Ha transcurrido una semana laboral y comunicativamente hablando. Es un momento feliz, y debemos decirlo. Se asoma con timidez el viernes, presto a confesarnos que tenemos por delante toda una ventana de posibilidades con las que crecer en lo bueno, en lo afectivo, en lo importante, en lo justo, en lo querido, en el aprendizaje humano e intelectual.