Entrevista a John Thornes, geógrafo y doctor honoris causa por la Universidad de Murcia:”En la región se está produciendo un tsunami de casas, y esto no es sostenible”

Aunque nacido en Londres, John B. Thornes conoce los ríos murcianos con la precisión de un antiguo huertano de la región. No en vano su primer contacto con Murcia fue a raíz de las terribles inundaciones de 1973, que se llevó en la región la vida de casi un centenar de personas. Aquellos sucesos espolearon su pasión por el tema. Desde entonces son muchos los proyectos y las investigaciones desarrolladas por este geógrafo formado en Londres en torno a temas como la sequía, la desertificación y los usos del suelo en el mediterráneo.Durante más de 30 años, este geógrafo ha alertado acerca del frágil equilibrio existente entre el hombre y la naturaleza del sureste peninsular, un entorno muy inestable a causa de sus peculiaridades climáticas, que lo convierten en un candidato permanente a la desertificación y la erosión.

Él fue uno de los primeros científicos que demostró la inequívoca relación entre sequía y desertificación. Desde entonces ha intentado concienciar a las autoridades regionales y nacionales acerca de los peligros que acechan en este tema.

La contrastada solvencia de sus estudios confiere a sus teorías y opiniones sobre el estado de nuestros ríos, la gestión del agua o los peligros de los posibles excesos urbanísticos un elevado interés.

El pasado día 27 de enero, se convirtió en el nuevo Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia.

-P: ¿Es tan importante el cambio climático como se nos alerta desde diversos ámbitos?-R: Sí. Todos teníamos algunas dudas desde hace años, pero ahora es indudable que el clima va a cambiar y mucho.

-P: Y en una zona como Murcia, tendente a la desertificación, ¿este fenómeno estará más acentuado?

-R: Sí, porque bajarán las precipitaciones de invierno, que es el período de crecimiento de la vegetación. Si las precipitaciones bajan un poco, subirá mucho la erosión. La región de Murcia está en un estado crítico: si la precipitación cae y la temperatura aumenta dos o tres grados en el invierno, el agua para el crecimiento de la vegetación disminuirá mucho. No sólo las cosechas, también el matorral y los árboles, sufrirán por la falta de agua en el suelo.

-P: ¿El cambio climático es un fenómeno imparable?

-R: El cambio climático es algo que se está produciendo, pero existen cosas que se pueden hacer. El impacto sobre la región de Murcia se puede paliar. Todo depende de la gestión del terreno. Se pueden hacer cosas, como la optimización del pastoreo para mantener zonas frágiles contra la erosión.

Ayer llegué a San Javier y vi muchas casas nuevas en la zona del Mar Menor. Hay un montón de campos de golf y existe mucha menos capacidad para ajustar la utilización de terrenos. Yo comparo esta situación con un juego de ajedrez en el que no tenemos bastantes cuadros para manejar la utilización del terreno: a más asfalto menos matorral, y el matorral proporciona una protección muy fuerte contra la erosión y la desertificación.

-P: Esas construcciones que se están haciendo ahora tendrán por tanto, en su opinión, un impacto muy negativo en el futuro.

-R: Sí, especialmente porque estamos en un terreno marginal. Si se tratase de un lugar con mucha vegetación, con árboles y zonas verdes, importaría menos, pero el terreno utilizable es tan pequeño en Murcia que cuando se convierte en campos de golf y en asfalto, las opciones disminuyen.

-P: ¿Qué opina de la gestión del agua en lo relativo a la región de Murcia?

-R: Ahora la agricultura es bastante marginal en casi toda la región de Murcia, especialmente con el problema que existe de riegos. Hace 20 años yo estaba con Murcia en la polémica con Aragón sobre el asunto del trasvase del Ebro. Sin embargo, mi postura ha cambiado un poco después de ver la utilización de zonas como Torre Pacheco, en las que se ha construido una enorme cantidad de casas, un número que va creciendo año tras año. Todas esas casas necesitan agua para servicios, para baño…, se requiere una cantidad enorme de agua para esos extranjeros que vienen a tomar el sol.

Ahora he perdido un poco de simpatía con Murcia en este asunto: están utilizando agua para urbanizaciones y parecen haber olvidado que lo fundamental en Murcia es la agricultura. En Inglaterra estamos comiendo naranjas de Murcia en las comidas. Los camiones vienen a mi país cargados de frutas de aquí, y si no hay agua, no habrá agricultura en Murcia.

Es indudable que el crecimiento urbanístico, los impuestos que deben pagar estos nuevos habitantes, traerá dinero a la región, pero creo que este crecimiento no es sostenible. Todo esto necesita agua, mucha más agua que la agricultura. Se trata de una nueva forma de regantes lo que existe en estas urbanizaciones: los regantes de personas.

Ayer me decían en Lorca que este fenómeno es como un tsunami de casas. Esto no es algo sostenible.

-P: Usted dice que en principio estaba a favor del trasvase del Ebro. Luego piensa que los trasvases son factibles hoy día…-R: Sí, para mí el agua es un beneficio nacional. En Inglaterra cambiamos en 1964 la ley del aire, porque la polución era enorme. En Londres no se podía respirar. Las personas de Birmingham, como las de Londres, están ayudando a mejorar el problema. No dicen que ese sea un problema de otro, que la polución sea de Londres y que sean ellos quienes paguen. No dicen como los habitantes de Aragón: ‘Es mi agua’. Es el agua de la nación. Por eso, los que están en Madrid deben manejar los recursos nacionales como recursos nacionales, y no como regionales, que es lo que están haciendo.

Supongo que en los próximos cincuenta años, con el cambio climático, bajará el nivel de las agua subterráneas, pero la nueva Ley de Aguas es importante. Antes solo podían utilizarlas quienes tuvieran el terreno arriba, ahora esa agua es para todos. Se trata de un cambio importante en la Ley. Estoy de acuerdo con el Nuevo Libro Blanco de Agua en España,

-P: Usted es especialista en los ríos mediterráneos ¿Cuál es su parecer sobrre el estado de nuestros ríos?

-R: Es un problema enorme. Y se ve empeorar año tras año. El fenómeno del Niño es propio del Pacífico, pero también tiene efectos en el Atlántico y el Mediterráneo. Por eso continuaremos teniendo años buenos y años malos, o dos años buenos y dos años malos. Por eso los daños por inundaciones continuarán. Lo siento, pero es una realidad mediterránea: para España, para Grecia, para Italia, para el Magreb… La variación interanual es enorme. En estas condiciones es casi imposible manejar los ríos.

-P: Pero el Segura ha mejorado sustancialmente en los últimos tiempos…

-R: Ahora parece mejor el estado del Segura, pero cuando vine, en los años 70, estos ríos parecían lagos de confitura, porque las fábricas dejaban sus residuos en unos ríos que durante gran parte del año no tienen flujo. Por eso, las calidades de las aguas mediterráneas son bajas. Pero se trata de un fenómeno ambiental. Lo único que cabe decir es que es preciso tener más cuidado con los residuos.

Sin embargo, la planificación del Segura es muy alta a este respecto, está muy por encima de otros muchos ríos del Mediterráneo, como el Po, donde el nivel de polución es muy alto.

Los ríos de Murcia tenían muy malos índices de calidad, pero los planes de los años 80 y 90 han mejorado mucho la calidad.

-P: ¿Y cómo se vislumbra el futuro de nuestros ríos, teniendo en cuenta las nuevas directrices europeas?

-R: Desde hace medio siglo ha cambiado mucho la concepción de los ríos. Los ingenieros se han venido concentrando en los flujos, en los canales del río. Ahora se entiende mucho más la importancia de la cuenca. La nueva directiva europea le da mucha importancia. Antes del 2015 se debe preparar un plan de la cuenca.

El problema es que me parece que es un esquema para los ríos europeos en general, pero no es correcto para los ríos semiáridos, como los de Levante. Es más bien para los ríos alemanes o de Gran Bretaña, donde hay muchas nieves. Esta circunstancia cambia mucho los problemas de planificación de la cuenca.

-P: ¿Cómo calificaría usted la gestión del agua que se hace en España?

-R: La gestión del agua ha sido fundamental en España desde hace siglos. El tema de los grandes embalses, de los que existen mucho en el sureste está cambiando. Hay muchas manifestaciones públicas contra ellos. Ahora está cambiando esta filosofía, se da más importancia a la gestión del agua que al guardar ésta en grandes almacenes. Pero esta circunstancia está cambiando también en Inglaterra: ahora se prefiere dejar el agua en el suelo, en la cuenca, para que la vegetación pueda utilizarla antes que almacenarla en grandes pantanos.

-P: Hábleme de su aplicación de la teoría de las catástrofes al transporte de sedimentos en las ramblas.

-R: Una urbanización plantada al fondo de estos grandes barrancos es una enorme tontería. Es imposible poner restaurantes, casas, jardines u hoteles en lugares de riesgo. Ahora el antiguo Guadalentín está verde, como un parque, en lugar de cómo un río. Actualmente estamos en una fase en la que los hidrólogos tienden a restaurar los cauces de los ríos a un estado natural. Hace doscientos años se gastaron un montón de dinero para arreglar los ríos, y ahora han dado más dinero para devolverlo a un estado natural.

 Por ejemplo, en Barcelona, el río era como una autopista. Ahora están poniendo de nuevo los meandros que antes habían quitado, más vegetación salvaje, más derrubios para dar impresión de un río natural.Lo están haciendo también en Gran Bretaña. Después de cambiarlo durante 500 años, ahora los están volviendo a su estado natural. Los ingenieros ganaron mucho dinero por cambiarlo, y ahora están ganando más dinero para restaurarlo a un estado natural.

-P: En el caso del Segura eso se hizo en los años 80. Se le quitaron bastantes kilómetros de meandros para evitar las inundaciones. ¿A su parecer eso fue malo?

-R: Puedo predecir que en diez años estarán restaurando el estado natural del Segura. Pero esas actuaciones tuvieron un poco más de lógica en estos asuntos en España que en Gran Bretaña.

-P: Me gustaría preguntarle, por último, qué ha supuesto para usted la distinción como doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia.

-R: Para mí es algo enorme. En los últimos 20 años he coordinado varios proyectos europeos con Francisco López Bermúdez. Considero este esta distinción como un reconocimiento de estos trabajos, que se centran en el ámbito mediterráneo y en los que estamos trabajando muchos investigadores.

Y esto es aún más importante si tenemos en cuenta que la universidad de Murcia es una de las universidasdes más conocidas en este terreno.

 

 

John B. Thornes flanqueado por el Rector José Ballesta y el profesor Francisco López Bermúdez padrino del nuevo Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia