Juan TOMÁS FRUTOS.

 

Divisemos el mejor día en los albores de una emoción que no ha de contener elementos extraños. Pongamos misiones a los corazones que andan como aliados sin saberlo.

 

Las lecciones se han de compartir para que la experiencia y sus ventajas valgan para todos. Caminemos. No dejemos atrás nada de lo que nos llama la atención con permanencias singulares.

 

No acabemos el itinerario de la memoria, que ha de tener trayectos fundamentados en los aires de la más extraordinaria juventud.

 

Pongamos los modelos en pura transformación. Seamos felices. Repartamos jovialidad. Nos vendrá de alguna manera. Seamos pacientes.

 

Los instantes de la pureza nos han de permitir ser en la noria de la dicha a la que todos aspiramos, pese a los posibles mareos. Nos debemos distraer, nos debemos comunicar, nos debemos aportar paz… No olvidemos que somos medida.