Los cuentos infantiles, fuente de educación.Los personajes de los cuentos clásicos conforman arquetipos sociales

El sugerente título que encabeza esta aportación tal vez oculta una tendencia actual que tiene que ver con el descenso lector. La lectura se enfrenta a la sociedad de los mass media , a un entramado social-académico en el que priman los estudios culturales y en el que paulatinamente la literatura sufre un sutil aislamiento. Pensemos que si esto sucede con la Literatura en general, ¿qué es lo que ocurre con el género infantil? Las nuevas generaciones no encuentran satisfacción plena en el uso de un libro, sino que requieren de otras motivaciones para ser complacidas. Los entornos virtuales progresivamente suplantan a “la loca de la casa”, la denominación que hace ya más de cinco siglos dio Santa Teresa de Jesús a la imaginación.

Pero, ¿qué sucede con los textos? ¿Qué sucede con todos los personajes que habitan en ellos? ¿A dónde van a parar las historias que les acontecen, de las que son protagonistas? Hasta el momento muchas de ellas perduran, pero otras se desvanecen. Y es que en muchas ocasiones nos empeñamos en dibujar al cordero sin saber que bosquejando una caja, podemos incluir en la misma al mejor cordero que podamos imaginar. ¡Qué razón tenía nuestro buen amigo de los cabellos dorados ! Por no mencionar al lirón , compañero de fatigas de la liebre y el sombrerero , ¿por qué su cuento, en el que tres hermanas vivían en un pozo de melaza, es censurado por Alicia? ¿Cuál es la razón por la que Pippi Calzaslargas no puede vivir sola en Villakulla ? En 2006 cumplimos cien años del nacimiento de su autora Astrid Lindgren . Es una delicia contemplar de visita a los países nórdicos el respeto y adoración que mantienen por estos autores creadores de inolvidables personajes. ¡Cómo olvidar a Tove Jansson , el creador de la entrañable familia Moomin !

Literatura, fuente de conocimiento

Fijémonos que únicamente citando unos pocos personajes del mundo infantil ya hemos conseguido sumergirnos en un sueño distinto a la realidad. Y la mente del lector adulto está mucho menos predispuesta a lo maravilloso que la del niño/a. Por lo que se deduce la necesidad de promover la lectura, de acercar a los lectores infantiles y juveniles a los textos. Por ello, es precisa la formación de mediadores para dicha labor. Estos profesionales se muestran tanto en la profesión de bibliotecarios/as o de maestros/ o educadores. Ellos deben involucrarse en el acercamiento del libro a esos/as niños/as y jóvenes. Es obvio pues, que la Literatura es un valioso medio para el acceso al conocimiento y sobre todo para la mejor comprensión de la realidad, ya que a través del componente en el cual se convierte la ficción consigue aportarnos una más amplia representación del mundo. No sólo podemos hallar esta funcionalidad por parte del hecho literario, sino que dentro de las producciones que constituyen el acervo de trabajos correspondientes a esta modalidad artística, podemos descubrir relaciones intertextuales, que vinculan diferentes textos literarios o bien establecen relaciones con otras manifestaciones artísticas o con la realidad.

La doble perspectiva desde la cual podemos orientar nuestro acercamiento al hecho literario, tanto formalista –estética-, como desde la crítica literaria –procurando entender mejor el contenido e intención de los textos- debe complementarse y tratar de comprender que la obra en su conjunto posee una riqueza y un valor formativo para la persona que se aproxima a la misma. Así, niños y jóvenes conseguirán conocer mejor el mundo que les rodea, disfrutando del objeto estético en que se convierte el libro y a la vez disfrutando de la ensoñación generada por la historia infanto-juvenil.

De Pulgarcito a Shrek

Los personajes pueden ser tan pequeños como Pulgarcito pero la carga educativa asociada a los mismos es tan grande como un ogro –tal vez un ogro bonachón como Shrek , aunque este proceda del texto fílmico-. Y a través de ellos el mediador debe entender que su misión es hacer que la niñez y la juventud se desarrollen con la ayuda de ellos, incidiendo en el ámbito académico-formal a la par que en los momentos de juego e imaginación de estas futuras personas mayores.

Una de nuestras premisas como personas dedicadas a la educación viene dada por la búsqueda de la mejora de las actuaciones discursivas e interactivas de las personas. Por ello, una buena promoción de la lectura y trabajo con los textos debe repercutir en una mayor riqueza y utilización con propiedad de habilidades como la lectura y la escritura. Si extraemos lo mejor de la gran multitud de personajes infantiles que existen en la Literatura Infantil y Juvenil podremos abrir un camino hacia una buena formación de las futuras generaciones.

Aprender de los cuentos

Los personajes infantiles no sólo andan inmersos en situaciones de diversión, entre juguetes y fiestas, sino que también nos aproximan al mundo escolar, por ejemplo Pinocho , al mundo de la familia Lena , Bambi , o a otras realidades muy basadas en lo real pero ambientadas en ficción Bastián . No olvidemos tampoco la influencia de los personajes de cuentos clásicos en nuestras vidas y en la conformación de nuestros arquetipos sociales.

Es un hecho, pues, que urge la necesidad de promover la lectura tanto en las aulas como en otros espacios donde la persona interactúa, véase familia, grupo de amigos, incluso a través de los mass media se puede inducir a la lectura. Por ello, requerimos de una mayor formación por parte de los que van a ser los mediadores, comenzando dicho proceso educativo de los mismos por su propio interés por la lectura. Es imposible poder animar y promocionar la lectura si no estamos convencidos de su importancia, y si no somos catadores de la misma. No olvidemos pues a los personajes infantiles, ya que esos desde su pequeña existencia han ido haciendo grandes a todas las personas.

 

A destacar:

No olvidemos la influencia de los personajes de cuentos clásicos en nuestras vidas y en la conformación de nuestros arquetipos sociales.

Desde su pequeña existencia, los personajes infantiles han ido haciendo grandes a todas las personas.

Las nuevas generaciones no encuentran satisfacción plena en el uso de un libro.

Si extraemos lo mejor de los personajes de la Literatura Infantil y Juvenil podremos abrir un camino hacia una buena formación de las futuras generaciones.