Fiestas cristianas y frofanas

fecha: 28-1-05

Para difundir la cultura en general, y actuando de forma preferente en pueblos y lugares apartados, el matrimonio Carmen Conde-Antonio Oliver promocionaron el Patronato de Misiones Pedagógicas que durante los años 1933, 1934 y 1935, tomando como base la ciudad de Cartagena realizaron una intensa actividad sobre dos ejes alternativos. El primero, hacia el interior; y el segundo, por la costa.

En algunas ocasiones se incorporaba a estos trabajos José Val del Omar con su cámara sonora de 16mm RCA (Tipo PR-25), realizando un trabajo, muy variado según las circunstancias que le permitía actuar como técnico, cineasta, fotógrafo y proyectista instalando para ello un equipo de proyección por batería y una improvisada pantalla en las plazas de los pequeños pueblos y aldeas, proyectando películas de Charlot en lugares a los que aún no había llegado la luz eléctrica.

Cuando los espectadores estaban viendo la película asombrándose ante algo desconocido, los fotografiaba sin que se dieran cuenta, captando sus expresiones y gestos, utilizando para ello un zoom de su inventiva personal. También acoplaba a su cámara un sistema de cuerda para poder utilizar el total de la película virgen sin pérdidas en la cola, ampliando el número de tomas. De esta forma se rodó el reportaje que se ofrece en este DVD.

José Val del Omar está considerado como uno de los cineastas de vanguardia, no solo por la calidad de sus películas y filmaciones, sino por haber inventado una serie de instrumentos inéditos hasta ese momento que le permitía economizar su escaso material.

La edición de este DVD con formato de libro, permite su difusión y posibilita su estudio a instituciones, estudiosos y especialistas en antropología, cinematografía, temas religiosos o docentes. Cristóbal Simancas conservó durante varias décadas en Venezuela parte de la obra de Val del Omar clasificada en tres cajas, precisamente, las imágenes rodadas en la región de Murcia.

En el DVD se recogen imágenes de la Semana Santa de Lorca durante las procesiones de 1934, su duración es 16’10”. Hay tomas de la Virgen de los Dolores, titular del Paso Azul; de la Virgen de la Amargura, del Paso Blanco, apreciándose una clara participación femenina, con inclusión de jinetes, cuadrigas y carrozas alegóricas. Según Domingo Munuera Rico es el tiempo dorado del bordado y la ratificación del Viernes Santo como la fiesta de Lorca.

También se recoge la actividad ciudadana en un día de procesiones, el trabajo en los talleres de bordado y el esplendor de sus bordados. Primero desfiló el paso Azul y después el Blanco, para terminar con las imágenes de sus respectivas patronas; la primera, tan celosamente guardada durante la Guerra Civil por el sacristán de la Iglesia de San Francisco, que murió en 1938 sin rebelar a nadie el lugar donde la ocultó. Ningún lorquino ha sido capaz de localizarla.

La Semana Santa de Murcia queda reflejada en la procesión del Viernes Santo del año 1935; su duración 13’39”. Val del Omar se recrea con imágenes de plazas y calles de Murcia, sus gentes, las antiguas fachadas de una Murcia que se fue… . Un momento irrepetible es la entrada de la imagen de Ntro. Padre Jesús, titular de la Cofradía, a la Catedral por la Puerta del Perdón, tradición perdida en la actualidad. También recoge imágenes de la procesión de Los Coloraos, que se celebra el Miércoles Santo

La Semana Santa de Cartagena , 1935. (2′ 10”), se inicia con unas imágenes de los molinos de viento del Campo de Cartagena y tomas de la Cofradía del Prendimiento –Californios, Miércoles Santo por la noche-, lo que impide contemplar las imágenes, pese a su alumbrado. Desfila el Carro Emblema de la Hermandad, y los tronos de San Juan y la Virgen de los Dolores, ambos de Salzillo, destruidos durante la Guerra Civil. Lo más interesante es el juego de luces durante la noche, mientras la procesión desfila a los lejos, alternando luces y sombras que juegan sobre las aguas del puerto. No aparece una sola imagen de los Marrajos.

Las Fiestas de Primavera de la Ciudad de Murcia , recogen imágenes del año 1935 y su duración es de 15’29”. Se inicia el reportaje con algunas imágenes de la ciudad y su huerta, y un variado juego de flores y luces, la cría del gusano de la seda, la venta de frutas y verduras en el desaparecido mercado de San Andrés,… mientras pasan galeras y carros.

En un breve reportaje se recogen los tres espectáculos típicos de las Fiestas de Primavera en la ciudad de Murcia. El Bando de la Huerta desfila durante la mañana con sus personajes típicos, lectura de los bandos por el Perráneo, carrozas, unas escenas de aguadores llenando sus cántaros en una fuente pública, el trasporte a mano de los carretones con seis o nueve cántaros de agua …

La Batalla de las Flores , que ese año se celebró en el antiguo Parque de Ruiz Hidalgo ofrece la vista de unas carrozas cuyos bocetos eran diseñados por los mejores artistas, facilitaba la venta de las flores cultivadas en los huertos, proporcionaba trabajo a numerosas personas, y permitía a las jóvenes desfilar por la ciudad al terminar la Batalla.

El Entierro de la Sardina desfilaba por la noche abriendo marcha sus gastadores con los utensilios típicos de la cocina. Las carrozas, más pequeñas que las actuales, repartían juguetes al público; Val del Omar prestó una especial atención a Mercurio. El juego de la luz, fundamentalmente los hachones, y el de la quema, está tratado por Val del Omar de forma insuperable para la época y los escasos medios técnicos utilizados. Es la parte más interesante del documento.