La UMU muestra su “repulsa” hacia el convenio firmado por la UCAM y el Servicio Murciano de Salud

Ante las noticias aparecidas recientemente sobre la firma de un convenio entre el Servicio Murciano de Salud (SMS) y la Universidad Católica San Antonio (UCAM) para la docencia e investigación en medicina y cirugía, el Consejo de gobierno de la Universidad de Murcia manifestó su “repulsa” hacia el mismo por considerar que resulta “lesivo” para los intereses de la sociedad murciana y de su Universidad.

Así mismo, la UMU considera que este convenio puede suponer una repetición de los problemas que desde hace unos años sufren los alumnos de enfermería de esta Universidad, ya que los alumnos de la privada gozan del uso de bienes y servicios públicos, como consecuencia de una firma de convenios similares a este con la UCAM.

La Facultad de Medicina de la UMU, ante la demanda de formación de profesores de esta titulación, respondió con un incremento de alumnos de nuevo ingreso, lo que ha supuesto la duplicación de esta facultad.

Además, la formación de médicos requiere del concurso de las instituciones sanitarias de la Región, de tal manera que la práctica de la totalidad de recursos clínicos del SMS está a la disposición de la formación práctica de los alumnos de la UMU. Esto se ha hecho porque la formación de estos estudiantes exige de un número mínimo de camas clínicas para sus enseñanzas.

Así, el SMS ha ofertado unas 2.100 camas para la docencia pregraduada de los estudiantes de Medicina. Por tanto, los mencionados convenios con la UCAM pueden obligar a que la UMU tenga que ajustar el número de alumnos de nuevo ingreso para mantener los actuales parámetros de calidad.

En este sentido, la UMU consideró que la firma de este convenio responde a criterios de oportunidad y tiene como finalidad facilitar a la UCAM la verificación por la Agencia Nacional de Evaluación de Calidad y Acreditación (ANECA) de la titulación de Medicina.

Además, la UMU consideró que este convenio se encuentra en contradicción con las declaraciones de los dirigentes políticos de la Región, ya que éstos han señalado en varias ocasiones que se exigiría a la UCAM una clínica universitaria privada como requisito ineludible para la implantación de Medicina.

La Universidad de Murcia denunció también que este convenio presenta graves defectos legales, algunos de los cuales pueden resultar determinantes de su nulidad radical.

Por último, la UMU manifestó su intención de seguir manteniendo la larga historia de colaboración don las instituciones sanitarias murcianas, necesaria para poder impartir una enseñanza con categoría y rigor.

Por todo esto, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia exigió a la Comunidad Autónoma de esta Región la denuncia inmediata los convenios suscritos entre el Servicio Murciano de Salud y la Universidad Católica San Antonio.