Juan Tomás Frutos
Vivamos las causas comunicativas como si el interés fuera posible y común para todos. Nos enfrentamos a los procesos de la comunicación cada día, y cada día somos en las mismas entregas que nos ponen a prueba. Aceptamos lo que somos, y como somos en la misma creencia de un amor por la palabra y por los hechos. Nos insistimos con unos abrazos que nos ponen en ese trasiego que nos plantea qué hacer en la misma cadena de un mando que hemos de ejercer colegiadamente. Nos alargaremos en las pretensiones de estima.