“En Arte, el único crítico fiable es el tiempo”

José Lucas, Pepe Lucas, genio y figura… Por más que haya elegido como residencia la capital del reino, su afable silueta es harto conocida de todos. José Lucas regresa a ésta nuestra/su tierra con una gratificante asiduidad que nos permite disfrutar ya de de su compañía y de su trepidante conversación, ya de su obra, en alguna muestra. Durante el mes de febrero volvió a sorprendernos con dos exposiciones –“Aire más alla del viento”-, pletóricas de formas y colores que volvieron a mostrarnos al personaje inquieto y extrovertido. Su conversación evidencia esto e incluso algo más: un hombre preocupado por su tiempo, lenguaraz y enormemente vital.

-Pregunta: ¿En qué situación piensas que se encuentra acualmente el arte en Murcia?
-Respuesta: No creo que exista un arte en Murcia. Yo siempre he abogado por la universalidad del arte. Otra cosa bien distinta es la situación en la que se encuentran determinados creadores en Murcia, en función de que hay una excesiva dependencia, a causa, como decía el profesor Jarauta, de un secuestro de la sensibilidad particular de ciertos creadores, por parte de la catastrófica administración que tenemos en esta región en el plano cultural.
La verdad es que la situación no la he conceptualizado, ni siquiera me interesa lo más mínimo. En arte sólo me interesan algunas cosas, y fundamentalmente me intereso yo, de modo que no tengo tiempo de estudiar la problemática de los pintores de Murcia. En todo caso me intresa la problemática de esos otros pintores que tienen una lenguaje más universal.
En lo referente a la situación cultural en general, creo que nunca ha tenido Murcia unas cotas más deplorables. La Administración se ha metido en un terrreno que no es el suyo y ha mediatizado la obra de distintos tipos de creadores. En los últimos tiempos la contestación a esta política ha sido general, y creo que esto es algo que debería hacer reflexionar a sus responsables.

-P: ¿Qué opinas del fenómeno al que estamos asistiendo en los últimos años en el que el arte se convierte en un mero instrumento de cambio para especuladores e inversores?
-R: Es un fenómeno que se da en los momentos de economía feroz. Yo lo veo como un grupo de depredadores que pululan en torno a lo que ellos piensan que puede generar riqueza: antes era la vivinda, ahora le ha tocado al arte, mañana será otra cosa… No obstante, el momento actual del arte me parece de una enorme riqueza a pesar de todo.
Estamos en una época de grandes cambios en la humanidad, y a consecuencia de esto el arte de halla en un momento de búsqueda. En rrealidad la crisis del arte no es más que el reflejo de la crisis de la sociedad puesto que este está inmerso en ella. Es más, el arte suele preconizar con antelación estas crisis. Lo que sí existe en nuestro país es una enorme riqueza del lenguaje plástico y unos creadores serios que se encuentran condicionados por el mercado. De todas formas, pienso que el artista verdadero siempre ha saltado por encima de todos los inconvenientes de su época. Ningún fenómeno de la sociedad puede callar la voz de un creador.

-P: ¿Cuáles son, a tu juicio, las principales carácterísticas que adornan hoy el arte?
-R: Fundamentalmente la riqueza, la variedad y su gran eclecticismo. Consecuencia de este eclecticismo y la gran variedad de voces, es la existencia de mucho ser epigonal. Hoy día existe mucho mimetismo, pero eso, lejos de representar un problema para dilucidar cuál es el arte verdadero, constituye una ventaja.
Yo diría que el arte está sometido a todas las presiones a las que la sociedad de la época somete todos los acontecimientos de nuestra vida, y uno de ellos es la especulación. Por eso, a pesar de todo, es necesario que existan muchas ferias de arte, porque este mundo nunca ha sido pacífico ni plácido. Se trata más bien de un mundo proceloso en el que es necesario que la gente esté convulsionada; sólo así puede nacer el verdadero arte. Las situaciones pacíficas hacen a la gente conservadora en extremo, el mundo ha avanzado siempre desde la convulsión.

-P: ¿Qué opinión te merecen los críticos?
-R: El único crítico fiable, el único que da y quita bendiciones con fiabilidad es el tiempo, que será el encargado de decir en última instancia quién ha sido positivo para la humanidad y quién ha sido pernicioso. En el arte no existen más que dos caminos: la calidad o lo pernicioso, y el artista tiene que combatir todo eso adelantándose a todo, porque el mejor arte es algo que siempre está hecho para después.

-P: ¿En qué medida afecta este momento que vivimos, tan incierto y cambiante a tu obra?
-R: Yo creo que en bastante. El instinto mío de pintor está condicionado por todo lo que me rodea; al fin y al cabo, el artista se supone que es un hombre sensible con todo lo que le rodea.
Un creador no es ni más ni menos que la consecuencia de su época. Pienso que soy una persona muy atenta a la época que me ha tocado vivir.
Me gusta mucho, y no creo en eso de que cualquier época pasada fue mejor, por el contrario, pienso que cualquier época por venir puede ser mejor.
Los que vivimos el momento actual hemos de intentar que así sea.