La música en el barroco: el concerto

En el último número de Campus, comentábamos brevemente las nuevas formas musicales que aparecían en este periodo.

En historia del arte, la aparición de nuevos estilos, formas o tendencias, siempre ha estado por lo general vinculada al desarrollo del material ya existente, y su modificación hasta conseguir algo lo suficientemente diferente como para catalogarlo como nuevo y establecer un nombre para ello.

Las nuevas formas del barroco no escapan a este argumento y aparecieron con el desarrollo de las formas vocales del Renacimiento y su extrapolación a grupos instrumentales.

Ya vimos como durante el transcurso del siglo XVII, la predominante música vocal es contrarrestada por grupos instrumentales que empiezan a estar regulados, y por tanto reciben partituras escritas específicamente para ellos. Por lo general, violín, viola da gamba, cello y clave u órgano.

La forma concerto, esta supeditada a la aparición de la orquesta como grupo instrumental independiente y en el siglo XVII empiezan a darse las condiciones para ello.

Los grupos instrumentales tomaron prestados de la música vocal muchas técnicas compositivas usadas por esta. Por ejemplo, instrumentos actuando a modo de coro ( rippieno o tutti ) en contraposición con un pequeño grupo denominado concertino (solistas).

Debido a este “préstamo”, el termino concerto (del latín concertare , confrontar) a principios del XVII era aplicado tanto a las composiciones instrumentales como a las obras vocales religiosas, aunque para mediados de este mismo siglo empieza a limitarse a música instrumental exclusivamente.

La primera modalidad de concerto en aparecer fue el concerto grosso , donde el concertino, se “enfrentaba” al grupo rippieno (el resto de la orquesta).

En el concerto grosso, el concertino esta formado por varios instrumentos que dialogan entre ellos y con los rippieno mediante la alternancia de pasajes tutti (todos)-solo.

En esta modalidad fue Corelli con sus Concerti Grossi , el primer especialista y su técnica fue adoptada por Haendel, Locatelli y otros.

El concierto grosso podemos encontrarlo con dos esquemas distintos, el de la sonata da chiesa (sonata de iglesia) con 4 movimientos abstractos lento-rápido-lento-rápido, y el esquema sonata da camera, donde un preludio o introducción es seguido de dos, tres o cuatro movimientos con aires de danza.

Una de las obras cumbres de esta modalidad la podemos ver en Bach con su conocida serie Conciertos de Brandeburgo , y para que podamos entender mejor esta forma, podemos hacer referencia al numero 2 de esta serie, donde es fácil reconocer al grupo rippieno (cuerda y bajo continuo) y al grupo concertino (trompeta, flauta, oboe y violín).

Una segunda modalidad de concerto que apareció, fue el concerto rippieno , donde ya no existen grupos principales (concertino).

Este tipo de concerto también fue conocido como concerto a quattro, formado por cuerda y dividida en cuatro grupos: Violines I, ,Violines II, Violas y Cellos, y el concerto a cinque, que añadía una parte más de Viola: Violines I, Violines II, Violas I, Violas II y Cellos.

Pese a esta disposición a 4 ó 5 de las partes principales también se incluía un clave u órgano que desempeñaba el papel de bajo continuo junto a los cellos.

A finales del siglo XVII, aparecen firmados por Torelli, una colección de conciertos (op. 6) donde se hallan por primera vez dos conciertos para un único instrumento concertino (nº 6 y nº 12).

De este modo apareció la tercera modalidad: el concerto para solista o simplemente concerto .

Es esta modalidad la que más proyección ha tenido a lo largo de la historia de la música.

En el barroco el instrumento rey por excelencia era el violín y por tanto la mayor parte de los concertos fueron escritos para él, aunque también ocuparon el puesto de concertino cellos, oboes, trompetas, flautas, claves u órganos.

Muchos son los compositores que aportaron al desarrollo de esta forma en el barroco (Albinoni, Marcello, Tartini….etc) pero sin duda alguna el experto por excelencia y más prolífico(425 concertos) fue el italiano Antonio Vivaldi.

Vivaldi estableció la forma definitiva de concerto determinando como norma el ciclo en tres movimientos Rápido-Lento-Rápido que en la mayoría de ocasiones se traducía como Allegro-Largo-Presto .

Al escuchar cualquier concerto de Vivaldi podemos observar como la introducción en tutti, determina el “tema” principal, el carácter y el tempo del movimiento al que nos refiramos.

Este tema principal suele reaparecer a lo largo del movimiento y esto es conocido con el nombre de ritornello . (en cualquier audición de un concerto de Vivaldi podemos observar esto)

Con Vivaldi quedan establecidos en modo y número los ritornellos que alternan (en una u otra modalidad) con el solo del concertino.

No obstante, el concerto barroco alcanzo con Bach su máximo esplendor al combinar los elementos más tradicionales con su extraordinaria habilidad armónica y contrapuntística, y explotar el desarrollo motívico de los ritornellos.

 

 

GUIA DE AUDICIÓN

 

En esta guía de audición, encontramos las obras concertísticas de los compositores barrocos más representativos, pudiendo encontrarlas en cualquier tienda especializada de música clásica.

 

Bach:

Conciertos de Brandeburgo BWV 1046-1051, Conciertos para violín BWV 1041, Concierto para violín y oboe BWV 1060 (doble concierto), Conciertos para oboe BWV 1055 y 1056, Conciertos para clave BWV 1052-1054 y BWV 1061-1065.

 

Arcangelo Corelli:

12 Concerti grossi op.6

 

Haendel:

Concerti grossi op 6 (12 conciertos), Conciertos para organo o clave op 4 (6 conciertos)

 

Vivaldi:

L´Estro armónico (12 conciertos) op.3, Il cimento dell´armonía e dell´invencione (12 conciertos, los 4 primeros son Las 4 Estaciones) op 8. Concerto con molti instrumenti RV 558.

 

 

Tomaso Albinoni:

12 Concerti a cinque Op 5.