Por Pascual Vera
Fue en 1979 cuando una jovencísima María Dolores Tomás comenzó su relación con la Universidad de Murcia como trabajadora. Aprobó una oposición –probablemente la primera que se celebraba en el centro- junto con otros 29 compañeros, todos ellos auxiliares. Hasta entonces había trabajado en un estudio de arquitectura propiedad de su tío.