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RECORDANDO A LOS PROFESORES ROSA MARÍA RUIZ Y SANTIAGO TORRES MARTÍNEZ

Homenaje a profesores jubilados de la Facultad de Biología

DISCURSO DE ROSA MARÍA RUIZ Y SANTIAGO TORRES MARTÍNEZ

Al igual que los compañeros que nos han precedido, hemos dedicado toda nuestra vida a la Universidad, desde que empezamos nuestros estudios en el año 1969 en la Universidad de Sevilla. Nos conocimos en el segundo año de carrera, y hasta ahora.  A la Universidad de Murcia llegamos después de terminar la tesis doctoral, en Sevilla, y de pasar dos años de estancia postdoctoral en Alemania, en Berlín. Como ha comentado la Directora del Departamento, Montse, fue el profesor Francisco Murillo quién, recién incorporado a la Universidad de Murcia, nos animó a venir para formar el embrión de lo que luego sería el grupo de Genética de esta Universidad. La verdad es que, inicialmente, nuestra idea era estar unos años aquí para luego intentar volver a la Universidad de Sevilla. Y como saben, aquí nos hemos jubilado, después de estar algo más de 35 años… Han sido 35 años de una dedicación total a la vida universitaria. Esta ha sido nuestra segunda casa, y a veces la primera. Tanto es así que algunos amigos, ajenos a la Universidad, no dejaban de preguntarnos que si  “esto era nuestro”, que si pensábamos dejar la Universidad en herencia a nuestros hijos… Con el tiempo aprendieron que en cierto modo era así, ya que los que llevamos el espíritu universitario como una forma de vida entendemos a la Universidad como algo muy nuestro. No se podría explicar de otra manera la cantidad de tiempo y esfuerzos dedicados a intentar siempre mejorarla, mucho más allá de lo que se supone que son los fundamentos básicos de la Universidad, la docencia y la investigación. Como bien ha comentado la Sra. Decana, la lista de “tareas” en las que los universitarios nos embarcamos en nuestro día a día parece que no tiene límites. Pero solemos hacerlo muy a gusto, precisamente porque sentimos a la Universidad como algo nuestro.

Pero nuestra relación con la Universidad ha funcionado en las dos direcciones. También la Universidad nos ha dado mucho. Gracias a ella hemos podido conocer a personas estupendas, promociones y promociones de alumnos, hemos viajado, hemos conocido cómo se trabaja en otros sitios, hemos establecido relaciones de trabajo muy estrechas y beneficiosas, gracias a las cuales nuestras investigaciones han alcanzado niveles muy satisfactorios, etc. Además, nuestra implicación en las tareas de gestión universitaria, Rosa como vicedecana de la Facultad y Santiago como vicerrector durante dos legislaturas, nos ha permitido conocer mucho más profundamente el complejo funcionamiento de esta gran institución, y a muchísimas de las personas que lo hacen posible. Han sido unas experiencias impagables. Por eso estamos y estaremos eternamente agradecidos a la Univevrsidad. 

A decir verdad, nuestra decisión de jubilarnos anticipadamente, decisión que tomamos hace unos tres años, la tomamos en un momento que podríamos denominar “dulce” de nuestra vida universitaria. Con una implicación profunda en la docencia y un importante reconocimiento a nivel nacional e internacional de nuestras investigaciones. Teníamos unas razones muy claras, en realidad cuatro poderosas razones, que ahora tienen entre dos y seis años, y a los que queríamos dedicarle todo nuestro cariño “presencial”. Y otra razón es que queríamos dedicarle al menos el mismo esfuerzo, pasión y entusiasmo que hemos dedicado a la universidad a esa otra vida que existe fuera de la Universidad y que, créannos, es muy diversa y gratificante. Y en ello estamos, y no nos arrepentimos. Jubilarnos ha sido sin duda una de las mejores decisiones que hemos tomado en nuestra vida.

Por último, y por supuesto no menos importante, queremos agradecer, en primer lugar, a Montse, sus emocionantes palabras y su cariño, y a todos los miembros del grupo de Genética, los que han sido y los que ahora están, que hayan hecho posible que todo ese esfuerzo y dedicación del que hemos hablado hayan sido más fáciles y placenteros. El trabajo termina, pero la amistad permanece. Gracias a todos. Y también queremos agradecer al equipo decanal con su Decana a la cabeza, Alfonsa, esta preciosa iniciativa que han tenido, reuniéndonos a los jubilados de los dos últimos años en este acto entrañable e inolvidable. Gracias al Sr. Rector por su presencia y a las autoridades académicas que nos acompañan, muy especialmente al Sr. Presidente del Consejo Social. Gracias a todos los compañeros que habéis querido acompañarnos y de los que ahora queremos despedirnos diciéndoles que les llevaremos siempre en el corazón. Muchas gracias.