica y Dialéctica ) , deben seguir siendo las columnas, el soporte de una carrera de las lenguas.
P. Quizás de todas las carreras, ¿no?
R. El ser humano es un ser de lenguaje, especializado, necesita dominar todo tipo de competencias lingüísticas para incorporarse al mundo, al trabajo, a las instituciones, transitar por la vida… Cuanto m á s sea su dominio más competencia podrá mostrar para circular por ella.
