El día 5 de mayo se inaugura con obras de los artistas Carmen Baena y Pepe Yagües
(En la foto: Carmen Baena y Pepe Yagües. Autora: Ana Martín)
Apenas le faltan cinco meses para celebrar los cien años de existencia, pero la antigua capilla de la Convalecencia, una de las piezas más celebradas por la prensa cuando se inauguró, allá por noviembre de 1915, está a punto de dedicarse a una función bien distinta para la que nació. El próximo martes, día 5 de mayo, la capilla del actual edificio del Rectorado comenzará una singladura ciertamente diferente: como nuevo espacio expositivo de la Universidad de Murcia.
Las muestras correrán a cargo de artistas cuyos proyectos fueron aprobados en la Convocatoria Pública de Proyectos Expositivos convocada el año pasado, y que llenará de arte este lugar durante el resto del año 2015: Josep Ginestar, Elena Vicente, y el Colectivo Ellas. Pero la primera de ellas, la que inaugurará la capilla de la Convalecencia como espacio expositivo, correrá a cargo Carmen Baena y Pepe Yagües, los únicos a los que se les ha encargado una exposición para este nuevo espacio para el arte.
La prensa alabó largamente el buen gusto que se había demostrado en la nueva construcción, en su ornamentación y mobiliario, y aludían a la pequeña capilla del hospital de la Convalecencia como una magnífica obra de estilo gótico.
Entre el 5 y el 29 de mayo, el lugar en el que estuvo en su tiempo el retablo del tallista Anastasio Martínez, en el que compartían protagonismo el Sagrado Corazón de Jesús y las imágenes de la Purísima y San Andrés, serán ocupadas por una imagen en madera, obra del artista Pepe Yagües: Flora, la diosa de la fecundidad, diosa de las flores y los jardines, símbolo para los antiguos de la renovación y la vida. Y un buen símbolo sin duda de lo que representa esta exposición, un auténtico cántico a la vida, a la naturaleza, a la alegría y a la renovación constante.
El nuevo espacio expositivo será compartido por la pareja de artistas Carmen Baena y Pepe Yagües, que realizan con ésta su primera exposición conjunta.
Indivi-Dual: el cuerpo humano y lo sagrado
El cuerpo humano y lo sagrado de éste serán los protagonistas de la exposición Indivi-Dual, comisariada por Rocío Pérez.
“Hemos trabajado el cuerpo humano desde dos perspectivas diferentes”, afirma Carmen Baena, que recalca que, aunque la naturaleza y el cuerpo humano constituyen el nexo de unión en las obras de ambos artistas en esta exposición, ambos temas han sido abordados de forma muy dispar por ellos en su obra general, y también en la obras seleccionadas para formar parte de esta iniciativa expositiva.
Mientras Carmen Baena da los últimos toques a las obras que expondrá, nos explica algunos detalles: “Habrá una gran flor realizada con hilo cosido y pan de oro sobre papel que saldrá desde el suelo y se abrirá en una hornacina”. Irá pintada con oro, un material “que utilizo mucho y que tiene un significado sagrado, lo que conecta muy bien con el entorno en el que se expondrá”.
Baena se afana sobre una vieja máquina de coser con la que introduce bordados (cinco mil metros de hilo pacientemente unidos y repartidos en las obras) en el papel que circundará una de las imágenes centrales de una de sus obras. Una gran extensión de hilo negro en forma de círculo, “imagen protectora por excelencia”, circundará una figura humana. “Quería enfrentar –prosigue la artista- la protección atribuida al círculo con la transformación que se produce continuamente en las flores y en el resto de la naturaleza”.
Protección, comunión con la Naturaleza y con el Cosmos, relación con lo sagrado… son características tradicionalmente presentes en la obra de Carmen Baena. Y en el centro de todo, como protagonistas, los sentimientos el recogimiento, la meditación, la intimidad…
Vuelve el mito
Las figuras de Pepe Yagües seleccionadas para la exposición son dos grandes tallas de mujer en madera, dos gigantescas féminas de más de dos metros de altura. Dos grandes efigies de mujer talladas en pino rojo de Suecia y Cedro del Atlas.
Una de ellas, “Flora Inflable” irá fuera de la capilla, en uno de los vestíbulos de la Convalecencia, mientras que “Dafne”, la otra figura, se adecuará exactamente a la hornacina central, el lugar en el que estuvo el retablo, ocupando el espacio principal de la sala: “La hornacina tiene el tamaño exacto para que quepa, y tiene forma fálica –afirma Yagües-, algo que aprovecho y resalto para hablar sobre el mito de Dafne”.
Con los brazos en alto, Dafne parece que se despereza, pero en realidad está transformándose en otro ser. Dafne, huyendo de Apolo, a quien desdeñaba, fue transformada por su padre Peneo en un laurel para ocultarse y escapar a la lubricidad de Apolo, que monta en cólera y le recorta algunas ramas. Sobre la mano estirada de Dafne se puede ver un pequeño Apolo que tiene toda la cara del ministro de Educación, Cultura y Deporte José Ignacio Wert, procediendo a los citados recortes.
Yagües contrapone la mitología grecolatina con esa otra mitología actual, casi siempre procedente de Estados Unidos, que nos invade, de ahí que aparezca en su zona más recóndita un ratón representado por el mouse más famoso: Mickey.
“Flora inflable” es la segunda de las figuras. Recrea el mito de este personaje mitológico, de quien se enamoró Céfiro, dios del viento del Oeste., e irá instalada en una bañera con tierra y flores, que será su soporte. Repartido por su cuerpo lleva hojas reales de flor que dejaron su impronta para recubrirse de pan de oro.
Para esta Flora inflable, el artista ha resaltado el carácter vivificador del viento, insuflado por Céfiro a través de una válvula ad hoc en una Flora tan receptiva que, Céfiro, en agradecimiento, la nombró señora de las flores y propiciatoria de la fertilidad.
“Mi objetivo principal es hacer las obras con el máximo de libertad –comenta Yagües-, si a veces tienen el efecto secundario de la polémica, es un problema de quien las mira, acostumbrado a hacerlo con anteojeras”.
En mi opinión, ambos artistas están muy bien representados en el entorno de “La Capilla” en el Rectorado. Creo que es un reto y está claro que debemos tener la mente abierta al arte. Son dos artistas de primer nivel y si alguien está opinando sin ir a ver la obra, será mejor que lo haga para que vea de cerca el gran trabajo que han llevado a cabo los dos.
Por otra parte la crónica realizada en esta web, muestra el conocimiento que el autor/a tiene de los artistas protagonistas y también demuestra que ha visitado la exposición, es decir, no habla por hablar, lo hace con conocimiento de causa y criterio propio.
Las fotografía son una exclusiva en los estudios de los artistas, algo que no todo el mundo puede tener, felicito a quien la haya realizado, puede que no sean artísticas, pero son lo que tienen que ser, el reflejo del reportaje que se les ha realizado in situ.
Por mi parte felicito a los dos artistas por su exposición minimalista y excepcional. Felicito a quien haya realizado la crónica con las oportunas fotos del momento y en exclusiva. Y felicito a la Universidad de Murcia por atreverse a realizar un evento cultural que no está a la altura de todo el mundo y que no todos tienen la capacidad de comprenderlo y posiblemente hablen más por las cuestiones religiosas (inexistentes, puesto que “La Capilla” , lo es sólo por el nombre). Hay que visitar la exposición con mente abierta y no puritana, y después opinar, y si aún así se sigue opinando igual, pues me parece genial, pues no hay nada mejor que la diversidad de opiniones.
Buenas, no quiero hacer un comentario cayendo en los tópicos del público al que no le ha gustado un cuadro, una escultura… En mi opinión lo único extraordinario que veo es hacer “arte” con la temática del sexo y el desnudo aprovechando el morbo del lugar en el que se hace. La obra en sí no dice poquito
Lástima que las fotos no sean de más calidad, porque las esculturas sí que la tienen, y la obra de estos dos artistas es digna de elogio. Creo que el texto que presenta la exposición es mejorable, bastante, las referencias a la historia del espacio están deshilvanadas en el discurso y eso hace que ni seas historia del mismo, pero tampoco lleguen a explicar el espacio. Por ejemplo, sería importante decir desde cuándo está dessacralizado el lugar, comentar que ahí se hicieron tomas de posesión durante un tiempo… y destacar que en la hornacina en la que había una imagen sagrada ahora se va a poner una escultura fálica, en fin, memorable en las formas y en el contenido, pues una cosa es que el espacio esté dessacralizado y otra persistir en el regodeo en lo escabroso… Hay que dar la enhorabuena, en todo caso, por la iniciativa de institucionalizar un uso para ese espacio, que estaba desaprovechado.
No sabemos si con lo de la calidad de las fotos se está refiriendo a la calidad con la que aparecen en la pantalla del ordenador o a su calidad artística, lo cual es opinable. Como lo es la calidad del texto. En todo caso se trata de una crónica basada en buena parte en lo que decían los diarios de la época. Tomamos nota para incorporar la fecha de desacralización de la capilla. Respecto a lo de la escultura fálica, no existe tal, ni se menciona así en el texto. Se trata de una frase del artista respecto a la forma de la hornacina. Y por cierto, el espacio está desacralizado, no dessacralizado, como dice dos veces en el texto.
Querido Campus Digital: lo que es lástima es que en las fotos no se aprecie correctamente la calidad de las obras, no se trata de una cuestión artística de la foto (no se pide eso) sino de que la técnica aplicada permita ver las obras de arte mejor, sólo eso, que si no se ve bien, pues eso; del mismo modo que técnicamente es incorrecto decir, efectivamente, dessacralizado, de forma que perturba la percepción del mensaje. Y en cuanto a la referencia al aspecto fálico, a algunas nos puede parecer perfecto que lo diga, pero igualmente creo que es poco oportuno mencionarlo, sólo eso