Juan TOMÁS FRUTOS.

 

Hemos de buscar en ese interior que nos da fortalezas en una situación de auténtica querencia. Nos hemos de sobrevivir con una voluntad que sea entereza y con una precaución más que superada.

Persigamos ese territorio de la felicidad con el que podemos asumir costumbres creíbles, claras, queridas, con dosis de pensamientos claves. Vayamos hacia el horizonte.

Nos debemos preparar para dar con ese destello de dicha que nos justifique con ansias de estar bien, que podemos. No malgastemos los tiempos que antes fueron fáciles.

Intentemos que las estrellas sostengan el firmamento en el que creemos, que es puro celeste. No dejemos que nos insistan con sus destinos callados. Podemos dar con un sonido más auténtico.

Portemos ese deseo que se ha de convertir en amor auténtico. Estemos entre aspectos bellos para intentar integrarnos con ellos.

Nos hemos de preparar para obtener esa base con la que movernos hacia el comienzo de un mundo de sensaciones edificantes. Vivir es hacer.