Una década de Periodismo

Dicen que, cuando aparece un periódico, somos un poco más libres y que, cuando se va de nuestro entorno, perdemos conocimiento, capacidad de opinión y una dosis de libertad. Así es. La Prensa, las diversas publicaciones, todos los medios de comunicación, cumplen una función fundamental, determinante en la conquista de los derechos democráticos, así como en el desarrollo social.

Quizá  en el día a día no vemos esa labor de vertebración y de contribución a la evolución de la sociedad a través de esas vivencias y relatos que periódicamente nos brindan los llamados “mass-media”. Cuando hacemos el repaso de un determinado tramo histórico nos damos cuenta de cosas muy importantes, entre ellas del paso de la vida, del transcurrir de los años, y de cómo el Periodismo hace sociedad, auténtica sociedad, pura textura de lo que somos y de lo que sentimos, amén de lo que hacemos.

Por eso, y porque seguir adelante en tiempos de crisis tiene todo el mérito del mundo, hemos de darle la enhorabuena al diario “El Faro”. Ha estado, y está, con nosotros, en la Región de Murcia, durante toda una década en la que ha dado cuenta de éxitos, de fracasos, de conquistas, de cambios, de mejoras, de peticiones, de visiones de expertos, de sucesos, de transformaciones en todas las esferas, de las personas, unas anónimas, otras más conocidas, que han hecho, que hacen, que sigamos adelante. Diez años dan mucho de sí, y la exposición que ha organizado en la Asamblea Regional resalta un quehacer que es bueno para todos, porque, como antes les decía, nos hace más libres.

Muchas son las personas que han obrado ese milagro y esa conquista de seguir hacia el horizonte del futuro. Por supuesto, los editores, que son muy relevantes. También lo son los profesionales, en todas las categorías laborales, del primero al último, del último al primero. Los mandos intermedios, los responsables de área, los corresponsales, los colaboradores, todos, todas…

También son destacables los apoyos de anunciantes, de empresas, de organizaciones sociales, de las Administraciones, de los estamentos y segmentos de  la sociedad misma, a la que sirve. Y, asimismo, conviene que resaltemos el papel del público receptor, auténtico depositario del Derecho de la Información, como recoge la Constitución de 1978.

Por lo tanto, un éxito del periódico, de todos sus profesionales, de la sociedad y de la ciudadanía considerada en lo particular y en lo general. Os trasladamos, en este sentido, nuestra enhorabuena, nuestros mejores deseos y nuestro apoyo, y, cómo no, el anhelo de que volvamos a felicitaros y a felicitarnos dentro de otra década.