‘El arte como desrealización’

El pasado Miércoles 8 de noviembre asistimos a la conferencia del profesor de la Universidad de Udine (Italia) Alessandro Bertinetto, que se celebró en el salón de actos de la facultad de Filosofía. Bertinetto se encuentra en Murcia desde marzo, dentro del programa de movilidad del profesorado promovido por el MEC, y permanecerá entre nosotros hasta agosto de 2007. Actualmente desarrolla en el Departamento de Filosofía, dentro del área de Estética, el proyecto que da nombre a esta conferencia, El arte como desrealización , así como un seminario sobre filosofía de la música.
El Dr. Berdinetto es experto en filosofía transcendental alemana, un profundo estudioso de la filosofía de Fichte, aparte de músico y amante del jazz.
Ha dado conferencias en diversos lugares del mundo (Reino Unido, Italia, Eslovenia, España, etc.) Recientemente, aquí en la región, ha intervenido en una serie de charlas en la Fundación Casa Pintada (Mula)
Durante la conversación que mantuvimos, Berdinetto, hizo hincapié en el alto nivel tanto intelectual como personal de todos los miembros del Departamento de Filosofía de la facultad de Murcia, dando muestras de un cariño que excede el marco de lo meramente académico y destacando la estupenda acogida que ha tenido por parte de los miembros del área de Estética.
A lo largo de su exposición trató dar alguna sugerencia sobre cómo salir del impasse que genera por una parte la imposibilidad de una teoría del arte que nos proporcione una definición clasificatoria del arte, esto es que nos diga cuáles son las condiciones necesarias y suficientes para que algo sea considerado obra de arte, y por otra la necesidad de algún tipo de criterio que nos permita establecer qué es obra de arte y qué no.
La propuesta de Bertinetto es una noción tomada de la fenomenología: la desrealización ( Entwirklichung ) Según esto, las obras de arte son consideradas, objetos imaginarios, irreales, y no del mundo real (evidentemente, no por lo tocante a su soporte) “En otras palabras, la obra de arte ofrece una experiencia, que llamamos estética, que surge poniendo ‘entre paréntesis’ la creencia natural en la realidad del mundo”.
El concepto de desrealización se halla ligado a lo que Arthur Danto ha denominado el efecto paréntesis ( bracketting effect ), o la suspensión del juicio que haríamos frente a las cosas reales. Suele ponerse el ejemplo de la visión de un accidente en una película. No vamos a llamar a la policía tal y como haríamos si eso se diera en la vida real. Bertinetto se sirve de estos planteamientos para dar cuenta del fenómeno artístico, sin pretender convertir dicha desrealización en una cualidad o condición necesaria y suficiente, sino más bien a modo de herramienta.
Muy ligados a esta visión están los conceptos de distancia y desinterés , retomando ideas de autores más o menos contemporáneos, tales como Edward Bulloughs, Jerome Stolnitz, Gerard Genette, y de los clásicos Shaftesbury, Addison, y sobre todo Kant. A este respecto, Berdinetto sostiene que “Nos importa únicamente la apariencia. Sin embargo, al definir el arte mediante este concepto de experiencia estética, no negamos que el arte puede tener función y / o contenido social, psicológico, moral, político, cognitivo. Pero el arte desenvuelve funciones sociales, morales, cognitivas, etc. sólo si es considerado de la manera apropiada y la manera apropiada es la estética, es decir con distancia. La ‘distancia’ a través de la cual se percibe algo como una obra de arte no es de tipo psicológico, sino semántico”.
Algunas de las conclusiones que extrajo de su exposición son que esta concepción del arte, que tiene en cuenta esta desrealización, ese distancia y ese desinterés –en el sentido anteriormente precisado-, es útil en tanto que proporciona una visión del arte en general y no sólo del arte englobado dentro del llamado “sistema de las artes”, pudiendo así dar cuenta de ejemplos como las pinturas rupestres o la música dodecafónica, de los ready-mades , etc.,y proporciona salidas y explicaciones más sólidas que las institucionales, las postmodernas y las propuestas por el mercado del arte. Todo ello sin rechazar la historia del arte y sin olvidar su dimensión social y sus relaciones con la economía.