La crisis económica y sus consecuencias sociales

Entrevista a Manuel Tovar, Profesor de Economía, Universidad de Murcia.

Realizada por Manuel Hernández, Profesor de Sociología, Director del Observartorio de Exclusión Social, Universidad de Murcia.

La crisis está durando mucho, más de lo que los pronósticos decían ¿Cuándo empieza esta crisis y por qué no termina?

La crisis comienza hacia finales de 2007, que es cuando, para el caso de las economías española y murciana, comienza a observarse una leve caída del empleo en contra de la tendencia dominante hasta esas fechas, de creación de empleo trimestre tras trimestre, según puede comprobarse en la Encuesta de Población Activa (EPA). De manera más convencional, o más general, el comienzo de esta crisis, que se considera sistémica, no sólo económica; se sitúa en 2008 y suele citarse la quiebra, en septiembre de este año, de Lehman Brothers, cuarto banco de inversión de Estados Unidos, tras 158 años de actividad ante el fracaso de las negociaciones con las dos entidades que en un principio se perfilaban como posibles compradores, Bank of America y el grupo británico Barclays. La quiebra de este banco fue consecuencia del estallido de dos burbujas que se habían venido gestando y alimentándose mutuamente desde bastante antes, sobre todo en la economía de los Estados Unidos de América y que habían conseguido contaminar a todas las economías más desarrolladas de la Tierra. Estas burbujas fueron la del negocio financiero y las del subsector de la construcción residencial.

En 2008 comenzó a destruirse empleo a toda máquina, especialmente en España, y con más intensidad en la Región de Murcia. Las tasas de empleo cayeron, las tasas de paro se incrementaron y la tasa de crecimiento del PIB real se redujo. Concretamente, entre el IV trimestre de 2007 y el IV de 2008, la tasa de paro en la Región de Murcia pasó del 8,3% al 15,5% y en España del 8,6% al 13,9 %. En el mismo periodo las tasas de empleo en la Región de Murcia pasaron del 55,6% al 52,3% y en España del 54% al 51,8%. La tasa de crecimiento del PIB real cayó en la Región de Murcia desde el 4,2% en 2007 hasta el 1,6% en 2008, en España y para el mismo periodo se redujo del 3,6% al 0,9%.

La crisis no termina, y las previsiones más optimistas, para las economías más desarrolladas, tampoco prevén un crecimiento real capaz de crear empleo hasta dentro de 4 ó 5 años, porque esta crisis ha trastocado profundamente algunos mecanismos básicos para el funcionamiento de las economías y las sociedades más avanzadas, como por ejemplo la no supeditación del papel del Estado a los intereses particulares, que ha quebrado completamente con la connivencia entre los reguladores financieros y la banca privada. Y esto no ha ocurrido sólo en los Estados Unidos, también en Europa y en España, y en la Región de Murcia. Otro ejemplo de esta quiebra de aspectos básicos es el relacionado con la absoluta impunidad con la que se han blindado los verdaderos responsables de la crisis, una vez más con la complicidad de gestores públicos venales. El Estado de Derecho está a punto de saltar por los aires, si no lo ha hecho ya, en aspectos clave del funcionamiento del sistema, pues no hay sanción para los culpables de haber arruinado muchas empresas y muchas vidas, de manera deliberada.

¿Cuál sería el balance a día de hoy (mayo 2011), tres años después? ¿Cuáles son las principales consecuencias? Por ejemplo, en materia de desempleo, déficit público, inflación, tipos de interés, …

La Encuesta de Población Activa (EPA) recogió para la Región de Murcia una tasa de paro del 8,3% de la población activa en el IV trimestre de 2007. En ese mismo trimestre, la tasa de paro en España era el 8,6%. Las dos economías funcionaban a pleno empleo del factor trabajo, y las tasas de paro estimadas se asimilarían a las respectivas tasas naturales de desempleo. Aquellos eran los tiempos en los que, trimestre tras trimestre, se seguía creando empleo, y en esas etapas del ciclo, las expansivas, la Región de Murcia suele tener una menor tasa de paro y una mayor tasa de empleo que el promedio de España. Las tasas de empleo en el IV trimestre de 2007 fueron del 55,6% para la Región y del 54% para España.

La tasa de paro de la Región de Murcia en el IV trimestre de 2010 fue del 25% y la de España del 20,3%, 16,7 puntos porcentuales más que en 2007 para Murcia y 11,7 más para España. También para el IV trimestre de 2010 la tasa de empleo en la Región fue del 47,2%, 8,4 puntos porcentuales menos que en IV trimestre de 2007. Para España fue del 47,8%, 6,2 puntos porcentuales menos que en el IV trimestre de 2007.

En estos comienzos de 2011 no puede decirse todavía que se ha llegado ya al fondo de semejante pozo, por lo que la situación del empleo y el paro podría seguir empeorando. De hecho la mayor parte de las estimaciones de estas tasas para 2011 indican o un estancamiento, en el mejor de los escenarios, o un empeoramiento.

El déficit público no ha hecho otra cosa que incrementarse tanto por lo que se refiere al Estado como a la Comunidad Autónoma, como no podía ser de otra manera al caer los ingresos por impuestos y mantenerse sustancialmente los gastos, o incrementarse como ha ocurrido con el gasto por prestaciones de desempleo dependientes de la Caja Única del Servicio de Empleo Estatal. En este momento todavía se discute sobre la autorización del Gobierno del Estado al de la Comunidad Autónoma de Murcia para endeudarse hasta el nivel que autoriza el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea (un 1,3% del PIB como máximo en 2011), que la Comunidad Autónoma habría sobrepasado ampliamente en el proyecto de presupuestos para 2011. Todas las Administraciones no podrían superar un déficit público del 6% del PIB en 2011: un 2,3% para la Administración Central, un 1,3 % para las CC.AA., y el resto para las Administraciones Locales y otros Entes Públicos. Esta estrategia de reducción del déficit también pasará una notable factura en términos de incremento, o estancamiento, del paro y caída, o estancamiento del empleo.

La inflación comienza a incrementarse por encima de lo que correspondería a una economía tan estancada como la actual, dibujando uno de los peores escenarios imaginables, el de la estanflación, es decir: estancamiento con inflación, que no hará otra cosa que dificultar más una pronta recuperación del empleo. Una subida de los precios como la actual, que no es consecuencia de una tensión provocada por la expansión de la demanda agregada, sino más bien como consecuencia de estrategias especulativas que estarían afectando al precio de los alimentos y de primeras materias básicas, es decir es más bien fruto de una contracción de la oferta agregada y no augura nada bueno para el empleo.

Por otro lado, la tendencia previsible de los tipos de interés será la de su incremento, ante el rebrote de la inflación. De hecho en la reunión de este mes de Abril de 2011 el Banco Central Europeo decidió incrementar el tipo de interés para la zona euro desde el 1% al 1,25%. Esto quiere decir que, entre otras consecuencias, las cuotas de las hipotecas van a subir y que las familias tendrán algo menos de capacidad de compra para nuevos bienes, cuya producción y comercialización podría generar nuevos empleos, que ya no se llevarán a cabo.

Especialmente se están viendo afectados dos mercados -el de trabajo y el de la vivienda- haciendo que aumenten las situaciones de vulnerabilidad y de exclusión social de cada vez más colectivos. ¿Qué ha pasado en estos mercados? Empecemos por el de trabajo, tenemos las tasas de paro más altas de Europa y nuestra región, de las mayores de España, ¿por qué?

Efectivamente, la tasa de paro española fue, en promedio, del 19% para España en 2010, y de algo más del 23% para la Región de Murcia. La tasa de paro de la Unión Europea de los 27 se situó en el 9,5%. Sólo Lituania con algo más del 21% de tasa de paro superó a España en 2010. La Región de Murcia fue una de las campeonas del desempleo europeo, como indican sus datos relativos.

El mercado de trabajo está soportando la parte más dura del ajuste, aquella que se traduce en perdidas de empleo e incremento del paro, o sea, cierre de empresas y personas que se quedan sin trabajo, así como un descenso brutal de la probabilidad de volver a emplearse o encontrar el primer empleo. También forma parte de este proceso de ajuste un notable deterioro de las relaciones laborales, en forma de perdidas efectivas de derechos laborales y mayor dificultad para el ejercicio de tales derechos. Ahora, la sola aplicación del Convenio Colectivo en muchas empresas será motivo de conflicto, y en bastantes se convertirá en un imposible. Pero en el mercado de trabajo, como en el resto de las cosas que nos suceden, los repartos tampoco son equitativos. Hay algunos que se llevan la peor parte.

¿A qué colectivos está afectando más?

Afecta de forma distinta a hombres y mujeres, a jóvenes y adultos, a españoles y extranjeros… Por ponerle datos a estas diferencias por colectivos, y si nos vamos al IV trimestre de 2010 de la EPA, podremos comprobar que, para la Región de Murcia, la tasa de actividad de las mujeres era de un 54% frente a un 71,7% de los hombres; la tasa de empleo era del 40,8% para ellas y del 53,4% para ellos y la tasa de paro femenina era del 24,3% y la masculina del 25,5%. Este hecho, que la tasa de paro de los hombres se sitúe por encima de la de las mujeres, ha sucedido por primera vez en 2010, desde que hay datos de la EPA, es decir, desde 1976. No obstante, a pesar de lo significativo que es este dato por ese detalle, la desproporción entre hombres y mujeres es manifiesta, en contra de las mujeres, si se tienen en cuenta las otras tasas que expresan la participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Dicho de otra manera, para guardar la adecuada proporción entre todas las tasas, la de paro de las mujeres debería ser todavía más baja con relación a la de los hombres; ya que sus tasas de actividad y empleo son bastante inferiores.

Los menores de 25 años, también en la Región de Murcia y en el IV trimestre de 2010, tenían una tasa de paro del 44,2% (40,1% para las mujeres y 47,5% para los hombres), cuando la tasa promedio de todas las edades era del 25%. La cohorte de edad mejor preparada de los últimos tiempos, en términos generales, y la más productiva potencialmente, tenía una tasa de paro que ninguna sociedad civilizada puede permitirse durante mucho tiempo, si es que quiere neutralizar el riesgo de convertirse en una sociedad fallida.

La tasa de paro, en la Región de Murcia y en IV trimestre de 2010, fue del 20,7% para los españoles y del 38,5% para los extranjeros, pero si se era extranjero de fuera de la Unión Europea entonces su tasa de paro era del 39,8%. Es de destacar que los extranjeros tienen unas tasas de actividad altísimas, en torno al 80%.

De manera que en esta crisis siendo mujer, joven y extranjera no comunitaria, se ha tenido una alta probabilidad de quedarse en paro si se estaba trabajando, y se tienen la misma alta probabilidad de no encontrar empleo en este momento, o de que el empleo que se encuentre sea de los empleos basura, por su salario y condiciones laborales generales.

En cuanto al mercado de la vivienda, ¿se acabó la burbuja inmobiliaria o aún le queda fuerza? ¿Qué ha pasado con la situación de la vivienda en España? ¿Se ha normalizado la situación o aún no?

La burbuja inmobiliaria estalló como una mascletá valenciana en 2008, lo que supuso que muchas viviendas terminadas se quedaron sin comprador y siguen sin encontrar uno, entre otras razones porque la banca controla con mano de hierro la oferta de vivienda para impedir que los precios caigan todo lo que deberían hacerlo. También supuso un endeudamiento excesivo para muchas familias que se metieron en un mal negocio, que les está pasando facturas casi insoportables. Los desahuciados de sus viviendas son la punta del iceberg de ese drama, muchos de los cuales siguen teniendo, después del desahucio, cuantiosas deudas con los bancos que les concedieron la hipoteca. Cuando lo más normal, lo más justo, e incluso lo más eficiente en términos económicos sería que la entrega de la vivienda cancelara toda la deuda, lo que se llama dación en pago. Esta norma, complementada con alguna otra, sería más eficiente porque obligaría a la banca a ser más prudente a la hora de conceder créditos. La imprudencia en la concesión de créditos hipotecarios y los activos generados a partir de ellos, han sido una de las causas de la actual crisis.

Esta situación, que afecta más a los más pobres, como siempre, está lejos de normalizarse, pues los causantes de este desastre están resultando especialmente impunes, ya sea en el estricto ámbito del negocio inmobiliario, o en el de su colaborador necesario: la banca y las cajas de ahorro. No solamente está lejos de normalizarse, sino que muchos “ladrilleros”, financieros y políticos siguen tratando de reeditar otra burbuja inmobiliaria, ya que no tienen en el horizonte ninguna otra, que sea capaz de generarles los beneficios de todo tipo asociados a la de naturaleza inmobiliaria, ya que otras potenciales, como la de primeras materias o alimentos no tendría un impacto tan amplio y “popular”.

El gasto social de España viene siendo más bajo que la media europea, ¿cómo están afectando los recortes económicos a las partidas sociales, en particular a la Sanidad, la Educación o los Servicios sociales?

Los últimos datos comparables de la Unión Europea, que ha publicado Eurostat para 2007, indican que España dedica a gasto público social un 21% de su PIB, que es el menor de los porcentajes de la Europa de los 15, cuyo promedio es del 27% del PIB. España está en último lugar de esta lista, por debajo de Portugal y Grecia. La misma posición ocupa si se comparan los gastos públicos per capita.

Con la crisis, sin duda la posición de España empeorará, en el sentido de que puede alejarse más del promedio europeo en gasto social, debido a los recortes que ya se han producido en 2010 en significativas partidas de ese gasto, como el relativo a pensiones, salarios de los empleados públicos vinculados a la prestación de los servicios públicos, reducción de empleo, disminución del gasto en gestión e infraestructuras para la prestación del servicio, …Y esto no acaba aquí, pues con los objetivos de reducción de déficit público de 2011 los recortes en el gasto público social se van a seguir produciendo, ya se están produciendo, sólo hay que mirar, por ejemplo, el conjunto de medidas puestas en marcha en la Región de Murcia hacia finales de 2010, lo que ha venido en llamarse el tijeretazo de Valcárcel, que a partir de las elecciones municipales y autonómicas de Mayo, es muy posible que se amplifique.

No es prometedor precisamente el futuro del gasto social en España o en la Región de Murcia. También ha sido el Presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia el que ha propuesto el copago de algunos servicios públicos, como la sanidad o la educación, y aunque sus correligionarios le han dicho que eso no está en el programa político del Partido Popular, sólo hay que mirar el respeto que nuestros políticos tienen a lo que escriben en los programas electorales, para echarse a temblar.

La pereza moral e intelectual de quienes nos gobiernan es un inconveniente serio para que el gasto público social tenga entre nosotros el tratamiento adecuado. La obsesión con el déficit, aunque sólo por el lado de los gastos, no de los ingresos, casi siempre les lleva a encontrar las soluciones al mismo en las partidas del gasto social; sin embargo, se podrían aumentar los ingresos por la vía de recaudar más, subiendo el gravamen a los que disponen de grandes patrimonios o riqueza excesiva. Nunca se cuestionan la inutilidad de algunos gastos, también en parte públicos, como los de la autopista Cartagena-Vera, el aeropuerto de Corvera, el montaje de la Paramount o el de la televisión autonómica, por citar sólo algunos casos regionales.

La Región de Murcia tiene sus peculiaridades, mayores tasas de paro y de pobreza, por ejemplo, ¿será más difícil salir de la crisis? Por qué la Región de Murcia está bastante peor que la media nacional? ¿Qué ha fallado en nuestro modelo de desarrollo regional?

El modelo seguido por la Región se parece más a uno de crecimiento que a los de desarrollo, en el sentido de que lo más importante, lo que han enfatizado los agentes económicos, sociales y políticos regionales, ha sido la tasa de crecimiento del PIB real, que se ha situado por encima de la de España durante los años de vacas gordas, así como la creación de empleo. Pero ahora es el momento de preguntarse qué tipo de empleo y de crecimiento del PIB se ha producido para que la renta per capita de los murcianos no haya reducido su diferencia con el promedio de España, ni siquiera en los mejores años del ciclo expansivo, y la tasa de empleo se haya reducido en Murcia más que en España. Tampoco los salarios reales han convergido con la media española durante los años de expansión económica.

La Región se ha especializado en sectores de producción de bienes y servicios de bajo valor añadido, tales como la agricultura, la construcción o el turismo, así como en la generación de puestos de trabajo inestables y precarios (sólo hay que mirar la tasa de temporalidad del empleo regional). Esta especialización es lo que ha generado una estructura productiva y del empleo tan frágiles, de tal manera que en sólo dos años de crisis se ha liquidado lo que se había construido en los quince anteriores.

A la Región le costará más salir de la crisis porque, además de la fragilidad de su producción y su empleo, durante la crisis se están dañando también sectores con potencial de desarrollo endógeno, tal es el caso de la industria alimentaria, que está resultando también seriamente deteriorada en estos últimos años. Algunas de las grandes conserveras, que han pasado por costosos procesos de saneamiento están a punto de desaparecer y un sector de pequeñas empresas en las actividades de transformación de porcino y caprino, que han hecho también un notable esfuerzo de modernización, pueden desaparecer si no fluye el crédito bancario con cierta normalidad.

Por eso la tasa de pobreza relativa de España aumenta levemente de 2009 a 2010 de 19,5% hasta el 20,8%, mientras que en la Región lo hace de un 25% a un 28,6%. Pero, ¿cuándo mejorarán los indicadores?, o la crisis ha provocado cambios estructurales, sin retorno a situaciones anteriores. Por ejemplo, la vivienda en España será ya siempre tan cara, aún habiendo muchas casas vacías.

Las proyecciones más optimistas de los organismos públicos o privados acerca del momento en que se comenzará a crecer lo suficiente como para crear empleo neto, indican que faltan todavía tres o cuatro años para que ocurra tal cosa. No obstante, hay un consenso bastante amplio acerca de que en este año 2011 las economías más significativas de la Unión Europea, entre las que cabría incluir a la española, saldrán todas ellas de las cifras negativas de crecimiento, aunque no con la suficiente intensidad como para crear empleo neto, salvo en alguna de ellas. En cualquier caso, todavía quedan zonas muy oscuras en todas las economías importantes, también en la alemana, por ejemplo, y más concretamente en su sistema financiero, que podrían evolucionar en el sentido de devolvernos a los peores momentos del año 2008. Los dirigentes europeos parecen estar más en la lógica del sálvese el que pueda, que en la de colaborar para dar pasos en la dirección correcta y afianzar la salida de la crisis. Es conocido que alguno de los países centrales del euro ha llegado a proponer la cancelación de la nueva moneda y la vuelta a las originarias, en vez de dar los pasos políticos (mayor integración) y económicos (política fiscal común y presupuesto de la Unión Europea) necesarios para fortalecer la moneda y la unión política. Las políticas económicas de reducción de los déficits públicos a toda costa en momentos de recesión, que se propugnan, sobre todo por Alemania y Francia, como última tabla de salvación del euro, pueden retrasar tanto la recuperación y debilitar de forma tan notable a las economías reales de la Unión, que pueden convertirse en los auténticos sepultureros del euro.

Para terminar, hablemos del futuro. ¿Las recetas mágicas que nos ofrecen los partidos políticos en época de elecciones son fiables?

Los partidos políticos con posibilidades de gobernar están prisioneros de la vieja ortodoxia en el ámbito de las políticas económicas. Da la impresión de que no han entendido la crisis, y si la han entendido no están dispuestos a tomar las medidas necesarias para salir de ella. Uno de los mantras más extendidos es que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” y, en consecuencia, ahora la mayoría debemos vivir por debajo de ellas. Es probable que algunos hayan vivido por encima de todas nuestras posibilidades, son los mismos que ahora nos quieren meter a todos en cintura, con el objetivo de poder seguir con su misma lógica.

La vieja ortodoxia económica venía postulando desde hace más de treinta años, que las economías más desarrolladas de la Tierra ya habían superado el ciclo económico, y por ello nunca más volverían las etapas de recesión o estancamiento. Mientras decían esto también tenían lugar ciclos económicos, alguno de los cuales (el de comienzo de la década de los noventa del Siglo XX) puso a la economía española y a la murciana una vez más a los pies de los caballos. Cuando te repites una mentira sin fundamento muchas veces acabas pensando que es verdad y por lo tanto no te la cuestionas. El proceso de instalación de una gran mentira lleva consigo, además, la neutralización de los que dicen lo contrario, con lo que cuando llega el problema que contradice a la mentira, los viejos mentirosos, por supuesto, siguen sin entender el problema, y son incapaces de resolverlo, y además sacan toda la artillería a su disposición (tienen mucha) y disparan en todas direcciones, para seguir haciendo el suficiente ruido que nos distraiga otra vez de la cabal comprensión de los verdaderos problemas. Y en estas estamos, con los partidos políticos más perdidos que elefante en ferretería, eso sí con un gran ente al que poder apelar para poder cometer todos los desmanes posibles en su nombre. Este ente es el mercado, donde están camuflando todas sus responsabilidades los que nos han conducido a esta situación, entre los que cabe incluir a gestores sin escrúpulos que han puesto Estados completos, o Comunidades Autónomas, al servicio de intereses muy particulares, tan particulares que no resulta nada difícil ponerles nombres y apellidos.

Muchas gracias profesor Manuel Tovar, ha sido un placer charlar con usted.

Para saber más: El otro estado de la Región, Informe 2010. Foro Ciudadano. http://www.forociudadano.org/index.php/noticias/601-el-otro-estado-de-la-region-informe-2010


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