El documentalista Thomas Wilson protagoniza un nuevo reencuentro con nuestros Doctores Honoris Causa

 

honoris-wilson1Thomas Wilson, protagonizará el próximo jueves, 5 de noviembre, la sesión del ciclo  “Reencuentro con nuestros Doctores y Doctoras Honoris Causa. A propósito de los cien años de la Universidad de Murcia Doctor Honoris Causa”.Con el título “Tom Wilson, E-book in small language cultures: a research project”, se celebrará un encuentro en el Salón de Grados de la Facultad de Comunicación y Documentación a las 11 de la mañana, que será presentado por José Orihuela Calatayud, Rector de la Universidad de Murcia y Pedro Manuel Díaz Ortuño, Profesor de Tecnologías de la Información de la Universidad de Murcia. Además de Tom Wilson, Profesor Emérito de la Universidad de Sheffield y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia, en el acto intervendrán Lars Höglund y Annika Bergström, de la Universidad de Gotenburgo, así como Kersti Nilsson, Elena Maceviciute y Birgitta Wallin, de la Universidad de Boräs

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Wilson hojea una antigua revista de Campus en papel. Foto: Luis Urbina.

Wilson, reconocido documentalista internacional, fue investido doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia en 2010.

Reproducimos a continuación una antigua entrevista concedida por Wilson en exclusiva a la Revista Campus de la Universidad de Murcia en la que exponía sus ideas respecto a las tecnologías de la comunicación y la información y a la difusión mundial de Internet.

“Los gobiernos están preocupados por el acceso general a la información, porque ya no podrán tener el control sobre ella”

“El problema no es la brecha digital, sino que la tecnología no esté accesible para todos”

 

El próximo jueves, día 30 de septiembre de 2010, Thomas Daniel Wilson se convertirá en el trigésimo doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia. Se da la circunstancia de que será el primer investigador que obtenga esta distinción en el ámbito de la documentación a nivel de toda España, una circunstancia que supondrá sin duda el primero de los actos conmemorativos del vigésimo aniversario de la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia que se cumple ahora.

Thomas Wilson es un especialista mundial en el ámbito de la Gestión de Información, que ha dedicado buena parte de su labor investigadora a poner a disposición de las organizaciones unos adecuados sistemas de información.

Amante de los libros y de los gatos, como a él le gusta decir, Wilson es un decidido defensor de la extensión universal de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en la confianza de que todos están preparados para acceder a la información y de que, la tan mentada Brecha digital, puede ser derribada si se pone a disposición de todos la tecnología adecuada: “Estoy convencido de que cualquier persona es capaz de utilizar la tecnología”, afirma contundente. Alfabetizar en materia informacional: todo un reto para el mundo que se nos avecina y en el que Wilson ha puesto todo su entusiasmo.

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Para Wilson, el acceso a Internet se convertirá en un derecho fundamental para todos. Foto: Luis Urbina.

Nacido en 1935 en Shincliffe, en el nordeste de Inglaterra, trabajó a finales de los años 50 como bibliotecario en las tres bibliotecas del condado de Durham, posteriormente fue profesor visitante en la Universidad de Maryland a comienzos de los 70, y, en 1972, llegó a la Universidad de Sheffield, donde ha desarrollado la mayor parte de su labor docente e investigadora, si bien ha impartido clases en diversas universidades de Europa y América. Precisamente por su labor en Suecia recibió en 2005 el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Gotemburgo.

Wilson concedió a Campus una amplia entrevista en exclusiva el pasado lunes 27 de septiembre, pocos días antes de tener lugar su investidura, una distendida charla en la que Pedro Manuel Díaz Ortuño, vicedecano de Documentación actuó de valiosísimo –y necesario- traductor.

-P: Usted es pionero en gestión de información en organizaciones ¿Cómo ha afectado Internet a este ámbito y como puede repercutir en el futuro?

-R: Es la tecnología de Internet la que ofrece los cambios, no la propia Internet. La tecnología de la web es la que ha permitido formar redes y que las empresas participen. La red ha posibilitado que la gente pueda adquirir cualquier tipo de documentación. Dentro de la organización, la información que se produce es fundamentalmente informal, y es lo que está permitiendo que la gente se meta en Internet y adquiera esa información.

Con las tecnologías web, una empresa puede distribuir y hacer accesible a toda la gente la información disponible. También la información interna está disponible en formato digital. Se puede, por tanto, ampliar, transferir, procesarla, en definitiva.

Todo el desarrollo de las empresas se hará dentro de tecnologías Web. Por ejemplo, Klaxon, una gran compañía farmacéutica, posee bibliotecas especializadas en cada una de sus secciones, pero Internet ha hecho que todas esas bibliotecas especializadas sean completamente irrelevantes, ya que se puede acceder a ellas desde cualquier sitio. Las bibliotecas especializadas son en el fondo una extensión del sistema de información global.

honoris wilson10-P: ¿Es posible separar la información de la gestión de la misma?

-R: Teóricamente se puede separar la Información de la Gestión, pero, desde mi punto de vista es imposible hacerlo. Manejamos el flujo de información individualmente. Siempre estamos gestionando información individualmente. Cuando alguien gestiona la información en una comunicación, sabe lo que tiene que transmitir y lo que ha de guardarse. Pero un documento es distinto de cualquier otra forma de comunicación. Los documentos pueden permanecer estáticos, pero si queremos manejar el documento adecuado, tenemos que manejar información, tenemos que manejar la totalidad de documentos.

En el fondo, la Gestión de la Información es responder a la necesidad que tiene la gente desde el punto de vista de la información, en cuanto a los documentos que gestiona esa organización.

-P: Una de sus publicaciones se titula “El sinsentido de la gestión del conocimiento”, hábleme de esa idea.

-P: Expone precisamente la idea de la que le acabo de hablar.

Gestionar el conocimiento

-P: ¿Cuáles son los objetivos de la Gestión del conocimiento?

-R: Peter Drucker afirma que el conocimiento está entre las orejas, justamente ahí. El conocimiento es lo que cada uno sabemos, lo que tenemos en el cerebro. La información es lo que nosotros informamos acerca de lo que es nuestro conocimiento.

Para que haya mensaje, se necesita procesar el conocimiento. Cuando alguien escribe una idea en un papel utiliza su conocimiento para escribirlo, pero el papel no es conocimiento: es un mensaje. Que el destinatario pueda entender o no ese mensaje, es, en el fondo una labor de su conocimiento. Pero si no lo entiende, no es información.

El conocimiento está en el cerebro, y todo lo que está fuera es información. Pero el conocimiento no es gestionable, es imposible hacerlo. La cuestión es cómo se transmite ese conocimiento a través de la información.

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Un momento de la entrevista. Foto: Luis Urbina.

La gestión del conocimiento es un nuevo nombre que se está utilizando para hablar de cosas diferentes que ya existían previamente.

Ese concepto conlleva bastante confusión. Depende del ámbito en el que nos situemos: la gente que trata el tema de la inteligencia artificial entiende la gestión del conocimiento de una forma totalmente diferente hablando de procesos informáticos. En temas de información, cuando se habla de gestión del conocimiento, se está refiriendo a grandes bases de datos. Cuando hablan de gestión de conocimiento en una empresa, se está hablando en realidad de gestión de la gente.

El concepto Gestión del conocimiento es demasiado amplio y confuso, hay que saber siempre en qué contexto se utiliza.

Los nuevos estudios de Biblioteconomía y Documentación

-P: ¿En qué medida han incidido las TIC en los estudios de Biblioteconomía y Documentación? ¿Se parecen en algo estos estudios que se cursan en el siglo XXI a los que  se cursaban en su época?

-R: Cuando yo empecé a trabajar en bibliotecas especializadas no existían lo que hoy llamamos tecnologías de la información. En los últimos 60 años se ha producido un cambio tremendo, dramático. En estos momentos no se entiende la Ciencia de la Información si no es con ordenadores.

Si esto ha ocurrido en 60 años,  seguramente asistiremos a un cambio igual de espectacular en los próximos 60, pero es imposible saber qué va a pasar. Lo que está claro es que el acceso a Internet se va a convertir en un derecho fundamental para todo el mundo. La alta velocidad y el control de las informaciones saldrá fuera de las organizaciones, y el uso de las comunicaciones estará accesible a todo el mundo.

Ese es el escenario hacia el que nos movemos. Y los gobiernos están preocupados por ese acceso general de la gente a la información, porque ya no podrán tener el control sobre ella. El escenario será completamente distinto.

Pero yo puedo mirar unos años atrás e interpretar qué pasó, lo que no puedo es saber qué pasará en el futuro.

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Wilson bromea con una cámara fotográfica, una de sus aficiones. Foto: Luis Urbina.

-P: ¿Cuál debe ser el papel de los profesionales de la Documentación en el mundo actual, en el que la información fluye en volúmenes extraordinarios? ¿Hasta que punto son responsables de que la información llegue a los usuarios de manera fluida y adecuada?

-R: Básicamente, formar a la gente en las organizaciones. En el fondo, su papel, como siempre ha sido, es  catalogar, organizar y estructurar la información, de forma que el usuario pueda acceder fácilmente a esa información, pero aparte, debe formar a las personas para que puedan encontrar esa información.

Como el ámbito de la información está cada vez más especializado, sería necesario que los profesionales se especializaran también en determinados tipos de información y que permitieran el acceso a esos tipos especializados de información.

En este momento estamos trabajando con metadatos, con ontologías, con una serie de herramientas de los documentalistas que están ayudando a organizar nuevas tecnologías que ayudarán a organizar la información.

El documentalista como arquitecto de la información

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Para Thomas Wilson la red ha posibilitado que la gente pueda adquirir todo tipo de información. Foto: Luis Urbina.

-P: ¿Qué papel puede tener un documentalista en la arquitectura de la información, es decir, en cómo se organiza el contenido para que llegue al usuario?

– R: Ese es precisamente uno de los papeles clave de los documentalistas: el de la arquitectura de la información, organizar bien la información y el contenido dentro de la propia web. Es, por ejemplo, el caso de Klaxon, que ha desaparecido como biblioteca especializada de los centros, pero no ha desaparecido la figura del documentalista, que sigue trabajando en la empresa organizando la información, es decir, como arquitecto de la información, permitiendo que los usuarios adquieran fácilmente la información y trabajando en las bases de datos de los sistemas de información de este empresa, pero no ha desaparecido el documentalista.

-P: Se habla de la gestión de la información, pero ahora también se habla de la gestión del conocimiento: es decir, de cómo obtener el máximo provecho de lo que se sabe. ¿Nos llega de forma adecuada la ingente cantidad de datos que circula por la red?

-R: Le pondré un caso práctico: En Xerox, cuando un ingeniero tiene un problema, habla con otros ingenieros para poder resolverlo, es la gestión de conocimiento en ámbitos especializados. Uno de los objetivos de la gestión del conocimiento es precisamente saber de qué hablan estos ingenieros. Pero se ha encontrado que, finalmente, los ingenieros resuelven el problema de forma individual. Es un ejemplo de cómo se comporta la gente en un entorno muy específico.

Cuando un área es más general, más difusa, todo el mundo está conectado con otra persona y están muy relacionadas con la experiencia personal de ese individuo. Por ejemplo: yo conduzco, y usted también, pero probablemente nuestras experiencias como conductores serán distintas.

Cuanto más amplio  es el entorno, más difuso es el conocimiento.

Peter Drucker dice que el conocimiento está dentro de la cabeza. Cuando el conocimiento sale por la puerta, ya es imposible de capturar.

Nuevas Tecnologías para todos

-P: Con el auge de las TIC ha surgido un nuevo segmento de la población: el de los analfabetos funcionales en este terreno. ¿Hasta qué punto una persona que no se maneje en Nuevas Tecnologías puede sentirse integrado en la sociedad?

-R: Cuando se empezaron a implantar los cajeros automáticos, uno de los responsables de un gran banco no confiaba en que la gente fuera capaz de manejar  una ATM, es decir, un cajero automático, hasta que se asomó por la ventana y vio que una mujer anciana, pequeñita, estaba manejando el cajero y sacando dinero. A partir de ese momento, se dio cuenta de que no había problema con la tecnología que pretendían implantar, que cualquier persona sería capaz de manejarla.

Estoy convencido de que cualquier persona es capaz de utilizar la tecnología. En el fondo no hay diferencia entre una ATM y la tecnología de la información. La diferencia es que cualquier persona tiene acceso a un cajero y, sin embargo, la tecnología de la información no está accesible para todos. El problema no es la brecha digital, sino que esa tecnología no esté accesible para todos. Siente a una persona delante de un ordenador, dígale cómo hay que utilizarlo, y no habrá problemas. ¿Quién había enseñado a aquella mujer a utilizar el cajero? Nadie. Simplemente se puso delante de él y lo utilizó.

La gente que no tenga acceso universal a las Tecnologías de la información si que estará en desventaja.

-P: Por el contrario, ha surgido un nuevo concepto: la alfabetización informacional, que intenta integrar a las personas con los nuevos avances…

-R: Una de las funciones de los documentalistas es que la gente sepa como utilizar la información una vez que ha accedido a ella.

Existe un punto de conexión entre disciplinas distintas. Es un punto en el que podemos colaborar gente procedente de diferentes ámbitos: documentalistas, bibliotecarios, profesionales de medios de comunicación, educadores…, todos ellos pueden colaborar para entrenar a los usuarios de forma que puedan utilizar la información tecnológica.

Por suerte para ustedes, la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia posee además estas dos ramas: la comunicación y la documentación, por lo que pueden perfectamente crear nuevos profesionales que combinen las dos disciplinas. Es una facultad que está muy bien posicionada en este sentido.

Sobreabundancia de información

-P: Ahora todos somos productores de información ¿No puede dar lugar esa sobreabundancia de información a una desinformación, a una intoxicación de información?

-R: Puede ocurrir algo de eso. Ahora la gente joven no es capaz de leer un documento completo. Seleccionan pequeños fragmentos de información y saltan de uno a otro. Al no prestar atención a la totalidad de los mensajes no se sabe si están entendiendo los documentos.

Esto es evidente en los trabajos de los alumnos: uno se da cuenta de que no presentan buenos trabajos de conjunto, sino  que hay pequeñas partes que están bien, pero no el conjunto. Esto ocurre por la influencia de este tipo de búsqueda de información en pequeños fragmentos.

-P: Sin duda hoy estamos más informados, pero ¿Poseemos más conocimiento?

-R: Se está perdiendo el conocimiento. Farmacia, biotecnología, ingeniería genética. La gente es todavía capaz de generar conocimiento en esos ámbitos. En la Web podemos encontrarnos con diferentes versiones acerca del mismo producto. La gente ya no puede distinguir en la Web un artículo bien fundamentado de lo que es opinión o creencia. Uno de los roles del profesional de la información o de la documentación es precisamente ayudar a la gente a distinguir lo que es verdad de la opinión, ayudar a que entienda y diferencie el tipo de información que está leyendo en cada momento.

-P: Hoy los resultados de la investigación, a diferencia de lo que ocurría hace unos años, no tienen por qué pasar a través de los medios de comunicación para difundirse ¿En qué medida ha cambiado y seguirá cambiando esta circunstancia el conocimiento?

-R: Pienso que la publicación en revistas especializadas claves dentro de cada área seguirá siempre funcionando. El sistema de publicación formal del conocimiento científico no va a desaparecer, es algo funcional, esencial, del ámbito académico. Lo que ocurre es que los investigadores están comunicando los resultados de la investigación de manera mucho más informal y más rápida entre ellos. Hay que tener en cuenta que desde que se envía un artículo hasta que se publica puede pasar mucho tiempo, pero de esta forma puede ser instantáneo.

Lo que se consigue con estas nuevas formas de difusión es que la gente, esté donde esté, pueda acceder a la información de modo instantáneo, se está consiguiendo mejorar el tipo de acceso a la información científica por parte de los profesionales.

Aldeas interconectadas

-P: ¿En qué hemos cambiado y en qué nos cambiará Internet a los habitantes de esta aldea global, cada vez más aldea y cada vez más global?

-R: Vamos a ser aldeas globalmente conectadas.  Las redes sociales están montando pequeñas comunidades. Por ejemplo, Facebook no es realmente una gran comunidad, sino un montón, millones de pequeñas comunidades, de pequeñas aldeas.

Algunos blogs no tienen usuarios que les lean, mientras que otros tienen miles de usuarios, y la gente que está interesada en determinado tema, se mete a ese blog. Esa es una aldea.

Llegaremos a tener millones de aldeas relacionadas cada una con un determinado tema. No tenemos un mundo global: cada vez somos más aldeas, millones de pequeñas aldeas interconectadas.

Si yo pongo en mi blog una fotografía, como mucho serán veinte personas las que harán comentarios, pero si lo hace un gran fotógrafo, probablemente serán miles las personas que la comentarán. Hay muchísimas comunidades de diferentes tamaños, pero no se puede hablar de una aldea global.

-P: Dice Mario Bunge que la información en sí misma no vale nada: hay que saber descifrarla ¿Está usted de acuerdo?

-R: Sí, lo estoy. En el fondo, la información es código. Si yo leo algo que usted escribe, y está en español, puedo interpretar algunas cosas. Pero el encadenamiento de todo su escrito no me quedará claro. Si estuviese en inglés lo entendería perfectamente. Si es en español, interpretaría algo, pero si no se descifra toda la información probablemente no tendrá todo el sentido para mí. Y si estuviese en otro idioma que yo desconociera totalmente, por ejemplo en chino, no tendría ni idea de lo que quiere decir. La información tiene que ser inteligible y entendible por el receptor, si no sería imposible la comunicación, sería simplemente un papel-basura. Y si estuviese en digital sería lo mismo: digital-basura.

-P: ¿Pueden colaborar las TIC a salir de la crisis en la que estamos inmersos?

-R: La crisis financiera no tiene nada que ver con la tecnología. En todo caso, yo pienso que la tecnología ha ayudado a crear la crisis. La gente de la banca ha manejado ordenadores de alta velocidad, ha sido capaz  de procesar rapidísimamente modelos matemáticos o procesos financieros…, pero en el fondo, la gente que trabaja en los bancos no entiende cómo funcionan estas cosas, sólo saben manejarlos. ¿Cómo va a ayudar la tecnología a resolver un problema como la crisis que puede que haya creado la propia tecnología?

Primer Doctor Honoris Causa de España en Documentación

-P: Tengo entendido que usted es el primer Doctor Honoris Causa de España en el ámbito de la documentación ¿Qué le parece esta circunstancia?

-R: Estoy bastante sorprendido por haber sido propuesto como doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia. Por supuesto que es un gran honor para mí, pero totalmente inesperado. Va a ser una experiencia impresionante para mí. Y espero responder a este honor colaborando con la Universidad de Murcia en el futuro.

-P: Usted ha tenido relación con la Universidad de Murcia desde hace 20 años, y fue testigo del nacimiento de los estudios de Biblioteconomía y Documentación en nuestro centro. ¿Qué le parece nuestra universidad?

-R: La facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia posee grandes oportunidades y fortalezas. La Región de Murcia no es muy potente en cuanto a la gestión de información, pero tiene grandes posibilidades en cuanto a la dinámica empresarial. Esa dinámica debe ser aprovechada para promocionar la gestión de la información en las empresas.

El tener comunicación y documentación unidas en la misma facultad es una oportunidad que deben aprovechar para establecer programas conjuntos que no han podido hacer en otras universidades, donde se han planteado estos estudios por separado. Esta circunstancia es muy beneficiosa.

Lo que le queda por hacer a esta facultad es convencer a la gente de que deben colaborar con ella, de que pueden afrontar los problemas desde diferentes perspectivas, y de que estas perspectivas pueden ser convergentes.

Y también tienen la ventaja del idioma: el español es el cuarto grupo mundial de idiomas. Hay una gran oportunidad para desarrollar programas en español. No sólo se pueden centrar en el nivel local, sino que pueden hacer programas con proyección en el exterior.

El master que tienen con la Universidad de La Habana y la de México, que ya posee diez ediciones, se desarrollará en la Universidad de Murcia este año, y esa es otra circunstancia que debieran aprovechar.