El número de personas que pernocta en las calles de Cartagena ha descendido un tercio -de 33 en 2016 a 23 el pasado año-, mientras que el de los alojados en recursos residenciales ha crecido un 86 por ciento, al pasar de 114 a 213, según el segundo Estudio sobre Exclusión Residencial elaborado por un grupo de investigadores del Observatorio de la Exclusión Social de la Universidad de Murcia, liderado por el profesor Manuel Hernández.
El informe, que fue presentado este miércoles por Hernández y la vicealcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ante representantes de asociaciones y colectivos del Tercer Sector, ha sido elaborado a partir de 578 encuestas realizadas a personas en situación de exclusión residencial y teniendo en cuenta determinados aspectos como los ingresos, la salud, el sexo, la nacionalidad, la edad y el empleo. Para ello se han utilizado diferentes contextos diferenciados, desde los espacios donde se ubican los asentamientos de infraviviendas y las zonas en las que suelen pasar la noche las personas sin domicilio, hasta los recursos de alojamiento y apoyo residencial, entre otros.
Cae el consumo de drogas
También han mejorado algunos indicadores de salud entre las personas en situación de exclusión residencial, por ejemplo, el referido al consumo de tabaco. Sin embargo, otros, como la incidencia de las enfermedades mentales o el consumo diario de alcohol, se mantienen en niveles similares.
Por su parte, Noelia Arroyo ha recordado que la concejalía de Servicios Sociales trabaja desde el SAVI (Servicio de Asistencia de Vivienda e Intermediación) en la gestión del alojamiento de personas con necesidades y la mediación ante las entidades bancarias para evitar desahucios.
Nuevos perfiles entre las personas con problemas de vivienda
De 2016 a 2018 han variado los perfiles de las personas que tienen problemas asociados con la vivienda. Si antes la exclusión residencial se vinculaba especialmente a los hombres, los últimos datos reflejan que también es un asunto que afecta a las mujeres. Asimismo ha cambiado la edad media de las personas extranjeras con este problema, pues ahora son más jóvenes (más de la mitad tiene menos de 45 años), cuentan un nivel educativo más alto y ganan un poco más. «No dejan de ser pobres, pero los ingresos medios son más altos», señala el profesor Manuel Hernández, que apunta otro dato: el 53 por ciento de las familias afectadas no llega a los 400 euros mensuales. Los excluidos residenciales son en su mayoría españoles (el 62,1 por ciento) y su situación tiene que ver con factores estructurales, entre los que se encuentran problemas laborales y económicos. Para Hernández, se trata de un problema que necesita soluciones a todos los niveles.
https://www.laopiniondemurcia.es/cartagena/2019/09/26/baja-cifra-techo-aumenta-atendidos/1055261.html
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