“¡Echa por la sombra!” de Isidoro Valcárcel, último Premio Velázquez de Artes Plásticas, en la Sala La Capilla de la Universidad de Murcia

Isidoro Valcárcel

“¡Echa por la sombra!”, le decían a Isidoro Valcárcel Medina cuando cruzaba el puente desde su casa de la calle Ricardo Gil, en el barrio del Carmen, lugar donde nació y pasó su infancia y juventud. La sombra del edificio de la Convalecencia, proyectada en la calle Escopeteros, a su espalda, hacía más llevadero el sempiterno calor de Murcia.

Ahora este reconocido artista, último premio Velázquez de Artes Plásticas –equivalente al Cervantes en Literatura- se refugia en la sala de la Capilla de la Convalecencia, en el Rectorado de la Universidad de Murcia, para exponer su última apuesta artística, organizada por el Aula de Artes Plásticas y Visuales de la Universidad de Murcia y el Ayuntamiento de Murcia.

La muestra, comisariada por Isabel Tejeda, se inauguró el martes 20 de septiembre, a las 20 horas, en la sala del edificio del Rectorado de la Universidad de Murcia, y fue presidida por el Rector José Orihuela y el Alcalde de la ciudad José Ballesta.

La sala de la Capilla fue seleccionada por el propio artista para realizar la exposición que se le solicitó por las múltiples connotaciones que posee y por adaptarse plenamente a sus intenciones.

La muestra contiene una pieza sonora con referencias a su propia biografía y documentos sonoros que recogió en su momento –como los auroros-, pero también otras músicas y sonidos.

El artista ha pensado la muestra para escuchar la música con la partitura ante él, aunque no se trata de una partitura musical al uso: “Se trata de una exposición sonora en la que el sonido va acompañado de la partitura de ese sonido. Intento poder ofrecer al espectador tanto la imagen plástica como la sonora, de manera que si alguien lo intentara podría seguir el sonido a través de la imagen, y también al revés”, dice Isidoro Valcárcel. “Sala y sonido enseñoreándose de todo el espacio”, comenta.

Su pretensión: ofrecer al espectador una especie de semblanza de lo que era este edificio para mí”, pero también “ofrecer un remedo de lo que es la universidad para mí, de mi aversión a la Universidad tal y como está montada”. Y cita el hecho de que “el propio Rectorado está situado en medio de la ciudad, pero la universidad de verdad, la educación, está a cien leguas”. “Intento hacer una crítica sobre lo que se ha convertido la enseñanza de la cultura”.

La muestra podrá visitarse hasta el 4 de noviembre.

Fuente: Revista Campus Digital

Gabriela Amorós expone su “Estuario Rojo” en el Rectorado de la Universidad de Murcia

La artista utiliza el desnudo femenino para reflexionar sobre el mundo que le rodea

Gabriela Amorós y su obra

 El jueves 15 de septiembre, a las 20 horas, se inauguró en el Rectorado de la Universidad de Murcia (edificio Convalecencia) la exposición “El estuario rojo”, de Gabriela Amorós.

La muestra se compone de once dibujos en los que, a través de desnudos femeninos, la artista pretende crear una atmósfera “mítica  e intemporal”.

Admiradora de ilustradores del XIX como Gustave Doré y John Martin, y eterna e incansable contempladora de la obra de Leonardo da Vinci, Amorós confiesa que utiliza el dibujo para su propia reflexión y para comunicarse con todo aquello que le rodea y fascina.

Para ella, cualquier manifestación artística está vinculada al ser humano, a sus emociones y a sus sentimientos. Asegura que “con mi obra persigo cosas bien sencillas: ser un poco más feliz, ser mejor persona, profundizar en lo que leo, aprender a reflexionar, ahondar en la naturaleza de algunas cosas…”. De ahí que cada oportunidad de compartir su obra con el público sea para ella motivo de profundo agradecimiento.

Gabriela Amorós, que aborda sus obras con la técnica del grafito, define su propio estilo como figurativo simbolista.

La muestra permanecerá en el hall de la Convalecencia desde el 15 de septiembre hasta el 14 de octubre. Quienes la visiten podrán contemplar esta exposición-reflexión de la artista, conteniendo once obras que van acompañadas por textos en los que la artista sintetiza los discursos que le ha ido suscitando cada una durante el proceso creativo. En ellos se incluye “un componente importante de filosofía, misticismo, mitología, historia del arte, y puede que historiografía colectiva”.

Amorós se niega a incluir detalles de su propia biografía en su obra: “Me gusta pensar, más bien, que es atemporal y metafísica, aunque la influencia renacentista y barroca es obvia”.

En cuanto a la temática presente en todas las obras, el desnudo femenino, no es, para la propia autora, “más que un instrumento, a veces reiterativo, para expresar abstracciones que tienen poco o nada que ver con el erotismo, ya que mi mundo interior es un universo de ideas y búsquedas continuas, una red para protegerme y relacionarme y, al mismo tiempo, adaptarme a los cambios continuos que representan la existencia humana”.

Fuente: Revista Campus Digital