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“Hay que apostar por el desarrollo, pero siempre cuidando el medio ambiente” (Patricio Valverde, nuevo doctor Honoris Causa de la UMU)

“Los estudiantes deben realizar prácticas en empresas, así aprenden a utilizar lo que han estudiado en la teoría”

Probablemente, aquel señor que destilaba anís Panocho y coñac Centauro en la vieja casa familiar, allá por los 50, no podía imaginar que estaba inoculando la pasión por la Química en su hijo. Pasados los años, Patricio Valverde se convertiría en un vocacional estudiante de Química Industrial en aquella diminuta y casi familiar Universidad de Murcia de finales de los 60. E imitaría al padre haciendo lo que para él y sus amigos, ya universitarios, serían ambiciosos experimentos de Química en la terraza de casa.

Unos experimentos que no desembocaron, como ansiaban, en ningún importante descubrimiento, pero que ayudaron a formarse en los laboratorios a quien años después sería el hombre clave de la fábrica Estrella de Levante. Aquel joven amplió los conocimientos que había adquirido en la Universidad de Murcia estudiando Fermentaciones industriales en Barcelona y Madrid y adquiriendo la ciencia de un maestro cervecero, para regresar posteriormente a su ciudad, donde llevó a aquella fábrica de cerveza a unas cotas que no habían imaginado.

Su espíritu emprendedor e innovador, le llevó a apostar por el medio ambiente y el desarrollo sostenible, convencido de que el respeto a la naturaleza no podía más que aportar beneficios a la sociedad y, por ende, a la empresa.

Gracias a su empeño, la vieja empresa familiar lidera desde hace tiempo la reducción en el consumo de agua y su reutilización, algo fundamental en una región tan escasa de ese bien. Los logros en este sentido le han valido ser una firma pionera en sostenibilidad y respeto al medio ambiente, siendo la primera empresa europea en certificarse en el cálculo de la huella hídrica, y la primera de la región que instaló un sistema de depuración tan sofisticado que es equiparable a las más complejas

depuradoras, minimizando los subproductos generados en la fabricación de la cerveza y valorizándolos para obtener energía de sus residuos o transformándolos en fertilizantes. Todo ello le ha valido a su empresa obtener el Proyecto Clima, concedido por la reducción en las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, así como otros muchos galardones concedidos en los últimos años por sus logros en cuanto a sostenibilidad o distintas iniciativas que contribuyen a la lucha contra el Cambio Climático.

Desde el lunes 22 de octubre, Patricio Valverde Espín forma parte de la nómina de doctores Honoris Causa de la Universidad de Murcia.

Patricio Valverde 19-10-2018

-P: Usted estudió en la Universidad de Murcia de finales de los 60 y comienzos de los 70 ¿qué recuerda de aquella universidad?

-Respuesta: Recuerdo una Universidad familiar, muy cercana entre los alumnos y los profesores, un ambiente de estudio de mucho nivel y responsabilidad. Era una Universidad con mucho prestigio, tanto por los catedráticos como por el nivel que alcanzaba, y también por el reconocimiento que tenía en el mundo empresarial.

-P: Usted siempre ha afirmado que la facultad de Química de la UMU posee un nivel importante entre las de España.

-R: Eso lo percibí desde el principio. A mí me hubiera gustado estudiar fuera de España, pero la verdad, no había mejor universidad en España que ésta, así que esa fue mi decisión.

El hijo del alquimista

-P: ¿Y por qué Química?

-R: Desde muy joven quería estudiar química, porque mi padre se dedicaba a fabricar colonias y perfumes, y también fabricaba licores y bebidas, usaba mucho la alquimia, las mezclas. Tenía un alambique debajo de la casa para destilar. La vocación ya la tenía desde el colegio, al ver a mi padre haciendo aquellas mezclas. Y todavía conservo sus recetas de cómo fabricaba brandi, anís…

-P: ¿De qué marca?

-R: Se llamaba Destilería Valverde, y hacia anís Panocho, coñac Centauro… su extra era hacer colonias y perfumes para casa. Allí siempre teníamos esencias y alcohol para hacer las extracciones.

-P: Y usted decidió imitarlo.

-R: En la planta baja de mi casa estaba el almacén. Cuando estaba estudiando en la universidad, formé un laboratorio con varios compañeros en una terraza grande que teníamos.

En ella nos dedicamos a hacer experimentos e intentar descubrir algún producto nuevo, lo llamamos laboratorio Patri y Otom: Patri de Patricio y Otom, que era el cerebro del grupo.

Conseguimos extraer un ácido de una planta, pero nuestra desilusión llegó pronto, cuando vimos que se trataba de ácido acetilsalicílico que, obviamente, ya estaba inventado. Seguimos estudiando, pero hacíamos nuestras prácticas allí. Lo llevábamos en la sangre, nos gustaba, más que ir a la universidad incluso.

-P: Y ahora, muchos años después, la universidad en la que estudió le distingue con el doctor Honoris Causa, ¿qué supone para usted recibir este galardón?

-R: Cuando el doctor Pedro Lozano me llamó para comentármelo, para mí no fue una gran sorpresa, una profunda satisfacción. Imagino que me eligieron porque representaba una marca muy conocida en Murcia, pero yo lo considero un reconocimiento a nuestra generación, a las personas que nos dedicamos a la industria química. La generación de los años 70, de la que soy uno de los representantes en el sector industrial. Fuimos la segunda generación de la Universidad de Murcia en lo que era química industrial y que es hoy ingeniería química.

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Varios Patricios Valverde

-P: Fuensanta Máximo Martín, la madrina del acto, destaca su carácter polifacético y trabajador en múltiples frentes. Es como si Patricio Valverde fuera en realidad varios Patricios Valverde. ¿Cómo se hace esto?

-R: Pues sí, hay un Patricio Valverde al que le gusta ser comercial, que le gusta vender, a otro le gusta la agricultura, porque lo heredé de mis abuelos. El desarrollo de nuevas variedades es un trabajo que he hecho en mis últimos años como presidente de la Comisión Mixta de Malteros y Cerveceros, buscando la mejora de variedades, cerveza de mayor calidad y rendimiento. Todo ello sin descuidar la innovación, la investigación y la protección del ecosistema, trabajar para el medio ambiente.

-P: ¿Y qué hace Patricio Valverde cuando no trabaja?

-R: Intento compaginar los fines de semana con la familia y con la navegación. Los veranos siempre he estado a orillas del mar, siempre me ha gustado la pesca y la navegación, y vivir en ese entorno.

Me crié en el embarcadero de Tomás Maestre, con los pescadores, que me enseñaron a reparar un barco, a navegar, es mi gran pasión.

-P: Hace unos años la facultad de química de la UMU recibía la medalla de oro de la región ¿Qué piensa que ha aportado esta facultad a la región?

-R: Es muy importante comunicar los valores de la universidad de Murcia. Yo creo que acciones como la tabla periódica gigante han sido muy importantes para sacar la facultad fuera. Lo que no se comunica no se conoce, y hay que comunicar los importantes valores que tiene esta facultad. Pedro Lozano ha hecho una gran labor de acercamiento de la facultad de Química al ciudadano.

-P: Hay una frase de Ramón y Cajal que ha citado Fuensanta Máximo en su laudatio: “la ciencia exige instrumentos y eso solo puede proporcionarlos una industria floreciente”.

-R: Estoy convencido que el desarrollo económico se debe en gran parte al desarrollo industrial, que crea empleo.

Yo apuesto por esta cuarta revolución industrial en la que estamos inmersos, pienso que tiene que haber desarrollo económico, pero con responsabilidad, respetando el entorno y el ecosistema. Hay que apostar por el desarrollo, pero siempre cuidando el medio ambiente.

-P: En 1973 usted acaba la carrera y se incorpora a Estrella de Levante.

-R: Sí, fue una mera casualidad. Hicimos esta especialidad de química industrial con el profesor Soler. Él siempre repasaba las posibilidades de salida, y todos pasábamos por su despacho. A mí me ofreció ir a Repsol, a la refinería, porque había unas becas por un acuerdo entre la Universidad y química industrial, y el polo de desarrollo industrial estaba en Cartagena. Pero una vez que ya tenía la beca concedida y me iba con el apoyo de la Universidad, mi padrino, Patricio Valverde Serrano, me pidió que me quedase en su empresa.

Él era el director y jefe fundador de Estrella de Levante junto con otros inversores catalanes y del país vasco, le hacía ilusión que uno de los químicos fuese yo, su ahijado, así que tuve que hablar con el catedrático, que buscó un sustituto para mi beca.

Hice caso a las directrices familiares y profundicé en lo que no había estudiado, que eran las fermentaciones. Me tuve que marchar a Barcelona, y luego hice un Máster en fermentaciones industriales en el Instituto Juan de la Cierva en Madrid. Así fue como cambié de la química industrial a la industria de la fermentación. Empecé en el laboratorio, y fui progresando en el desarrollo de Estrella de Levante durante casi medio siglo.

Estrella de Levante

Tomado de: www.estrelladelevante.es/nuestra-empresa/

Los comienzos en Estrella de Levante

-P: ¿Qué va a intentar transmitir con su lección magistral en su doctorado?

-R: Voy a intentar transmitir a los murcianos mi experiencia para hacer esa revolución industrial encaminada a la defensa del medio ambiente, quiero incidir en que hay que invertir en el medio ambiente y en la mejora de nuestro entorno.

Se trata de algo que solo reporta beneficios: te hace más competitivo y también te ayuda a reducir costos, y hace que, en definitiva, seas más rentable. El consumidor demanda que el producto sea respetuoso con el ecosistema, y eso le da un valor añadido.

Intentaré explicar la innovación, la investigación, la ecoinnovación respetando al medio ambiente. No solamente hay que buscar fórmulas de nuevos productos y procesos, sino también una responsabilidad social medioambiental y un sentimiento de pertenecer a una marca.

-P: Usted alude mucho a ese sentimiento de marca.

-R: Si ofreces al ciudadano un sentimiento de marca haciéndole ver que respetas los recursos naturales, y además inviertes en las costumbres, en las actividades de los pueblos y en las fiestas, todo eso, le confiere mayor valor al producto. Es lo que he intentado hacer en los últimos años: invertir en las fiestas populares, en actividades socioculturales de la sociedad.

Hay que agradecer a los que eligen tu producto, a los consumidores que deciden consumir tu marca. No todo es un anuncio o publicidad en los medios de comunicación, es muy importante dar las gracias al consumidor de una manera que le llegue.

Siempre he creído que lo mejor era invertir beneficios en las fiestas, el deporte, actividades de los barrios… Y creo que es una idea acertada. Y prueba de ello es que siempre hemos crecido por encima del sector.

-P: Otra apuesta de Estrella de Levante han sido las visitas. Son muchas las que se hacen para asistir al proceso de elaboración de la cerveza.

-R: Organizamos 15.000 visitas al año. El hecho de que te acerques, que abras las puertas, que se conozca el proceso, que sepan cómo lo haces, que se conozca la gente que hay dentro, hace que exista feeling para escoger esta marca. Y a veces el diferencial de precio se compensa con el feeling. Es como que te abran las puertas de una casa, eso da más valor añadido que no saber qué hay detrás.

Abogando por el medio ambiente

-P: En las últimas décadas, usted ha recibido como empresario numerosos premios por su defensa del medio ambiente. ¿Qué ha aportado Estrella de Levante al desarrollo sostenible?

-R: Esa preocupación por el medio ambiente me hizo crear un nuevo departamento, al que llamé departamento de optimización energética, cuyo fin era optimizar los tres recursos naturales que manejamos: agua, gas y electricidad.

Luego la valorización, es decir, evitar devolver al medio ambiente todos los subproductos en coproductos, es decir, no desperdiciar nada de lo que se recoge de la naturaleza. Todo se puede reutilizar, hacer un coproducto sin tener que extraer tanto de la naturaleza, reduciendo los consumos, producir más con menos recursos. Eso es lo que transmití en ese departamento, y ha servido para obtener esos reconocimientos de responsabilidad corporativa.

Pero también ha servido para ser más competitivos, esa optimización de los recursos naturales ha mantenido los costes, nos ha permitido ser más productivos, más competitivos y que te puedan elegir. No solo por calidad, sino también por respeto al medio ambiente y porque produces con eficiencia, con ecoeficiencia.

-P: La suya ha sido la primera empresa europea que certificó la huella hídrica, ¿nos puede hablar de eso?

-R: Fue una gran sorpresa, porque cuando empecé veía el gran despilfarro que se hacía del agua, ¿por qué teníamos que gastar tanta agua para hacer un litro de cerveza, si estamos en una región deficitaria de ese recurso? Pues conocí a universitarios y a doctores de la UMU que me ayudaron a conseguirlo, porque la de Murcia siempre ha sido una Universidad ejemplar.

Estudiamos dónde se despilfarraba el agua y, a través de la empresa de certificación AENOR y una cátedra de agua, fuimos los primeros en desarrollar cómo certificar la cantidad de agua que consumes.

Y eso sirvió para que nos diesen un reconocimiento, y ser los primeros en obtener esa certificación.

-P: Háblenos del Proyecto Clima, concedido a Estrella de Levante por su reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera.

-R: Eso fue una sorpresa, que de tantas empresas que hay en España nos llamaran a una empresa pequeña de Murcia, y nos dieran el premio por haber conseguido reducir el efecto de gases de invernadero.

Ese reconocimiento fue por una planta de procesamiento que hicimos en Cañada Hermosa, donde demostramos que todos los residuos, se pueden convertir en abono y en un biogás que va a ser el combustible del futuro, el metano, que se obtiene de las fermentaciones de los subproductos.

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Fomentando la educación dual

-P: Desde hace unos meses, ya jubilado de su labor como empresario, es usted Consejero de Fomento e Infraestructuras de la Región de Murcia. ¿Cómo se encuentra un empresario como usted en este cargo político?

-R: Yo soy una persona de retos, y siempre me he propuesto representar una de las empresas que menos consume por litro de agua, la empresa más innovadora. He viajado mucho por Europa y América, y me he esforzado en adoptar las mejores técnicas disponibles. Siempre me he puesto como reto que tengo que ser el mejor, y que nadie me gane. Si no llego a ser el campeón, al menos lo intento.

Yo había realizado todos los retos industriales y de medio ambiente que puede uno conseguir, y de pronto, me llamó el presidente de la Comunidad. Ya había cumplido como trabajador y como empresario, pero aquella propuesta me ilusionó. A las personas que hemos adquirido un conocimiento y una experiencia, no las puedes llevar a un cajón y cerrarlo.

A esta altura de mi vida, en la que ya he recibido mi salario, y mi recompensa, darme esta oportunidad de devolver a Murcia lo que ella me ha dado, es para mí una gran satisfacción.

Imagínate la misión que se me encarga: ir por los pueblos a explicarles cómo se puede mejorar los procesos, cómo se puede reducir costes, cómo se puede ayudar a los demás. Me siento como un rey mago.

Por eso, quiero ayudar a las generaciones más jóvenes a través de la formación dual, en la cual fui pionero en España, en la formación profesional. Ahora quiero poner ese reto al rector de la Universidad de Murcia, quien me lo ha aceptado.

Yo estudié en la Universidad, pero he tenido otra Universidad en la vida, que ha sido con los empleados, con los trabajadores, con los clientes, con los bares, con los camioneros… esa vida, no se aprende en la Universidad, y si puedo ayudar a los demás con mi experiencia, me siento estupendamente.

-P: ¿Qué valores deberían impulsar las Universidades a los estudiantes?

-R: Deberían impulsar la colaboración público-privada, las prácticas en la Empresa, que se abra la universidad a las empresas, que firmen convenios, que no cuenten sólo con la subvención de la administración. Que sea una Universidad pública, pero también con colaboración.

Por eso, apuesto por la educación dual. Los estudiantes deben realizar prácticas en las empresas. Así aprenden a utilizar lo que han estudiado en la teoría.

Lo que necesita la sociedad es la formación dual, y yo quiero que se implante en la Universidad, eso va hacer que las empresas tengan más ilusión por acercarse, porque aquí en Murcia hay mucho talento, los mejores investigadores son murcianos, hay que darle valor añadido y que las cosas se hagan dentro, que no tenga que salir fuera a demostrar su valía.

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