Juan TOMÁS FRUTOS

Me gustaría probar con el destino, y ser en esta tarde que considero taurina, como lo es la vida, entre broches de oro, con alegría, con pena, con soledad, con la tragedia del día que puede acabar, también, en victoria.Me abrocharía a ti en esta nueva textura que sabe a lo de siempre pero con un aroma especial. No sé lo que pasa, pero me dejo trasladar. Todo irá bien. Nada viene sin riesgo. Nos motivaremos en los lances más inesperados.

Sabes lo que me agradaría ahora que se me seca el alma, que endulzo con tus sueños, que, en el peligro, haré realidad. Nos hemos salvado incluso sabiendo de la terrible cogida.

Vamos paso a paso. Escuchamos los gritos del momento, con la tierra que nos atrae, con la Luna que nos canta, con los pajarillos en el estómago, con la mente en otra parte. Sabemos que el viaje empieza cada jornada, cada tarde, en la pugna en la que solo puede quedar uno de pie en el albero.

De todo se aprende, y todo es en la maravilla de la existencia, que nos compone trovos de pureza y de pasión ilusionada. Nos engrandecemos en la humildad del instante, efímero y eterno a la vez. Nos hemos acercado hasta aquí después de una larga preparación, incluso inconsciente ella. Ya toca, ya es, ya podremos, ya será. Si te dijera que estoy, pese  la tensión del momento, en paz, ¿lo creerías?